En su andar ha encontrado detractores en las compañías de taxis, que califican como desleal el servicio de transporte económico
Marybel Torres @marislatorres
Minín Arévalo @minincita
En 2009 comenzaron a rodar tímidamente los primeros en los Estados Unidos. Seis años después hacen ruido al pasar por más de 50 ciudades del mundo. Se trata de Uber, una compañía de servicio de chofer a domicilio a bajo costo, creada por Garrett Camp y Travis Kalanick, con sede en California y que está haciendo temblar al convencional servicio de taxi que ahora tienen que reinventarse para no morir aplastados por esta nueva modalidad. Solo en Estados Unidos ya hay más de 500 mil almas dedicadas a esto.
Pero ¿qué demonios es Uber y cómo se puede acceder a su servicio? Para quienes no lo sepan o estén familiarizados, Uber es una empresa emergente que proporciona a sus clientes una red de transporte a través de su software de aplicación móvil. Esta aplicación está disponible de forma gratuita para todos los sistemas operativos de telefonía celular.
Pero más allá de que esto sea bueno para quienes desean transportarse rápido y seguro, la mejor parte se la llevan los choferes. Según uno de sus creadores, el negocio está caliente porque quien está detrás del volante se lleva 80% de cada dólar que recibe por su trabajo. El otro 20% tampoco lo pierde. La empresa lo usa para generar más leads, es decir, crear conexión con la gente que quiere usar el producto, y hacer marketing.
Y las ganancias son más que razonables. Al año, cualquier mortal con un carro de 4 puertas y ganas de ponerle empeño a la cosa, se puede ganar mucho más de lo que lo hace alguien que está sentado más de 10 horas al día en una oficina. Malo no es, sobre todo si se toma en cuenta que la inversión inicial es cero.
¿Y cómo empiezo?
Para poder utilizar la Aplicación o el Servicio, en primer lugar deberá registrarse en la compañía a través de su página web. Al registrarse estará obligado a facilitar su información personal, su número de teléfono celular, foto, mail y los datos de la tarjeta de crédito, esto permite que no manejar efectivo. Con la fotografía, el conductor sabe a quién está buscando y también quién nos viene a buscar. Tras completar adecuadamente el registro, se le facilitará una cuenta personal a la que podrá acceder con la contraseña que elija. El solicitante debe tener más de veintiún años.
La Aplicación le permitirá enviar una solicitud de servicio a un Proveedor del Transporte que será el único que pueda decidir, aceptar o rechazar la solicitud. Usando la aplicación, los clientes pueden rastrear la ubicación de su coche reservado. La Aplicación también permite ver el progreso del Proveedor del Transporte hacia punto de recogida en tiempo real. Los interesados tienen la posibilidad de ver en sus dispositivos móviles por GPS donde están los carros más cercano, el camino que está haciendo el conductor y cuando llega al destino.
Este servicio de brinda la opción de que puedan seleccionar el vehículo que quieran que les realice el servicio. Se ofrecen cinco tipos dependiendo de la ciudad en la que se esté. La tarifa a pagar también dependerá del país y la ciudad. La selección la pueden hacer en la parte inferior de la aplicación para configurar sus preferencias de vehículo.
Los 5 tipos disponibles son los siguientes:
• Black Car (carro negro). Este es el servicio original de Uber. Este servicio mandará un sedán a la ubicación, con capacidad para hasta 4 personas.
• Taxi. Este servicio envía un taxi (que tenga convenio con Uber). Estos taxis son como cualquier otro sólo que se pagan a través de la aplicación.
• UberX. Este servicio envía un carro a la ubicación con capacidad para 4 personas. Esta es la versión económica.
• SUV. Este servicio envía una SUV a la direcciónn con capacidad para 6 personas. Este es un servicio ligeramente más caro que el servicio «black car» o carro negro.
• LUX. Este servicio envía un carro de lujo a tu ubicación, con capacidad para 4 personas. Ese es el servicio más caro de Uber.
