Muchos estadounidenses recuerdan el festival de música Woodstock, que tuvo lugar hace 50 años.
Cientos de miles de personas viajaron a Nueva York para el evento. Algunos de los asistentes condujeron hasta allí en automóvil y luego caminaron. Otros llegaron en helicóptero.
Los asistentes bailaron al amanecer en una colina húmeda e intentaron evitar las fuertes lluvias. Dormían poco, llamaban a sus padres para decirles que estaban a salvo y se maravillaban ante la cantidad total de asistentes al festival.
Al final del espectáculo, los asistentes dejaron ropa mojada, ropa de cama y otras pertenencias. Pero también ganaron un sentido de comunidad al haber sido parte de uno de los eventos más famosos en la historia de la música estadounidense.
Woodstock tuvo lugar a unos 130 kilómetros al noroeste de la ciudad de Nueva York en tierras propiedad del agricultor Max Yasgur. Algunos de los músicos más populares e influyentes de ese período tocaron para la multitud. Pero la historia duradera de Woodstock es que más de 400,000 personas vinieron a la granja y vivieron allí durante cuatro días sin causar un desastre.
Cincuenta años después, los recuerdos del salvaje fin de semana siguen siendo fuertes entre las personas que estaban allí para ver y los que vinieron a presentarse.
Tráfico en la carretera
Uno de los recuerdos más comunes que comparten los asistentes es lo difícil que fue llegar al festival.
Ilene Marder tenía 18 años en el verano de 1969. Viajó al espectáculo desde su casa en la ciudad de Nueva York. Ella le dijo a Associated Press que la gente dejaba sus autos en el medio de la carretera y caminaba hacia el festival. Muchos simplemente se negaron a esperar en la cola.
“Hubo una sensación inmediata de que algo estaba sucediendo que nunca antes había sucedido”, dijo.
Se suponía que la banda de la cantante Nancy Nevin, Sweetwater, sería el acto de apertura en Woodstock, pero quedó atrapada en el tráfico. Afortunadamente, el grupo pudo encontrar a alguien trabajando en el evento que proporcionó un método de transporte más rápido: un helicóptero.
Kevin Rheden también tenía 18 años en ese momento, pero vivía en el valle del río Hudson. Dijo que en todas partes la gente sonreía y que todo se sentía en paz.
“No puedo describirlo, excepto decir que la ladera era como una cascada de amor”, dijo Rheden. “Es como si no estuviera solo. Hay otras personas que piensan como yo, se visten como yo, se parecen a mí y viven como yo”.
Improvisación y espontaneidad
David Crosby del grupo musical Crosby, Stills & Nash recuerda el comportamiento de las personas que vio cuando no estaba actuando. Él dice que ver a personas compartiendo comida le dio esperanza. Esto fue especialmente importante, dijo, porque fue solo un año después de los asesinatos del senador Robert F. Kennedy y el líder de los derechos civiles Martin Luther King Jr., presidente John F. Kennedy.
“Hay algo importante”, dijo Crosby, recordando a Woodstock. “Por un minuto, tuvimos esperanzas. Por un minuto, nos comportamos como seres humanos decentes”.
Incluso con la naturaleza pacífica del festival, poco salió según lo planeado. Al principio, estaba destinado a ser un evento que la gente tenía que pagar para asistir. Pero las vallas cayeron y el espectáculo se volvió gratuito. El concierto fue más tarde de lo esperado. La comida era difícil de encontrar. Y llovió.
El director de iluminación Chip Monck le dijo al organizador de Woodstock, Michael Lang que tenía un trabajo extra: organizar el espectáculo. Los organizadores se habían olvidado de pagarle a alguien para que lo hiciera.
“Michael simplemente… dijo: “Ah, por cierto… lo eres porque no tienes nada que hacer durante el día “, recordó Monck.
Jorma Kaukonen y su banda Jefferson Airplane llegaron el sábado y debían presentarse esa noche. Terminaron presentándose el domingo.
Ted Neumann, entonces estudiante universitario, dijo: “Fue solo un acto tras otro. Simplemente hablando entre ellos en el campo y diciendo: “Bueno, no hay nada mejor que eso”. Y luego, lo siguiente pareció aún mejor.
Más de 30 actos, y algunos tuvieron eventos que definieron su carrera. Pero a medida que el concierto se extendía hasta el lunes por la mañana, muchos se perdieron lo que se consideraría una de las mejores actuaciones del guitarrista Jimi Hendrix.
Las personas que dejaron una ladera sucia y desgastada sabían que habían sido parte de una experiencia única en la vida.
Max Yasgur, el granjero que era dueño de la tierra donde se encontraba Woodstock, murió en 1973. Mary Miller es una de sus parientes. Ella dice que el festival lo cambió de muchas maneras.
“Se volvió más reflexivo y como se hizo más conocido, la gente se acercaba a él para reunir a familias, niños que se habían escapado, cosas así”, dijo. “Pasó sus últimos años haciendo mucho de eso”.
Kevin Rheden dice que encontró un sentido en el festival.
“Sabía que todo iba a estar bien sin importar lo que hiciera o a dónde iría”, dijo. “No era solo mi cabello largo o la ropa que llevaba. Era algo en mi alma que conectaba con otras personas. Es un recuerdo que tengo y a medida que envejezco, las cosas se desvanecen. Pero ese sentimiento dentro de mí no me ha abandonado.
Fuente: LEARNING ENGLISH
Foto: Instagram
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