“Lo indecible me será dado, solamente,
a través del lenguaje”.
Clarice Lispector
Nunca había transitado con tanta suavidad los sucesos, como al leer el libro de cuentos Improbables. Vicky Nizri, me tomó de la mano y me llevó con ella a su manera de ver el mundo; paisajes de lo minúsculo, de eso que es invisible, pero que gira frenético y en perfecta sincronía con lo importante.
Improbables, celebra los detalles y los hace palabras para poner al descubierto la intimidad. Así combina la simpleza de lo común y al mismo tiempo lo esencial.
Sin duda, pudo sumergirme en su narrativa; la que opera desde el silencio y en lo agridulce: los recuerdos de la anciana, en el claro mensaje de los sordomudos, en la añoranza del migrante, en los deseos del indigente, en fin, en esas cosas de la vida que son más penosas de lo que aparentan.
Lo que más me impresionó de Improbables es la atmósfera a la me introdujo con su lectura; los cuentos, demolieron mi manera de leer porque la acostumbrada descripción de los acontecimientos, simplemente, no inexistente, así que no tuve más remedio que entregarme a su nebulosa poética, a rendirme a las sensaciones para develar la verdadera historia.
Vicky Nizri y el territorio urbano
Vicky Nizri concentra en este libro de cuentos un territorio urbano, pero que cristaliza y pone en relieve a aquellos que están afuera del orden preestablecido, a los que existen en las ciudades, pero que nadie ve:
“…los tajantemente cortados de lo aceptable que han dejado su historia amortajada, apilada en aturdidos bultos…los de risotadas chimuelas y diálogos fantasmas… de los que cargan sus hogares en un carrito de súper…”
Improbables, logra hacer una apertura en el paisaje social. Potencia con eficacia lo vulnerable, y como ella misma lo nombra, expone “la grieta en la pared”; pero, además, tiene el don de hacerlo con una poética efectiva que es capaz de pasearnos a su compás.
Con este libro, Vicky Nizri toma un riesgo de experimentación literaria. Sus (me atrevo a decirlo) cuentos-poemas, extienden hasta nuestros días ese ardor que tuvieron los escritores del siglo anterior para romper la literatura tradicional. Esta es la razón por la que sus cuentos parecen fragmentarse, disponen de los signos gramaticales para imponer su ritmo y su manera de ver las cosas.
No pude evitar imaginar que iba construyendo un rompecabezas en su lectura. Comencé con las imágenes de la periferia, mientras, iba sospechando sobre lo que me mostraría su centro; con tensión y expectativa, unifiqué las piezas, y al final, al llegar a la completitud me topé con tremendos paisajes, de esos que sacuden, que conmueven por lo triste y otras veces por lo tierno.
Al leer Improbables, pude notar que los personajes, no solo viven dentro de los cuentos, sino también viven fuera; los vemos poco a pesar de que están frente a nuestros ojos. Pero, lo más extraordinario es que, tienen poder, sí, Vicky los ha dotado de la facultad de abandonar las páginas y mudarse dentro del lector… bueno, al menos yo, no puede dejarlos encerrados en el libro, y aún los llevo conmigo a donde quiera que voy.
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