La vejez es considerada tiempo ideal para retirarse, para el sosiego y el merecido descanso. Con el ritmo de vida actual, los beneficios de mantenerse activo y trabajando son muchos más palpables en lo físico, lo emotivo y lo intelectual. ¿Seremos capaces de trabajar hasta los cien años?
Rohit Talwar, futurólogo, estratega, investigador y fundador de la empresa Fast Future, causó sensación planteando en una conferencia de prensa que muchos de los niños de hoy podrán vivir hasta los 120 años y trabajar hasta los 100 años. Parece una idea un poco descabellada, considerando que muchos de los adultos mayores no llegan a esa edad, y si se llega los problemas asociados con la vejez, Alzheimer, Parkinson y otras enfermedades son más palpables.
Sin embargo, el tema puede llamar la atención y quizás hasta encender un debate, porque son conocidos los ancianos de pueblos remotos en las latitudes nórdicas que sobrepasan los 100 años y a la vez están sanos física y mentalmente, en plenitud de facultades.
Quizás el sueño que tiene Talwar de un futuro pleno de activos centenarios vaya vinculado también con un deseo de que se considere a la vejez como una etapa plena de vida, donde podamos apreciar toda la sabiduría, la cordura y el ánimo de un anciano. Y quizás así cambiar nuestra percepción de cómo los tratamos. ¿Nos comportaremos más amables con ellos?
Para que un mundo donde la gente muy joven pueda llegar a los 100 años habría que hacer muchos cambios en la actualidad. Sanar el medio ambiente y nuestra relación con la naturaleza. Aprovechar los avances científicos y médicos cada vez más innovadores y mejores opciones de alimentación, son factores que quizás incida en el desarrollo de seres humanos con posibilidades de llegar hasta los 100 años.
Uno de los planteamientos de este futurólogo es de que en un mundo donde ciertos trabajos serán cada vez más robotizados, los humanos tendrán opciones para cambiar de trabajo y quizás mientras más adulto sea, mayor experiencia se requerirá para los nuevos empleos. Allí es donde será vital la participación de los centenaries.
El mundo según Talwar
Bueno, para este futurólogo en el promedio de una vida, una persona podrá haberse desarrollado en varios campos laborales, estudiado 10 carreras cortas distintas y pasar por 40 empleos diferentes. Es como imaginarse que comienza siendo un doctor, que también se desarrolla en la música, en historia y que logra ejercer hasta de DJ en la discoteca junto con sus nietos.
Bueno, un mundo así será posible si el desarrollo tecnológico sigue siendo tan vertiginoso. Nada es imposible. La economía cada vez más es colaborativa y los saltos en los modos de empleo son increíbles, así que se requiere personal más dispuesto, más creativo, más sabio y una persona adulta mayor puede ser perfecta para un cargo.
Mientras que los países de Europa suelen envejecer, sobre todo los países más ricos, sería interesante ver cómo siguen contribuyendo sus ciudadanos a la productividad. Consideremos países como Gran Bretaña y Alemania con poblaciones mayores de 90 años.
La BBC de Londres ha tratado el tema con expertos. Hoy los ancianos siguen estando activos y muchos llegan a los 80 años en condiciones óptimas. Sarah Harper, directora del Oxford Institute of Population Ageing, declaró que la humanidad está entrando a una nueva era de longevidad en expectativa de vida.
Seguramente la transformación llegará en el área laboral, porque muchos de esos ancianos –con toda su sapiencia e inteligencia- seguirán aportando a las economías mundiales.
Muchos cambios generados en el siglo XX tanto en áreas laborales, como de alimentación y hasta de protección de géneros, ha influido en que muchas personas superaran límites de longevidad. A principios de ese siglo muchas mujeres morían jóvenes, tan sólo por el desgaste de partos múltiples. O piensen en los hombres jóvenes que murieron durante las dos primeras guerras mundiales. La paz y la revolución femenina cambiaron el rumbo.
Trabajos modernos para los mayores
Así como los cambios en lo que va del siglo XXI nos abruma por la rapidez en cuanto a desarrollo, sólo con pensar que hasta hace unos años no existían ni el Iphone, las tabletas o la impresora 3D, y todo lo que se puede hacer con ellos, así mismo lo que es el trabajo en sí, implica cambios y los empleos tradicionales prácticamente están dejando de existir o surgen empleos que son simples o fáciles de aprender para una persona de 70 años.
Se estrecha la brecha entonces y los rangos de edad pasan a ser poco diferenciables. Así que los expertos seguramente han empezado a elucubrar sobre este tema. El área laboral está cambiando. Más allá de la edad y de la sabiduría, está el tema económico, pues muchos de esos adultos mayores tienen capital y podrán invertir en el desarrollo de sus proyectos y seguir trabajando en ellos.
Hasta en el cine el tema se ha abordado y hemos visto a Robert De Niro y Robert Redford explorar la vida de la adultez mayor y cómo se adaptan al entorno. Sin embargo, seguiremos con la idea preconcebida que se trata de trabajos físicamente no exigentes. Habrá trabajos que un anciano no pueda hacer, pero otros que sí. Muchos adultos mayores prefieren seguir siendo activos hasta el final, y les va muy bien porque esa creatividad, disposición y pasión les conduce a una vida plena y llena de autoestima.
Revisando redes sociales, se exponen casos como el de la diseñadora y pionera en el campo de la terapia ocupacional que actualmente trabaja en Silicon Valley en la creación de productos para la población de adultos mayores, Bárbara Knickerbocker-Beskind, de 91 años. También está la bailarina y coreógrafa australiana de 100 años, Eileen Kramer, a quien pueden observarla en este vídeo. Sigue manteniendo la energía y la pasión para seguir brindado lo mejor de su arte. Así que un mundo de adultos centenarios no sea ni tan quimera.
Evelyn Navas @EcnaproAsesoria
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