Mis crónicas de viajes están basadas en las experiencias que gracias a mi trabajo he podido reportar a ustedes. El ciclo de viajes en La Nota Latina nunca se cierra, más bien se extiende hasta un minúsculo rincón en América del Sur donde las aguas del Océano Pacífico bañan sus costas y donde la historia de incas y españoles se cruza con la migración infinita de diferentes lugares del mundo. Los invito a Ecuador: mi terruño, mi paraíso.
Mucho tiempo llevaba sin visitarlo, pero así como las ausencias son largas, la nueva experiencia de verlo cambiado, guardando su propia esencia, me hizo acunarlo en el corazón con más fuerza aun. Al aterrizar, lo primero que me di cuenta es que el pequeño aeropuerto que existía en el año 2000 ha tomado forma y cumple con brindar comodidad al turista. Desde las instalaciones sanitarias, pasando por sus restaurantes y tiendas, los viajeros pueden sentirse cómodos y satisfechos al momento de descansar la presión de un viaje.
El colorido de la ciudad se atesora en los ojos a medida que uno avanza por las avenidas; el calor de los meses de febrero hasta abril te impulsará a vestir las prendas más ligeras debido a las altas temperaturas. El Hotel Boutique Orillas del Río, ubicado en Samborondón, es una opción que recomiendo sin ponerle “pero” alguno. Es céntrico, está cerca de centros comerciales, restaurantes y cafés. Lo mejor de todo, es que está ubicado dentro de un área privada que lo convierte en un lugar acogedor. Es un hotel de encanto, que provee amenidades y servicios de primera calidad.
Lo mejor de Guayaquil
En Guayaquil, mi ciudad, hay mucho que recorrer y conocer. Su historia es rica, y su gente hará que la estadía de cualquiera sea inolvidable. Podemos empezar en los alrededores de Samborondón que es una gran ciudadela ubicada en la parroquia La Puntilla, donde las aguas de los ríos Babahoyo y Daule se encuentran, permitiendo que las noches sean frescas y que el canto de las ranas y cigarras arrullen el sueño. Muy cerca, existen restaurantes como La Boca del Lobo en el centro comercial Plaza Lagos que te recibirán con su buen ambiente. La música en vivo y las pequeñas porciones del menú fueron suficientes para comprobar que su servicio es muy bueno. Mi restaurante favorito en esta visita fue definitivamente Casa Julián. Su magnífico servicio y su amplia selección en el menú tanto de aperitivos como entradas y postres, me permitió calificar como excelente la atención al cliente.
Los ceviches, las humanas, el atún y el cangrejo, el pulpo, las costillas de cerdo, el osso bucco y su lista de vinos en donde el malbec argentino es el rey, hacen de la experiencia gastronómica algo para querer volver. Después de las visitas culinarias se puede visitar el Parque Histórico que está dividido en tres zonas donde se puede apreciar la riqueza arquitectónica, la vida salvaje y también los aspectos urbanos que permiten a quienes lo visitan, entender los esfuerzos por el rescate y la preservación de las costumbres lugareñas.
El centro de la ciudad es un sitio agitado y bullanguero, propio de las ciudades grandes donde cultura, diversión, economía y vida cotidiana convergen. Visita sus monumentos religiosos: la Iglesia La Merced y la Iglesia San Francisco que es conocida también como Nuestra Señora de los Ángeles, encierran aromas a leyendas. Además de sus historias, se pueden admirar sus reliquias, que están hechas en pan de oro y han sobrevivido a sus varios cambios estructurales a través de los tiempos. El Malecón 2000, el Cerro Santa Ana, Las Peñas, La Perla, La Torre Morisca, el Parque Seminario y varios de los más completos museos te esperan para que los descubras y conozcas la vida que experimentamos. Hay escenarios callejeros donde la comida se deja antojar en sus esquinas. Las empanadas de aire, rellenas de queso y bañadas con cristales de azúcar te esperan calentitas, lo mismo que los plátanos maduros a la brasa, el famoso sándwich de chancho (puerco o cerdo) con su salsa de cebolla morada y los vasos de ostiones con limón, son tentaciones imperdibles.
Recomiendo el recorrido en el Autobús Turístico en el día y el Tour Nocturno por Guayaquil, si no te quieres arriesgar a adentrarte en las coloridas entrañas de La Joya de Ecuador en solitario. La excursión a Cerro Blanco, que alberga un gran patrimonio micro ambiental es algo que no debes obviar. La exuberante belleza de su naturaleza es relevante. Los precios para estas visitas son muy cómodos. No te arrepentirás.
Cuenca y Quito
Visitar la ciudad de Cuenca, a tres horas y media de Guayaquil en auto, y a 15 minutos en avión es otras de las visitas que debes realizar si el tiempo te lo permite. Cuenca es después de Guayaquil, mi ciudad preferida. Puedes ir al Mirador del Turi, a la fábrica de sombreros. El recorrido al Centro Histórico, el cual es uno de los mejor conservados de Latinoamérica y la UNESCO lo ha declarado Patrimonio de la Humanidad, te invitará a recorrer sus calles empedradas. Camine por la Plaza San Francisco, vaya al Museo Municipal de Arte Moderno ubicado en la Casa de la Temperancia. La Plaza de Las Flores, La Catedral Vieja y la de la Inmaculada Concepción con su hermoso mármol rosa lo llevará a disfrutar de lo que una ciudad original tiene para ofrecer al turista.
Si por el contrario le sobra el tiempo, aventúrese a realizar una excursión a Chordeleg y Gualaceo, vaya al Parque Nacional El Cajas y a las ruinas de Ingapirca, donde usted se trasladará a la historia de la milenaria cultura inca en el ferrocarril transandino. La Playa es otra opción para conocer lo que los ecuatorianos tenemos para ofrecer. No se olvide de Quito, nuestra capital de dos caras: la Vieja y la Nueva que brillan independientes y con luz propia. La Carita de Dios le revelará su espíritu quieto, de lomas verdes y de geografía con cañadas secretas, pero sobre todo de noches frescas y días templados.
Esperen más de Ecuador, de sus paisajes y de su gente. Gracias a Rosanna Mancino, alma curiosa y gentil, sin su lente no hubiera sido posible marcar mis nuevos recuerdos.
Fotos: Rosanna Mancino de Viamiablog
El residir en varios países de Europa y América me ha dado la oportunidad de enriquecerme de su cultura, lo que me permite tener una visualización diversa y distinta para comunicar sentimientos y emociones a través de mis escritos. He sido colaboradora en algunos editoriales de Mundo Latino Newspaper en Charlotte, Carolina del Norte, con trabajos de opinión, gastronomía y salud en el periódico La Noticia de esta ciudad.
- Isabel Allende: “Jamás dejo una historia sin publicar” - enero 28, 2020
- Charlotte: Fiestas decembrinas con sabor latino - enero 2, 2020
- Nueva York: diversa y delirante - noviembre 2, 2019
