El Bosque Nacional El Yunque en el municipio de Río Grande al noreste de la isla de Puerto Rico, es el único bosque tropical lluvioso que pertenece al sistema de bosques nacionales en territorio estadounidense. Con sus casi 29,000 acres, es uno de los de menor tamaño en extensión territorial, sin embargo, es uno de los bosques nacionales de mayor diversidad biológica, albergando cientos de especies de animales y plantas, algunas de las cuales solo se encuentran allí. Es un tesoro nacional en más de una forma que ya les voy a contar. Al escribir sobre Puerto Rico, lo que más la gente me pregunta es cómo va la recuperación de El Yunque luego del paso del Huracán María.
Este verano he tenido la suerte única de ver por mi misma cómo ha sido esa recuperación. Y de hacer algo que nunca había tenido la oportunidad de hacer… hospedarme prácticamente en el seno de este maravilloso bosque, del que hay tantas leyendas y mitos populares.
Yuquiyú Tree Houses es una hospedería diferente a cualquier otra que yo hubiera experimentado, incluso como ávida viajera. Es un lugar que sirve para desconectarse del mundo y despertar todos tus sentidos en perfecta armonía con la naturaleza. Es un refugio rústico, en medio de las montañas de la selva tropical. Algunas personas lo considerarían “glamping”. Tienes tu propia cabaña con balcón, muebles de diseñador, una cocina de granito y un baño que es, en toda honestidad, el baño más hermoso que he visto en cualquier hotel. Estarás rodeado por un jardín tropical, donde tu piscina será un río en cascada y donde cada casa tiene una vista icónica de El Yunque.
Vamos por partes. ¿De dónde viene ese nombre tan particular?
¿Por qué hospedarte en Yuquiyú? ¿Qué puedes hacer en el área?
Yukiyú: el dios Taíno
Un poquito de historia… Los lectores puertorriqueños seguramente saben que “Yukiyú” es un nombre Taíno. Hay una leyenda del gran cacique del Turey, Yukiyú. De hecho, mi papá lo invocaba todo el tiempo, y es que se dice que vivió a manera de los dioses griegos que residían en el Olimpo, solo que Yukiyú reinaba en El Yunque -ahora conocido como el Bosque Nacional del Caribe. En el folclore diario del puertorriqueño, se dice que El Yunque detiene el golpe de huracanes en la isla. Dicen que Yukiyú luchó con su hermano, Juracán (el dios de los huracanes), protegiendo a su gente de las acciones de su hermano. ¿Por qué les hago toda esta lección de historia? Porque no es casualidad que esta mágica propiedad lleve por nombre precisamente, Yuquiyú. Y es que se le conocía también como el dios de agricultura, de la paz y de la tranquilidad, y representó el bien (en contraste con su hermano malvado, responsable de tormentas, terremotos y malas cosechas). Cuando llegas a Yuquiyú Tree Houses, tan pronto empiezas a bajar la pequeña cuesta para llegar hasta las cabañas, lo primero que llamó mi atención fue el olor a distintas flores. Lo primero que le pregunté a Manuel, mi amable guía durante mi estadía fue qué flor era esa. Me dijo que era una combinación de muchas plantas, de flores, de frutas, arbustos, árboles.
Yuquiyú Tree Houses
La verdad, no sabía del todo qué esperar, porque yo no soy de mucho “glamping”. Pero tan pronto entré a la que sería mi casita por los próximos días, El Mirador, supe que me daría trabajo irme. Entonces, parece que el dios Yukiyú sí reina aquí, porque todo se da hermoso. Su restaurante, Huerto Escondio, es vegetariano y cuenta con el concepto de “farm to table”. Su Chef, que no le gusta que le llamen Chef, es un joven puertorriqueño, que se llama solo Fyah, el nombre Rastafarian para el fuego. Fyah me aquí hay sembrados: guineos, plátanos, árbolitos de rambután, papayas, carambola (star fruit), parcha, pana, loquat (parecido al níspero), acerola, guanábana, limoncillo, gandules, poleo (bueno para el dolor de estómago), malagueta, maguey (limpia la sangre), limón, naranja, cada uno con su propósito. Por ejemplo, el vetiver (parecido al pacholí) lo siembran para controlar la erosión; hace una especie de muro de contención bajo la tierra. También me contaba que cuando el director, Martin Haggland, y el, empezaron a soñar con este proyecto, a Martin le importaba la belleza del lugar, y tuvo mucho cuidado en sembrar solo fauna nativa de esta área, mientras que a Fyah le ocupaba la comida; “la comida es vital”, me dice. Faltan solo algunos detalles para que el proyecto logre ser del todo auto sostenible (energía solar y molino de viento).
