Llega un punto de nuestra jornada en el que se requiere hacer un análisis profundo de lo que uno es, buscar por qué uno hace lo que hace, detectar comportamientos o hablar negativos y hacer una estrategia para modificarlos.
Psicoanalizándose
Esa tarde caminaste hacia atrás,
como una pelota en la boca del viento
como el invierno en la montaña
dices que cada mota de polvo ahora tiene un sonido,
el aire es un reloj que cuenta por segundos
cientos de años
medio segundo me cuenta una historia
de cada día y su precipitación.
Dices que a veces arreglas enlaces
para cerrar brechas,
pero sabes que es solo un buen camuflaje
cuando las personas están alrededor.
Dices que a veces te despiertas y esperas una llamada,
el último mensaje de voz estaba vacío o
contenía jeroglíficos que no podías descifrar.
Caminas hacia atrás y ves el tiempo perdido,
lo que se convirtió en un nido de avispas
o un camino para vacas,
o una apertura del volcán
o un ruido de piedras en el bosque.
No todo ahora es lo mismo,
pero siempre, terminó de la misma manera,
contigo mismo escondiendo el sol para ver
una mariposa aplastada por una rueda.
Hoy, sonríes, cada escena es como pasajes de tiempo,
quizás algún tipo de broma
en lo que parece extenderse como una eternidad.
Disminuyendo el paso de la vida
Cada día que camino, no siempre al sur,
media luna izquierda, constelaciones abajo,
buscando un refugio requerido para encontrar el silencio.
Espero un pequeño viento cálido.
La sociedad de hoy tiene una ingeniería inversa.
podrías escribir un guion y hacer una película.
La gente necesita teatros, palomitas de maíz y una Pepsi.
El espíritu está sofocado, uno desaparece
antes del vuelo,
orando no podemos ser restaurados,
para un mundo tambaleante, insuficiente,
un pedazo de madera para la salvación.
Y no estoy escribiendo en el modo de rendición.
Sé que necesitamos un ritual como el amor necesita otro.
Señalo el cielo, dependemos de una inclinación de la luz
eso nos hace girar y mirar hacia abajo
y rescatar a la miel en la parte inferior
de un té amargo.
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