La envidia mata y más con estos números
En la mayoría de nuestros países, esa frase se usa mucho, sobre todo la utilizan aquellos a quienes les va bien y levantan miradas de soslayo a su paso. Lo mismo pasa con Uber. Un negocio que crece como la espuma, que ya ha generado más de 20.000 empleos mensuales directos solo en los Estados Unidos y que deja ganancias brutas de hasta 200 dólares diarios en un día bueno de trabajo, no decimos miradas de reojo causa. Produce mucho más que eso, rabia.
Ya sus cifras están en la calle y son verdaderamente oprobiosas. Y antes de revelarlas, hemos de decir que si seguimos contando cosas buenas de este negocio, todos van a dejar de leer y se van a ir a llenar la aplicación. Para trabajar en Uber no se necesita tener una profesión específica, una habilidad especial –salvo la de manejar responsablemente, claro, pero eso ya lo hace la mayoría de la gente- y es perfecto para paliar la crisis personal, en los hogares y en la vida de las personas, porque después de inscribirse, en una semana ya se están generando ingresos.
Y ahora si, la cifra: la gente de Uber en Nueva York, por ejemplo, hace más de 90.000 dólares americanos al año, libres de polvo y paja, mientras que en San Francisco, la cosa ronda los 75.000 verdes. En Miami, la situación no es peor, aquí en este lado del mundo, un trabajador independiente de Uber se puede hacer unos 87.000 en un año. Eso si, en todos los casos, estos números son para quien se proponga hacer 40 horas semanales de viajes alrededor de sus ciudades. Si esto no es un negocio redondo, pues que vengan y nos expliquen cuál si es. Quizás por este motivo los taxistas estén en pie en todo el mundo contra esta aplicación.
Uber, por otra parte, aspira promover la igualdad de género, acogiéndose a la Declaración de Beijing, al ofrecer oportunidades económicas para las mujeres. En tal sentido, creará 1.000.000 puestos de trabajo para las mujeres como pilotos en la plataforma Uber 2020. Sin embargo, ya muchas se han adelantado a la iniciativa. Conoce la historia de Ninoska que te contamos más abajo.
No todo es color de rosa
La innovación y competencia ha generado resistencia y Uber ha encontrado en el servicio de taxis, a sus más grandes enemigos, quienes tildan al servicio de “desleal”. Así, por ejemplo, en Nueva York, los taxis amarillos, eternos iconos de la “Gran Manzana”, que están siendo superados en número por carros de la empresa de transporte Uber, según un reciente informe de la Comisión de Taxis y Limosinas de Nueva York (TLC), han realizado protestas y demandas. En Miami, Florida, han bloqueado su señal en el aeropuerto y puerto y muchos choferes enfrentan multas.
En España, cesó su servicio de transporte comunitario UberPop después de perder una demanda. En Francia, Inglaterra y Holanda, el gobierno ha dado multas a conductores que manejen autos para transporte público y que no tengan licencia de chofer. Asimismo, en India la compañía estuvo en el ojo del huracán después de que uno de sus choferes fue acusado de violar a una pasajera.
A pesar de los problemas, Uber sigue avanzando en su conquista por el mundo. La compañía recibió en diciembre una nueva inversión que la coloca con una valuación de 40,000 millones de dólares, además hizo una alianza con el servicio de música por streaming Spotify para que los usuarios elijan la música en los viajes, igualmente realizo lo propio con la compañía de telecomunicaciones América Móvil para preinstalar el app de Uber en los teléfonos vendidos por la compañía.
Entonces, mientras que el gremio de los taxistas en general están en guerra contra estas plataformas, otros taxistas ya se están despidiendo para irse a trabajar en Uber y, por qué no, en Lyft, aplicación que nació a la sazón de la primera y en donde tampoco la cosa pinta mala.
Otra de las ventajas de este tipo de aplicaciones y que rara vez se nombran, es la de la seguridad para los propios conductores, y es que los pagos se realizan de forma digital, por lo que los «taxistas» no necesitan llevar dinero encima, haciendo que sean menos atractivos a la hora de robarles, así como los clientes pagan por adelantado y quedan fichados por la propia aplicación.
