Las cualidades son esas características que definen a las personas y hacen referencia en la manera de ser de alguien o de algo.
A todo el mundo le gusta ser tratado con respeto, amabilidad, con una actitud honrada, a tiempo y con discreción. Todos somos iguales en ese sentido. Pero para lograr eso tenemos que, como individuos, cada uno desarrollar y destacar algunas cualidades que si no la tenemos de manera natural se pueden adquirir con el tiempo. Las cualidades son esas características que definen a las personas y hacen referencia en la manera de ser de alguien o de algo. Supone una apreciación subjetiva porque varias personas pueden tener opiniones diferentes sobre una cualidad específica en alguien, así como también varias personas tienen la misma opinión sobre la misma cualidad en alguien en particular. Todos tenemos una cualidad que nos redime. Nadie es perfecto y, aun así, cada día buscamos la manera de perfeccionarnos. Aquí las cinco cualidades más destacadas de las personas
1.- RESPONSABILIDAD
Esta cualidad engloba mucho compromiso con los demás y con uno mismo. Es un estilo de vida que el individuo exhibe. De ella depende el nivel de excelencia y el nivel de calidad de muchas de nuestras acciones. Es esforzarse por responder con las obligaciones que se han contraído. Cumplir con las promesas que ha hecho. Quedar bien. Honrar el tiempo llegando a la hora que debe presentarse. Dejar atrás el recurso fácil de las excusas, las mentiras y los argumentos para evadir responsabilidad. Las personas responsables se diferencian de las que no lo son porque les dan carácter y valor a los convenios, acuerdos, pactos que adquieren. Si es un estudiante, asistir a clases, estudiar y obtener buenas calificaciones. Si es trabajador, llegar a tiempo a su trabajo, hace su labor con eficiencia y alegría siguiendo las políticas y las reglas del empleador, ayudando al otro, tener buena comunicación y apagar el celular. Esta cualidad de ser responsable va desde los modales (al hablar, al expresar sus emociones, etc.), la forma de comportarse frente a la vida, hasta la simple forma de vestirse. Es algo sobre lo que los padres tienen la obligación de educar a sus hijos e hijas desde la infancia. A ser responsable se aprende.
2.- PUNTUALIDAD
Tiempo. Hay que honrar el factor tiempo. Y no me estoy refiriendo al clima, a las condiciones ambientales. Me refiero al instante, al momento. Se denomina tiempo a una medida efectuada sobre los cambios que se producen en el universo. El que nunca de detiene. Se puede ganar tiempo, se puede perder tiempo o se puede ahorrar. Se puede medir con un reloj, con un cronómetro, con fórmulas, con tablas, o con muchos aparatos tecnológicos que existen hoy día. El tiempo está a veces a favor y a veces en contra. Aliado o enemigo. En ventaja o en desventaja. No es amigo ni enemigo de nadie. Cuesta mucho, vale, tiene precio y a eso hay que darle la importancia que merece. Por lo tanto hay que ser puntual a la hora de llegar y de cumplir con los horarios y los compromisos contraídos. El que vive lejos tiene que salir con más tiempo y el que vive cerca tiene que salir con tiempo también. Los trabajadores venden su mano de obra y también su tiempo. Por eso se les paga por horas trabajadas. Entonces cuesta y es importante ser puntual. Los impuntuales son un mal ejemplo para los demás. Se puede aprender a ser puntual y cumplidor si cada uno lo permite. Todo en la vida es cuestión de tiempo, en el pasado, el presente y en el futuro y es por eso que debemos honrar el tiempo siendo siempre puntuales, organizados, conscientes de esa realidad. Benjamin Franklin dijo: “El tiempo es oro”. Una persona puntual se puede definir como una persona ubicada e inteligente.
3.-HONESTIDAD
Trae con ella la decencia, bondad, justicia, credibilidad, honra, vergüenza. Este concepto encierra una serie de sinónimos que en verdad al que posee esta cualidad lo engrandece. No hay como una persona honrada. El honor envuelve a veces la pérdida de la vida misma. Existen culturas donde se pierde la vida de ciertas maneras porque para ellos eso significa honor. No tiene precio ser un individuo que cree en el honor. Es algo que la persona se va formando desde temprana edad, con el pasar del tiempo, con la fortaleza del carácter, no del temperamento porque con el temperamento se nace. Ser honrado no es un asunto fortuito o dejado a la suerte. Existen tres caminos, el bueno, el malo y el fácil. Y el que es débil se deja influenciar fácil. Cada día más hay que preocuparse por leer, estudiar, aprender, interactuar en las relaciones personales para llenarse de experiencias nuevas que pueden ser muy beneficiosas y enriquecedoras, que agreguen valor. Hay que ser selectivos de los ambientes que se frecuentan y de la clase de personas con las que se relacionan.
4.- HUMILDAD
Es una virtud al mismo tiempo. Consiste en conocer las propias limitaciones y debilidades y actuar de acuerdo a tal conocimiento. Es la ausencia de soberbia. Esta cualidad no tiene nada que ver con la condición mental que es la pobreza. Son dos conceptos muy diferentes. Una persona humilde vive con decencia y sin muchas pretensiones. El humilde no se considera mejor o más importante que otros. No es humillación tampoco, es algo lejos de ser avergonzante. Desde la perspectiva de la evolución espiritual la humildad es la sabiduría de lo que somos. Es una cualidad que revela que el humano la debe practicar. En la historia de la humanidad existe un ejemplo de humildad por excelencia y es Jesucristo.
5.-DISCRECION
Sensatez y tacto para hablar u obrar. Un modo de comunicación que se puede establecer entre dos partes. Un buen ejemplo de eso es la discreción que deben guardar los hospitales sobre las enfermedades y tratamientos de sus pacientes. Hay un documento que ampara esa parte, una póliza de privacidad. Las informaciones se mantienen en secreto. La discreción es también reserva, prudencia y elegancia. Cuando se hace algo a discreción quiere decir que es según cada cual quiera o decida. “El Respeto al derecho ajeno es la paz”, dijo Benito Juárez. Cada uno es dueño de sus actos y por lo tanto hay que guardar la distancia, ser sigiloso con lo que se va a decir o divulgar sobre la vida de los demás. Hay que ser profesional. Que no exista abuso de confianza. No porque alguien le confíe algo en confianza le da derecho a decirlo a los cuatro vientos. Nadie tiene derecho a tratar los asuntos privados del otro si el otro no se lo autoriza o se lo permite. Una cosa es una denuncia sobre un acontecimiento peligroso que va a ocurrir y otra cosa es divulgar secretos sin autorización.
Como una reflexión final es permitido significar que estas cinco cualidades agregan mucho valor a la personalidad del individuo. El ser humano que es perseverante, firme, equilibrado, inteligente, que tiene buen sentido del humor, es predecible, pacífico y a la vez luchador puede decirse sin derecho a equivocarse que tiene garantizada una mejor calidad de vida. Una existencia más próspera.
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