No importa cuanta agua tomes o cuanta lechuga te sirvas en tu ensalada. Si no te mueves, no pierdes kilos. Es así.
Te has preguntado que es lo que sucede por qué a pesar de pasar hambre, tomar litros y litros de agua, comido kilos de lechuga y todo vegetal verde que te consigues en mercados y abastos, rechazado todos los dulces que te han ofrecido y la balanza no se mueve hacia abajo. No estás solo en estas preguntas. Aquí vamos a ayudarte a descubrir qué no estás haciendo bien y cómo modificar tus conductas para que la vida juegue a tu favor. Veamos.
Te transportas de la misma manera: Si tomas el ascensor cuando vas a subir 2 pisos, usas las escaleras mecánicas y te estacionas lo más cerca posible del lugar donde vas, son hábitos que no ayudan a cambiar tu metabolismo. Si lo haces diferente, estos pequeños cambios pueden hacer toda la diferencia, porque las calorías que vas a quemar subiendo escaleras y caminando hacia tu destino son las mismas que te comiste en el dulce que te ofrecieron, la galleta mientras cocinabas, el traguito del refresco o el chocolate antes de dormir. Por eso es muy importante, realizar algún tipo de actividad física, considerándolo una disciplina. Realiza lo que más te agrade: bailar, caminar, pilates, yoga, entre otras actividades divertidas, con la que puedes quemar las calorías que has consumido
Amas tu refresco de dieta, porque no tiene calorias: Si no tiene calorías, no engorda, ¿cierto? Ésta es la línea con que nos venden los refrescos ligth. Estudios recientes de institutos tan serios como el Diabetes Care han evidenciado que el consumo de refrescos dietéticos con regularidad está asociado con un mayor riesgo de acumulación de grasa abdominal lo que conlleva padecimientos como diabetes mellitus tipo 2 y síndrome metabólico.
Te sientas frente a la tv o computadora para comer: este es uno de lo hábitos que no permite darte cuenta que estás satisfecho en el momento de comer. Según un estudio del Journal of Clinical Nutrition, si una persona come de esta manera aumenta la cantidad de alimento que ingiere tanto en ese momento como en el resto del día. Disfruta tu comida en compañía de tus amigos y familiares. De esta manera tu cerebro registrará que está ingiriendo alimento y te lanzará una señal de que está satisfecho en el momento justo y tú serás capaz de escucharlo.
Tu familia y amigos no te apoyan: Todos tenemos algún familiar o amigo que te dice “¿Estás a dieta? ¿Para qué? y te tientan a comer alimentos llenos de calorías, en muchos casos, solo por el hecho de querer compartir contigo. El apoyo de las personas que nos rodean es fundamental para lograr nuestro objetivo. Estar a dieta requiere de mucha fuerza de voluntad. Rodéate de personas que estén dispuestas a apoyarte en este proceso y te digan lo bien que te ves con los kilos que has bajado y con los cambios obtenidos.
Te olvidas de la dieta los fines de semana: haces poco con esforzarte de lunes a viernes para olvidar todo el sacrificio el fin de semana y comer de más. Una dieta debe ser un plan de alimentación balanceado, donde no te quedes con hambre y aprendas a comer todos los alimentos sin excederte. Recordando que se deben realizar 3 comidas principales -desayuno, almuerzo y cena y sus respectivas meriendas de media mañana y media tarde-. Esto sigue aplicando si es sábado o domingo. Sabemos que el fin de semana es un momento complicado y lleno de tentaciones alimentarias. Puedes darte permiso de comer un poco más de lo normal, pero no te comas todo el restaurant, así como hacer una mejor selección de lo que vas a comer. Trata de hacer un balance de las calorías que vas a consumir. Si te invitaron a comer hamburguesas o pizza de cena un sábado, pues trata que el desayuno y almuerzo sea lo más ligero posible.
Duermes menos de 5 horas: Dormir es uno de los grandes placeres de la vida y tiene su razón de ser. Dormir menos de 5 horas altera las hormonas digestivas responsable de controlar el hambre y el sentimiento de saciedad. La relación es obvia. Los adultos deben dormir 7 horas diarias, pero si estás a dieta trata de que sean 8 para que organismo esté tan descansado que en lo único en lo que se concentre sea perder peso.
Actualmente se desempeña como nutricionista bariatrico del Centro Metropolitano de Obesidad yla Unidad Gastroobeso.
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Excelente!!!