El reconocimiento es un tema ampliamente comentado en el mundo del crecimiento personal y las relaciones interpersonales, sin embargo también es un tema que genera muchas interrogantes: ¿Cuánto debo reconocer a mi personal? ¿Cuándo debo hacerlo? ¿Cómo es que se otorga un reconocimiento efectivo?
El reconocimiento: lo más valorado
A pesar de que en Salario Emocional existen otros componentes como equilibrio Vida/Trabajo, las jornadas de teletrabajo, entre otros, de acuerdo a estadísticas de Aberdeen Group, el reconocimiento sigue siendo uno de los aspectos más altamente valorados por los colaboradores en distintas empresas, sobre todo cuando está vinculado a la relación con el jefe inmediato.
¿Capacitas a tus colaboradores y líderes para entregar un buen reconocimiento? De acuerdo a los resultados de estas estadísticas: ¡deberías hacerlo!
Cada quien merece un reconocimiento diferente
Lo primero que debe tener claro es que a pesar de que podríamos tener un abordaje, hasta cierto punto, generalizado para el reconocimiento, debemos siempre mantener en mente que las personas son únicas, especiales y diferentes, razón por la cuál cada uno de los programas de reconocimiento deberán ser ajustados por los líderes inmediatos en cada departamento, una de las muchas razones por las que debemos contar con Embajadores del Salario Emocional en cada puesto de liderazgo de la empresa.
Entrando en materia, el reconocimiento es un tema complejo debido a que debe ser administrado en la forma, medida y momento correctos, con una precisión casi quirúrgica para causar el mayor impacto, cualquier variación puede generar incluso un efecto contrario al deseado.
El reconocimiento debe ser justo
El reconocimiento cuando es escaso, termina por pasar desapercibido, sin embargo cuando es abundante termina por perder valor. Uno de los aspectos cruciales que debe conocer un Embajador del Salario Emocional es que el reconocimiento no puede ahorrarse, es decir, no podemos decir a un colaborador “Martínez, tenga usted dos reconocimientos, uno por el trabajo que hizo hoy y el otro guárdelo para cuando yo no tenga ganas de hablarle”. Simplemente, no es así como funciona.
El reconocimiento debe ser administrado en el momento, lugar y medida necesarios para que cause el mayor impacto, una regla que podemos utilizar para guiarnos es la famosa máxima de relaciones interpersonales: -Elogia en público, Critica en privado-, por lo que sugerimos aprovechar foros como reuniones de trabajo, presentaciones o el área más concurrida del trabajo para brindar ese reconocimiento en palabras o acciones.
El reconocimiento, como cualquier otro estímulo, causa tolerancia y adicción, por lo que si se administra de forma indiscriminada, terminará por causar una resistencia que terminará por requerir mayores y mayores dosis de reconocimiento, algo que sería difícil de satisfacer en el mediano y largo plazo.
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