En Yuquiyú te cautivarán los detalles. Tendrás frutas frescas, leche de coco, café puertorriqueño fresco, todo en tu cabaña. Te podrás hacer una batida perfecta cuando te levantes con el arrullo de río que está en la misma propiedad, y la vista espectacular de los picos del Yunque. Como sus propios dueños te dirán, la experiencia no es para todo el mundo. No hay televisión ni wi-fi. La cabaña no tiene aire acondicionado. La verdad, jamás los extrañé. En las noches sentarse a ver el cielo estrellado es todo lo que vas a necesitar. ¡No recuerdo la última vez que vi tantas estrellas! Y te duermes con el cantar del coquí. Como estás en el bosque tropical, llueve prácticamente todas las noches. Sino fuera porque me mojaba, hubiera dormido con toda la cabaña abierta. Yo me quedé en El Mirador, la primera cabaña cuando entras a la propiedad y cuyo nombre se debe a las majestuosas vistas que tiene de los picos de El Yunque. Ahora mismo, hay dos cabañas más, La Cara del Indio y La Cascada. Todas gozan de un diseño de arquitectura caribeña que refleja tradiciones, imitando las casas pequeñas de madera que eran comunes en Puerto Rico hace más de un siglo.
Lo que puedes hacer
Yuquiyú Tree Houses está localizado a menos de 1 hora del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín. Tendrás a Río Grande como tu base y estarás cerca de varios municipios costeros donde podrás disfrutar muchas de las bellezas de Puerto Rico.
Parque Nacional El Yunque: Diría que es la primera visita obligada. El místico bosque de El Yunque, el que es capaz de detener huracanes, te cautivará con sus cascadas de aguas cristalinas, con su verdor y variedad de flora, hogar de la cotorra puertorriqueña. No se puede minimizar la deforestación que causó el Huracán María aquí, pero me cuentan que ya a unos cuatro meses todo empezó a florecer. De hecho, el Chef Fyah me comentaba que a veces la misma naturaleza encuentra necesario hacer una limpieza. Y entiendo que eso fue lo que pasó. Visita la Torre Yokahu para unas vistas impresionantes de los picos, a una elevación de 1,575 pies, el Bosque de Nubes, las cascadas de La Coca y La Mina (La Mina podría estar aún cerrado al público). El Yunque es un lugar indispensable.
Luquillo: Este pequeño municipio de gente amable, famoso por sus kioskos de comida típica, te recibirá con ríos idílicos y playas hermosas. Para los más aventureros, vista el Río Las Pailas, una especie de parque acuático natural. Lo que más me gusta hacer aquí es “beach hopping”, ir de playa en playa, de arenas doradas y olas movidas. Empieza por el Balneario de la Monserrate, detrás de los Kioskos de Luquillo. Sigue con Costa Azul y termina en La Pared. La Pared es una playa mayormente para surf, ¡así que cuidado con las olas! Si te aventuras a una caminata de unos 40 minutos desde La Pared, puedes visitar el Corredor Ecológico del Noreste y la playa La Selva, conocida por surfers y tortugas. No muchos llegan hasta allá…
Fajardo: ¡Muchas cosas que hacer y ver en Fajardo! Muy conocido por el fabuloso Hotel El Conquistador, éste aún se encuentra cerrado por daños del huracán, pero puedes visitar la bellísima playa de Seven Seas, hacer un tour de snorkeling en catamarán desde la Marina Puerto del Rey, visitar la pequeña villa pesquera de Las Croabas; desde allí, puedes contratar una embarcación pequeña que te lleve al Cayo Icacos. Puedes también coordinar una visita a la Reserva Natural de las Cabezas de San Juan (esto debe hacerse con reservación previa a través de Para La Naturaleza, del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico). En Fajardo también hay una bahía bioluminiscente donde puedes hacer excursiones de kayak.
Naguabo y Ceiba: También son municipios costeros, donde encontrarás buena comida de mar, en Naguabo visita su alegre malecón, el Río Blanco y el Charco del Hippie. En Ceiba se encuentra la antigua base militar de Roosevelt Roads, la Playa Los Machos y la Playa Medio Mundo.
Después de todas tus aventuras por estos hermosos lugares, regresa al oasis de paz que es Yuquikú Tree Houses. Tal como me imaginé cuando llegué, me dio trabajo irme. Cuando me despedí del tío de Fyah, un señor gentil de larga barba y unos 80 años que cuida los cultivos, me dijo: “Ojalá regrese pronto, porque usted le ha traído gran alegría a este lugar”. Estoy segura de que pronto volveré, pero la alegría y la paz me la brindaron ellos a mi.
Para más información, visita: https://yuquiyufarm.com
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