Mientras se debate en Venezuela la salida a la crisis a través de un diálogo, la población se desespera porque observa más nudos en la cuerda para llegar a un acuerdo.
La desesperación toca fundamentalmente a las familias, que llevan encima de sus hombros el mayúsculo problema de la manutención de niños y adultos mayores, el sector más vulnerable que se ha cobrado vidas a lo largo de los meses y años anteriores. A estas alturas se discute la sinceridad o no del diálogo, donde intervienen personalidades internacionales, sin que hasta el momento exista una solución para el hambre y las condiciones graves de salud de muchos venezolanos.
Un pensamiento de Simón Bolívar es oportuno recordarlo en estos tiempos, el dijo: La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan. El pueblo de Venezuela merece y reclama más atención en la alimentación, salud y seguridad, son indispensables cuando se juega el futuro del país.
Zánganos son los políticos que le dan vueltas y rutas largas a la situación en el país. Por un lado para darse oxigeno en lo que ellos más ambicionan, como el poder para dilapidar lo que queda del erario público, aumentar la corrupción, mover tentáculos internacionales para buscar un nicho donde pernoctar al momento de la liquidación de este régimen nefasto.
Se habla todos los días de una supuesta impunidad para los que han cometido asesinatos y todo tipo de violaciones a los derechos humanos en el país, desde el poder. Asimismo, se comenta entre la población el papel de los prelados de la iglesia católica, sin darse cuenta de lo que pasa al otro lado del charco. Hay serias dudas de la misericordia eclesiástica hacia los pobres venezolanos que mueren de mengua ¿Quiere la plana mayor del sacerdocio católico un dialogo sin vía crucis?
En este diálogo loco son muchos los que erosionan para tener abundancia y otros van como la serpiente buscando la mejor presa.
Hablen claro, tomen un tiempo y deténganse a leer en las redes sociales, perciban, -si es que no pueden asimilar- las expresiones y planteamientos claros que tiene el vulgo. No es cuestión de mesa es un asunto que requiere el llamado de emergencia nacional porque el tiempo y la capacidad de aguante se agota.
@susanamorffe
susanamorffe.blogspot.com
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