La apreciación del cuerpo humano es tan subjetiva como diversa. Afortunadamente, esa valoración cada vez está más enfocada en una belleza real e integral, tal y como lo confirmamos en la entrega anterior.
Y son tantas las iniciativas de influencia positiva al respecto, que en esta oportunidad les compartiré una selección de acontecimientos que usaron como principal vitrina a los medios de comunicación social y que creo han impactado de forma fabulosa sobre nuestros conceptos de belleza.
“No hay razones para esconder el cuerpo, pero sí muchas para enseñarlo.”
Esas palabras las usó Ashley Graham en el rodaje de un video para Sport Illustrated y también funcionaron perfectamente para defenderse de aquellos que la criticaron de forma negativa por posar para la referida revista en su edición especial de trajes de baño y deportes acuáticos.
Ashley, de 27 años de edad, tiene una estable carrera como modelo de tallas grandes. Gracias a su indudable atractivo y desbordante seguridad, fue invitada por Sport Illustrated para ser la primera modelo de su tipo en posar para la famosa revista.
Para su edición de bikinis, esta revista ha tenido entre sus páginas a modelos como Heidy Klum y Adriana De Lima, quienes –además de gozar de una reconocida belleza- también es vistosa la delgadez en sus cuerpos. Ashley, por su parte, cuenta con medidas totalmente alejadas de los típicos cánones de belleza: Posee 96-96-116. Pero las medidas de su cuerpo, que para algunos podrían parecerles grandes, no le han impedido que su talento como modelo sea reconocido, eso sin contar las innumerables alabanzas a sus atributos corporales.
La finalidad de Sport Illustrated con la participación de Ashley Graham en su edición especial denominada “Trajes de baños para todos” fue hacerle ver a las mujeres que pueden sentirse seguras de sí mismas y muy femeninas vistiendo un bikini, independientemente de las proporciones de su cuerpo.
Más sonrisa y menos Photoshop
Así como la revista Sport Illustrated apuesta por la confianza de las mujeres al usar un traje de baño, sin importar de la forma de su cuerpo, otras organizaciones han tenidos iniciativas similares.
Un maravilloso ejemplo a relucir es el de la tienda por departamentos en línea Modclocth. Para promocionar sus trajes de baño, realizaron una campaña en donde las modelos son sus propias empleadas. Ninguna de sus fotografías, independientemente de que alguna de estas mujeres tuviese celulitis, estrías o sobrepeso, tuvo retoque digital. De hecho, esa ausencia de Photoshop va de la mano con el mensaje que quiere transmitir la tienda: Que todas las mujeres pueden sentirse estupendas en un bañador, aunque no cumplan los estándares estéticos que nos han impuesto hasta ahora.
Modclocth con su campaña quiere generarle confianza a todo tipo de mujer, inclusive a las embarazadas, pues incluyó a una empleada en estado de gestación luciendo un traje de baño y una gran sonrisa que denota satisfacción y comodidad con su cuerpo.
Al entrar al sitio de compras, nos recibe un banner que promociona los trajes de baño con la enfática palabra “Gorgeous”, que significa “maravilloso” en español y que, sin duda alguna, define acertadamente la forma en que lucen las empleadas de la tienda fungiendo de modelos, pues todas irradian alegría y tranquilidad de vivir sin complejos. Ello demostrando que no se necesita retoque digital alguno para mostrarse espléndidas en cualquier tipo de ropa.
“Imagina un mundo donde la belleza es una fuente de confianza, no de ansiedad.”
Este pensamiento es una de las inspiradoras premisas de la conocida marca de productos para el cuidado de la piel Dove y su “Campaña por la Belleza real”. Esta compañía realizó un estudio denominado “La verdad sobre la belleza: Un informe global”, donde se analizó la actitud y el comportamiento de las mujeres junto a su manera de enfocar la belleza.
El estudio se hizo en 2004 y se obtuvieron resultados tan sorprendentes como que apenas 2% de las mujeres en el mundo se describen como realmente guapas, sólo por dar un ejemplo. En general, se concluyó que los ideales de belleza de las mujeres eran prácticamente irreales, lo que hacía que éstas se sintieran constantemente inconformes y disgustadas con su apariencia.
Desde ese momento y hasta ahora, la referida marca ha llevado a cabo su “Campaña por la Belleza real”, la cual ha mostrado diversas facetas donde se comunica que las mujeres pueden ser realmente bellas, independientemente del físico que tengan. Vale la pena destacar la versión donde se presentaba la diversidad de la mujer y que allí radicaba su verdadera belleza, mostrando a un grupo de féminas de distinta contextura corporal, diverso color de piel y diferentes rasgos faciales en ropa interior. Todas lucían felices consigo mismas y seguras de mostrar sus cuerpos tal y como eran. Asimismo, es importante recordar la versión donde se exaltaba a las mujeres en edad madura. Allí se presentaban mujeres plenas y alegres, luciendo cabello canoso y arrugas en su rostro, pero satisfechas de estar envejeciendo con encanto. Ello desestimó la convicción que se nos ha inculcado respecto a que la belleza está intrínsecamente vinculada con la juventud. Al contrario, en esta versión de la campaña, el mensaje fue que se puede envejecer y aún así seguir teniendo belleza.
¿Y dónde está la belleza?
No queda duda, para el alivio de muchos –incluyéndome- el enfoque de la belleza está cambiando, acercándonos a un concepto más integral donde se valora no sólo los atributos físicos que alguien pueda tener, sino también todas las virtudes interiores que se poseen y que, al fin y al cabo, son las que realmente definen a una persona.
Una popular frase anónima reza: “La belleza está en los ojos de quien la mira.” Y creo que, efectivamente, la belleza es un concepto bastante subjetivo, pues nunca tendrá exactamente la misma apreciación de una persona comparada con el de otra respecto a un mismo objetivo estudiado. Sin embargo, no debemos desestimar que mientras más seguros estemos de nosotros mismos y en esa medida amemos a nuestros cuerpos, mayor será esa belleza perciba por el otro, pues –sin ánimos de sonar repetitiva- será nuestra belleza interna la que le gritará al mundo cuán bellos somos.
Albelidys Guzmán
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Hermosa