Nuestra aventura de viaje continúa. Hemos tomado un vuelo hasta Madrid, para luego continuar nuestro destino final a Tánger en Marruecos, un país al que se llega también por bus o por ferry y que siempre promete ser descubierto nuevamente en cada visita.
Al hablar de Marruecos, tenemos que decir que es un majestuoso país que se remonta a la época de la cultura mesolítica desarrollada en Túnez, donde su lengua bereber que se desplazó desde el océano Atlántico hasta el oasis de Siwa en Egipto y fue bordeando el Mediterráneo, se asentó en la población de este nirvana de los sentidos. Su mezcla de genes árabes, fenicios, judíos y africanos saháricos permite que Marruecos se convierta en un destino selecto de combinaciones encantadoras gracias a su paisaje y a su rica cultura.
Al adentrarnos en las entrañas de Tánger, podemos encontrar que es una ciudad a la cual se considera la puerta principal de acceso al país porque es la más cercana al continente europeo. Es obviamente reconocida con una fuerte identidad multicultural.
Empezaré por invitarlos a un recorrido por la Plaza 9 de Abril que es conocida como Gran Zoco. Es un antiguo mercado convertido en una de las plazas más grandes de Tánger y uno de los puntos de encuentro preferidos por sus locales, está situada frente a una de las puertas de la Medina.
El Cinema Rif es otro de los lugares importantes que están en la plaza. En su actualidad, el Cinema Rif no sólo ofrece su función original, también hace el papel de biblioteca, de café y se dictan talleres. La programación cinematográfica en el Rif está orientada sobre todo al cine de autor por lo que las películas se proyectan siempre en versión original. Si eres adicto a las películas, en especial a películas independientes y quieres apoyar el séptimo arte, no te pierdas la visita.
En la misma plaza, la Sinagoga Nahon se ubica en una bocacalle. Fue construida en el 1878, y se restauró en 1994, transformándose en museo. Hoy en día su función principal es exponer objetos de culto, todos procedentes de la mayoría de otras sinagogas. Tiene una decoración artística y atrayente. Se destaca su salón principal con más de 40 lámparas de plata. A una cuadra de la plaza puedes desconectarte del bullicio y recorrer los Jardines de la Mendoubia cuyo atractivo particular es un ficus que tiene más de 800 años.
Tánger es una ciudad muy agitada en cualquier época del año, es grande y hay mucho por recorrer. Cuando eres un turista con los días contados debes aprovechar al máximo su visita. Si te organizas bien puedes también alcanzar a disfrutar de otros lugares interesantes como el Café Hafa (nuestro favorito), desde allí puedes disfrutar de los mejores atardeceres en Tánger con la vista hacia el estrecho de Gibraltar, o el Museo de la Kasbah, ubicado en la Kasbah, la ciudadela fortificada de la Medina.
La comida también es importante para nosotros. Viniendo de una mezcla de culturas, nos apasiona disfrutar de sabores y olores distintos y qué mejor si empezamos por la comida casera. Muy recomendado es el restaurante Darna, donde nos llamó la atención que es regentado por una asociación de madres solteras; lo que se produce y vende en este local ayuda a una función social. Está ubicado al lado del Cinema Rif.
Otra opción deliciosa y musical es el restaurant Hamadi en la calle Kasbah #2, los dueños y el personal son muy cordiales y sus sugerencias fueron de gran utilidad. Si estás en la Medina, encontrarás también un buen restaurante con precios accesibles como lo es Rif Kedbani que te ofrece una deliciosa opción de pescado, couscous vegetariano y delicados dulces marroquíes.
Les aconsejo visitar al principio de la estadía o al final, como mejor les acomode el tiempo, las Cuevas de Hércules y El Cabo Espartel, que se encuentran a 20 kilómetros de Tánger. Pueden tomar un taxi seguro desde su hotel.
Me quedo corta en el listado de visitas a esta hermosa ciudad cosmopolita y me he sobrepasado el límite de palabras en el artículo, pero si quieres acompañarme…ven conmigo en septiembre. ¡El Tanjazz nos espera!
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