Permitirnos pensar el tránsito que va desde lo que estamos dejando de ser, nuestro pasado inmediato, a lo que estamos deviniendo, nuestro futuro inmediato.
Trabajando en los códigos de las flores
Desde el traquetear de Deleuze
En el jardín lo conocido y lo extraño
[este último viaja rápido, al parecer tenía antenas,
pero no pude saberlo]
tal vez lo extraño soy yo mismo,
tengo que hacer sonar la historia de otro modo,
coger la fuerzas de otro orden,
en el anterior tanto encarcelado:
{mujer, hombre, biología, historia, animales,
cuerpos, pensamiento, emociones}
Nuestra referencia un estado que no es,
( olvidar el sentirse ) entonces […]
Un recuerdo del pasado
es redundante.
Liberar la vida más allá de la caverna oscura.
Tomar lo que está estropeado, solo cortar los bordes.
La mayoría de las personas luchamos contra el lado oscuro.
No necesitamos una filosofía de la enfermedad
en la que todo debe bajar, luego subir.
Preferible, un sueño de estar en el tercer piso de
un edificio sin segundo o primer piso.
Sentirse alegre por una buena razón
o sentirse alegre sin razón alguna.
Algo se rescata para afirmar la vida.
No hay línea fácil para hurtarle al poder sus privilegios.
Si toca la vida, Resistencia.
Somos más de lo que ha dejado
el pasado en nuestra escena actual y
en lo que somos, somos
el cuerpo de los afectos
y los encuentros como plasma,
como gelatina sabrosa.
Solo un oleaje, pero también oceánico.
Nos preguntamos si moriríamos o resucitaríamos
si fuéramos enterrados temporalmente
en la cama de la ciencia.
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