Mientras miraba el partido entre Inglaterra y Suecia para la eliminatoria de los cuartos de final, le hice barra a los vikingos para quitarme el sinsabor de la amarga derrota de Colombia. Pero como dice el dicho, en el fútbol, quien no hace los goles los ve hacer. Inglaterra indiscutiblemente fue superior a Suecia en la cancha y con dos eficaces cabezazos se adjudicó la victoria.
Sin embargo, además de los golazos en las canchas rusas durante esta Copa Mundial FIFA 2018, actualmente se está abriendo un tablero de juego con posibilidades prometedoras para América Latina, en especial Colombia, siempre y cuando los empresarios exportadores y emprendedores se acondicionen para jugarlo.
La guerra de aranceles entre los gigantes Estados Unidos y China se oficializó el pasado 5 de julio. La administración Trump implementó aranceles de importación a productos chinos equivalentes a 34 billones de dólares y como era de esperarse, China impuso sus propios aranceles a 34 billones en productos importados de la contraparte.
Según New York Times, se anticipa que estas cifras sean incrementadas por parte de ambos bandos, lo cual tiene a algunos expertos económicos colgados del techo. No obstante, otros expertos han puesto las cifras en una perspectiva menos alarmante para la industria norteamericana y para el resto del mundo.
Las cifras consolidadas de la oficina del representante de comercio de los Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés) indican que para 2016 el intercambio comercial entre los dos países totalizó $648.5 billones de dólares aproximadamente.
Las exportaciones de EEUU hacia China fueron $169.8 billones, mientras que las exportaciones de China a EEUU fueron $478.8 billones. El déficit de intercambio de productos y servicios entre los dos países fue $385 billiones de dólares.
Mientras EEUU es el mercado de exportación número uno de China (equivalente al 19%), China ocupa el tercer puesto en la lista de clientes gringos (8%). Entonces, ¿quién depende más de quién?
Aclaro que no estoy minimizando la seriedad de lo que está ocurriendo entre las dos potencias, pero las cifras demuestran que China es quien está jugando a la defensiva. Por décadas el país asiático ha inundado los mercados del mundo generalizando la popular frase “Marca Gato”, que se refiere a las réplicas de cientos de miles de productos que los chinos han sabido copiar y reproducir por menos valor.
Ahora bien, teniendo en cuenta las cifras de exportaciones colombianas de junio 2018 de DIAN-DANE la guerra entre China y USA no nos pone en una posición tan desventajosa.
Colombia exporta 19.8% de manufacturas y el 19.2% de productos agroalimentarios (exportaciones incluídas en la guerra arancelaria), mientras que casi el 58% corresponde a combustibles e industrias extractivas (exportaciones no incluídas en la guerra de aranceles).
Es aquí donde surge la oportunidad para Colombia. Los productos de exportación que aumentaron–comparados al mismo período en 2017–fueron, en el sector agropecuario, legumbres y frutas, aceites y grasas vegetales en bruto o refinados, productos animales y vegetales en bruto. En el sector manufacturero fueron hierro y acero, vehículos de carretera, plásticos en formas primarias, abonos y minerales no metálicos.
Si bien es cierto que nuestro cliente número uno es EEUU, país al cual se exportó más de mil millones de dólares en abril de 2018, ¿adivinen cuál fue el país que más incrementó la importación de productos colombianos comparado con 2017? China, un impresionante 161.32% más.
En conclusión, que peleen los grandes. Las pequeñas economías como la colombiana están en una posición estratégica de ataque ya que le pueden pasar el balón a quien lo pida, siempre y cuando no se marquen un autogol.
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