Con este tipo de aplicaciones, las agresiones hacia los conductores podría reducirse a cero.Obvio, esto también genera rabia de los demás.
La cosa se ha puesto tan dura para Uber y sus empresas similares alrededor del mundo, que gobiernos como el español, por ejemplo, están buscando la manera de legislar para prohibirle a todo aquel que no tenga una licencia administrativa, la posibilidad de trabajar llevando gente de un punto a otro. En Miami, la historia no es muy diferente. Aunque no es el gobierno el que preocupa a los choferes, si lo son los señores que manejan carros amarillos. En el aeropuerto donde te pesquen recogiendo a un pasajero te multan por lo menos por 1.500 dólares. Y esta “conquista anti Uber” se le debe a los taxistas que hacen vida en el terminal de aviones de la ciudad.
Con la aplicación es más seguro
Así como la llegada de la televisión no acabó con el cine, ni la de Netflix probablemente acabe con la televisión tradicional, seguramente estas aplicaciones no darán muerte definitiva a las líneas de taxi de toda la vida; pero de que le están haciendo y le harán más mella, de eso no cabe duda.
Y cuanto más tiempo tarden los taxistas en ver esta inminente realidad más decepciones se llevarán en un futuro cercano. Lo que sí es cierto es que las personas que están en Uber que hablan de su experiencia con esta aplicación, aseguran que el servicio es mucho mejor que el taxi tradicional en todos los aspectos.
Por ejemplo, esto lo leemos en la página española www.negocios1000.com: “Si al otro lado tenemos que los conductores están felices, y estas aplicaciones pueden hacer de la crisis algo más llevadera para algunas familias con todos sus miembros en paro y que pueden encontrar una forma honrada de ganar dinero ofreciendo un servicio necesario y de menor coste para un usuario que no coge taxis por el alto precio, creo que se deberían debatir muchas cuestiones”. Y es así.
Lo cierto es que Uber le esta “latiendo en la cueva”, a las compañías o asociaciones de taxis, que lo ven como una real y tangible competencia y a quienes no les quedara otra que reinventarse o morir.
Ninoska anda montada en un Uber
Uber no solo es una solución extraordinaria para que los hombres pongan un plato de comida sobre las mesas de sus casas. También lo es para las mujeres, que bien por ayudar con el presupuesto familiar, porque están sufriendo del síndrome del “nido vacío” o porque no quieren seguirle estirando la mano a sus maridos a la hora de ir al salón de belleza. Ah, y esto para las latinas que recién comienzan una vida laboral en los Estados Unidos es la gloria.
Así le pasó a Ninoska Garroz, una talentosa periodista venezolana que aún cuando vive con un balcón frente al mar, necesitaba sentirse útil y generar algo de dinero sin comprometer por completo su tiempo pues tiene una hija de 12 años.
Tacones, aretes enormes, el cabello en hermosos rulos y un pintalabios nada discreto han sido sus compañeros de ruta. “Uber ha sido una solución para mi, no solo por la parte financiera, que verdaderamente me ha ayudado mucho en mi economía familiar, sino porque también me ha permitido conocer gente maravillosa”, nos dice.
“Haciendo una carrera para Uber te topas con todo tipo de personas. Los hay muy callados, los habladores, los que se sinceran contigo y los que ni te ven. Pero lo bueno es que en todos los casos, te sientes a salvo; no hay peligro con ningún pasajero, porque sabes que estás 100% monitoreada por la aplicación. Es más, si ves que alguien tiene pocas estrellas en su record como cliente, puedes decidir no tomar ese servicio y punto. No pasa nada. No pierdes el trabajo”.
Para Ninoska, esta latina que se abre campo en el competitivo mundo del sur de la Florida, este trabajo se ha convertido en un aliado. Le dedica el tiempo que puede y lo hace con el mayor de los gustos. “Ha habido momentos en que las propinas son mayores al valor del servicio. Y cuando eso pasa es muy gratificante, porque sabes que hiciste lo correcto y que el pasajero quedó satisfecho con tu trabajo. En fin, para mi Uber se ha convertido en mi solución laboral”.
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