Cincuenta y dos años, tres ciudades, diferentes ocupaciones, múltiples búsquedas, innumerables vivencias, cantidad de preguntas vitales, y un camino que hace dos años decidió transitar desde el momento en que se sentó en la computadora para escribir su primera novela: una historia con la que ha hecho catarsis.
Alfredo Baldó Michelena es el autor de «Solo, con el balón», un libro de 25 capítulos y 382 páginas que tiene al futbolista Julián Contreras como protagonista de una historia donde este deporte es la excusa para retratar las circunstancias de un país que no se nombra, sin gran tradición futbolística, y una familia de cuyos hijos no se esperaba que fueran futbolistas.
Es también la forma que el autor escoge para dar caricias y bofetadas, expiar culpas, y finalmente reconocer, reconocerse, en las contradicciones, la ausencia de verdades absolutas y el tesoro que ha podido acumular a lo largo de una existencia por momentos errante, cuyas prendas – que finalmente califica como útiles y valiosas- empiezan a ver la luz a través de sus páginas.
«Novela de género incierto que ante la permanente necesidad de clasificación, podría ser catalogada como una tentativa literaria que se mueve entre una especie romanticismo desfasado y el realismo social contemporáneo», se lee en la contraportada del libro cuya presentacion, a cargo del abogado Pablo Bieger, se realizó el 15 de noviembre en el restaurante «El Velásquez 17» en Madrid, donde Alfredo reside desde hace nueve años.
Venezolano, músico de formación y cocinero de oficio, ha escrito cuentos y relatos breves para concursos literarios en los últimos tiempos. «Solo, con el balón» se fue haciendo en casa, entre la cocina y el escritorio. Un impulso creador que no tiene vuelta atrás, pues Alfredo ya tiene mentalmente claro el eje central de la que será su próxima novela.
El mundo interior de Julián, el personaje principal del libro, en gran medida está delineado por lo que ha existido o ha estado ausente en la propia vida del autor. Alfredo nos presenta un perfil del futbolista de la ficción: «Julián es una persona de una sola pieza, absolutamente fiel a sus ideales y principios. Es un atleta dotado de grandes aptitudes físicas; recto, cándido, a veces arisco, no bebe ni cae en excesos, se considera aburrido. Es una persona exitosa. Lo que más aprecia es la gente que desentona. Tiene la convicción de que para cambiar las cosas, hay que entrarle a la acción», confiesa.
– ¿Tu alter ego?
En cuanto a la necesidad de actuar en lugar de hablar, sí. En cuanto a tener siempre claridad de hacia dónde vamos, un norte claro, también. En otros aspectos hay semejanzas; hay un reflejo de mi vida en Julián.
– El título y la foto de la portada tienen relación directa con el fútbol. Julián Contreras, el protagonista, es una estrella de este deporte. Creo que queda claro tu gusto por esta disciplina, ¿pero es solo como espectador o también lo has practicado?
Conozco de fútbol, lo practiqué en mi juventud, en cierto momento quise profundizar más para intentar hacer una carrera en este deporte, pero las cosas no se dieron y mi físico tampoco ayudó para alcanzar ese objetivo. Soy fanático del Atlético Madrid, un equipo de sufridores, de «pupas» como se dice en España, gente dispuesta a sufrir con un alto grado de idealismo.
– No puedo dejar de identificarme con el inicio de tu microbiografía en la solapa del libro: “cincuenta y dos años en una permanente experiencia de ensayo y error. ¿Alguna vez termina este proceso?
He sido siempre muy impulsivo. Ese ensayo y error no se termina nunca. Hay personas con poca puntería para dar con la clave de las cosas. Ha habido mucho tiempo perdido a causa de inseguridades, miedos, un poco de parálisis. Me confundí mucho por el camino. Quise ser músico en mi adolescencia, sin embargo no me dediqué a fondo en ese momento e intenté con derecho y arquitectura, dos fracasos estruendosos. Retomé la música posteriormente. La búsqueda del camino me ha llevado a tener muchas vivencias, lo cual ahora valoro y me permite afirmar que no hay verdades absolutas: de eso se trata la novela.
«Solo, con el balón» está disponible en Amazon.
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Quería saludar a Alfredo, y felicitarlo por su novela y el artículo reciente sobre Venezuela, mi suegro, su papá Alfredo Baldó Casanova, «Mi papá es el que no lleva corbata»
Venezuela es un enigma, pero el Caracazo fue obra de Fidel Castro para infiltrar al país y saquearlo, lo hizo efectivamente.
Cariños y abrazos,
Maite