Dos días después del derrumbe del puente en Miami, se abre paso la hipótesis de que una actuación negligente en la labor de ingeniería de las empresas contratadas habría sido el origen de la tragedia, que se había cobrado la vida de seis personas, según los datos oficiales.
Si bien la cifra total podría elevarse a once, dado que hoy permanecían al menos cinco personas bajo los escombros. Aunque la investigación no ha hecho más que empezar, los primeros indicios apuntan a que el sistema utilizado, consistente en una nueva tecnología capaz de reducir el tiempo de construcción manteniendo la seguridad, habría fallado estrepitosamente. Marco Rubio, senador republicano por Florida, ahondó hoy en esta posibilidad al escribir en Twitter que los cables de los que colgaba el puente «se habían aflojado, lo que llevó a la empresa de ingeniería a ordenar su reforzamiento».
Fue en el momento en que se llevaban a cabo esos trabajos cuando el puente se vino abajo. Al parecer, la colocación de la estructura del puente, que había dado incluso para un acto de inauguración el pasado sábado, apenas se prolongó durante más de seis horas.
La situación reviste aún mayor gravedad dadas las declaraciones de un ingeniero de la firma que diseñó el puente. El hombre, empleado de la firma FIGG e ingeniero principal del proyecto, alertó por mensaje de voz a un empleado de la agencia estatal sobre un crujido en la estructura dos días antes de que se desplomara, según comunicaron hoy las autoridades. El destinatario no habría escuchado el mensaje hasta este viernes, un día después del fatal accidente.
El trabajador de FIGG explicaba en su mensaje que «desde una perspectiva de seguridad» no veía que hubiera «ningún problema».
El Consejo Nacional de Transporte se ha puesto al frente de las pesquisas para determinar las causas del derrumbe, con un equipo de quince investigadores. Según aseguró su presidente, Robert L. Sumwalt, el organismo federal se encargará de llevar a cabo un trabajo independiente del que realicen las autoridades locales. Además del alcance del trágico suceso, el proyecto y la obra cuentan con fondos federales, 14.200 millones de dólares procedentes del departamento de Transporte de EE.UU..
El puente que iba a unir la Universidad Internacional de Florida con la ciudad de Sweetwater, en el condado de Dade, donde viven más de 4.000 estudiantes, se hundió repentinamente la tarde del jueves, sepultando bajo los escombros a numerosos vehículos y sus conductores. Diez de los que resultaron afectados pudieron ser trasladados rápidamente al Hospital Kendall Regional, donde uno de ellos falleció poco después de ingresar. Otro de los heridos se encontraba ayer en estado de coma, con daños severos en sus extremidades. El director del centro médico, Mark McKenney, declaró que la edad de los heridos oscilaba entre los 20 y los 50 años. Posteriormente, el paciente pero efectivo rescate de cuerpos sin vida a cargo de los bomberos situó en seis los fallecidos. Hoy, las autoridades calculaban que, al menos, otras cinco personas permanecían atrapadas bajo los bloques de hormigón.
Tomado de: Manuel Erice Oronoz – corresponsal abc.es
Foto: Diario Las Américas
