La existencia de Jerónima Palacios Bonilla, marcada por la estrechez económica, una educación incompleta y la necesidad de procurar el sustento con cualquier trabajo digno, cambió en el año 2007, dando un giro de 180 grados. De trabajar como doméstica y obrera, pasó al elitesco y glamoroso mundo de la moda, por obra y gracia de su talento, el cual es el resultado de su fe en Dios. “Yo no creo en la suerte, lo que tengo es fe”, confiesa.
Jerónima Palacios Bonilla se define como una diseñadora con una habilidad dada por Dios que, entre figurines y telas, cada día necesita crear algo nuevo. Se abrió paso en el competitivo mundo de la moda sin haber pasado por una escuela de diseño. Ha vestido a las actrices colombianas Maritza Rodríguez, Belkis Arizala, a los populares actores de la serie El Capo y a reinas de belleza que participaron en el Miss Mundo y Miss Universo representando a países africanos.
Afirma que lo más importante después de Dios es su familia. “Mis hijos siempre han sido un motivo para levantarme feliz y agradecida con Dios cada mañana; que tengan salud y poder ver su sonrisa me da fuerzas para seguir adelante”.
Sorpresas te da la vida
“La moda me sorprendió, de hecho, no sabía que tenía ese talento. Lo supe en 2002: a mis 22 años de edad se empezó a materializar y en el 2007 se hizo evidente que era mi pasión. Lo que más me gusta es dibujar. Trabajo como si estuviera creando un edificio, junto a mi equipo de trabajo. Ver el resultado final de cada creación es una meta cumplida”.
— Fuiste empleada doméstica, obrera de la construcción, ¿qué enseñanza te dejó el haber tenido que realizar esos oficios?
–Lo volvería a hacer de ser necesario. Lo más importante de esa experiencia: aprender a ser un empleado para luego saber ser un empleador y ser justo con quien trabaja para ti.
— ¿Cómo se dio en tu vida ese paso a la moda?
–Después de pedir muchas opiniones a diseñadores reconocidos en mi país y darme cuenta que todos opinaban que había talento, me inscribí en una feria de moda y Dios me abrió la puerta en Colombia y me dio el trampolín hacia los Estados Unidos.
–¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del diseño?
–Me caí muchas veces. Aprendí de cada caída y aun sigo aprendiendo cada día. Hay que perseverar, sacrificarse, querer hacer las cosas cada día mejor y superarse en cada temporada. Creo en los milagros; sin duda, los milagros me hacen saber que si Dios lo hizo antes, puede hacerlo nuevamente.
–¿Comenzaste sin equipo de trabajo y sin dinero. ¿Cuántas personas trabajan ahora para ti?
–Comencé sola y poco a poco armé un equipo de trabajo como un castillo de naipes que en algún momento se cayó por falta de planificación y experiencia. Hoy tengo gracias a Dios un muy buen equipo de trabajo y un poquito más de experiencia. Aun busco el balance, nunca la perfección.
— ¿En qué te inspiras para crear?
–Me inspiro en la vida misma, en lo que han vivido nuestros antepasados y en lo que se vive en el presente. Me inspiro en las flores, el agua y en el mismo cielo. Las telas que no pueden faltar en mi taller son los botichellis, las tafetas, chifones, sedas tul y todo tipo de encajes.
—¿Algún diseñador favorito?
–Carolina Herrera.
— ¿Con quién has compartido pasarela?
–Con diseñadores como Custo Barcelona, Ágata Ruiz de la Prada y en el 2008 pude estar en un mismo evento en Colombiamoda junto a Carolina Herrera y Silvia Tcherassi, entre otros creadores.
–¿Qué consejo le darías a las mujeres que quieren ser diseñadoras como tú o que siéndolo, quieren crear su propia línea?
–Que es un reto grande, mas no imposible, que si es su pasión, su sueño, vayan tras él sin dudarlo.
Jerónima Palacios Bonilla es una mujer colombiana, ejemplo de perseverancia y dueña de un estilo y buen gusto innatos. Ella es una digna representante del #PoderLatino
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