Las palabras son cámaras del corazón que se agarran apretando el aire, mientras observamos todo lo que hacemos, miramos fijamente a las estrellas y nos enteramos que a veces miran hacia atrás con los ojos invertidos.
Un amanecer distinto
Quiero ir a casa. ¿Qué
está abierto a esta hora,
en este pequeño lugar
del convulsionado mundo?
¿Qué se está quemando y
qué es tan dulce?
¿Qué duele
como un corazón enfermo
en tu cuerpo, planeta Tierra?
Ve despacio, sol y luna,
ve lento. Dame esta
hora. Este baile Ese pájaro gritando para siempre.
Presionar la palma de la mano, aprendiendo a desplegarse,
más allá del hierro oxidado.
Una luz que se vuelve verde
inundando un desierto que reside en mí,
voy cortejando árboles donde
han vivido mis nombres
con el sigilo ante lo que está hundido
y lejos de la última rabia del sol.
Nunca desmoronar el deseo,
quiero que las raíces abandonadas
Renazcan. Si pudiera ser anaranjada,
Nada de repitición, nada concluye con
la oscuridad sorda. Esta es la verdad:
Prefiero el tipo de belleza que nunca
absolverá el significado.
Y ahora y ahora: y: y: ahora es: y: y árbol de la memoria
y la torre de la iglesia dice por siempre sobre las mariposas
y la calle brota de ideal y real por igual.
- El virus nos dejó en blanco, un poema de Eduardo Escalante - marzo 27, 2020
- El mal no se levantó del infierno, un poema de Eduardo Escalante - marzo 20, 2020
- Escribiendo cosas en silencio, un poema de Eduardo Escalante - marzo 6, 2020
Inspiradoras palabras para la madre Tierra, felicitaciones por tan profundos sentimientos!