“You have to stand up for some things in this world”. (Usted tiene que “ponerse de pie” para algunas cosas en este mundo) Marjory Stoneman Douglas
Cuando celebramos «El día de los Reyes Magos», evento que tuvo lugar hace más de 2.000 años, me proponía a escribir un artículo sobre esta celebración, pero el tema fue tomando vida propia. Recordamos a los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltazar, quienes guiados por la Estrella de Belén, viajaron enormes distancias para rendirle un homenaje y entregarle tres importantes obsequios al recién nacido Jesús de Nazaret: el oro, el incienso y la mirra. En muchos países hispanos seguimos la tradición y extendemos la celebración de Navidad, dando obsequios a nuestros seres queridos. Pensando en el porqué de estos obsequios y en los regalos que el mundo necesita, me digo: ¡Qué bueno sería que en vez de regalar los artículos característicos de esta sociedad de consumo, pudiésemos regalar “obsequios” que en verdad sirvieran para lo que necesitamos: vivir en un mundo pacifico, hermoso y pleno de recursos para todos! Pareciera una utopía, pero yo me resisto a aceptarlo.
¿Quién no siente terror al ver las noticias sobre los hechos violentos que circundan el planeta? Las catástrofes, las guerras, el hambre, el desempleo y las enfermedades son el pan diario en los periódicos y en los noticieros. A veces me pregunto: ¿Cómo podemos aguantar tanto y seguir en las mismas? ¿Qué podemos hacer para cambiar la realidad antes de que sea demasiado tarde? Y no sé si a usted le sucede como a mí: Entiendo que no puedo quedarme enfrascada en las preguntas, observando lo que sucede a mí alrededor. Siento que si me hago estas preguntas es porque verdaderamente me afecta, y por ello, debo ser parte de las respuestas. De estas inquietudes surge un llamado interior que me motiva a unirme a las causas en las que considero puedo ser útil y me doy cuenta que no hay que esperar para dar el primer paso, porque hay situaciones que no dan espera y están en nuestras esferas de influencia.
Si, podemos seguir celebrando la fiesta de los Reyes Magos y todas las demás que aparecen en el calendario, pero no olvidemos que día es hoy y la realidad que nos apremia. HOY es el día para construir el presente y el mañana que anhelamos para nosotros y para las nuevas generaciones. Este es el mejor regalo: concientizarnos de que somos habitantes de un planeta que no es nuestro y que estamos destruyendo. Volver al amor, que es el principio de todo lo creado. Reestablecer la armonía, los valores y la esperanza en nuestros hogares y en nuestra sociedad para que el futuro no sea como nos lo pintan y como lo sentimos: plagado de miedo e incertidumbre.
Hoy que es un día de celebración, yo los invito a que nos pongamos de pie y alcemos nuestra voz en defensa del medio ambiente que es una causa que nos une como especie, y retomo la frase de Marjory: “You have to stand up for some things in this world”. La vida no puede pasarnos de largo como si no existiéramos, o lo peor, como si no nos importara. Me cuesta creer que es tal el desapego, que nos es indiferente que los ríos y los bosques mueran y se sigan extinguiendo la flora y la fauna; que la contaminación inunde las ciudades y su gas putrefacto se anide en nuestros pulmones, o que perjudiquemos nuestra salud y contraigamos enfermedades inmunológicas y de otros tipos, porque ingerimos alimentos que están contaminados o alterados, porque eso es lo que nos venden y aunque lo sepamos, los sigamos consumiendo… Hay tantas causas que ameritan nuestro compromiso con nosotros mismos y sin embargo, pasamos de largo como si nada sucediera en una pasividad malsana y desoladora. Lo que me recuerda la frase de Atahualpa Yupanqui: «Hay gente que mira la tierra y ve tierra nomás».
¡Seamos la generación verde, la generación de la esperanza!
Todos los seres humanos, grandes y chicos, debemos despertar a la vida y defenderla. No esperar a que otros se encarguen por nosotros, porque su fuerza y recursos no son suficientes. Cada persona está en capacidad de aportar su granito de arena, adoptando una actitud proactiva hacia la vida y su entorno.
Si eres escritor, la cita es en Miami: Literatura y Medio Ambiente
Invito a los amantes de la vida y de las letras a que asistan al XII Encuentro Internacional de Escritoras –Miami, 2016– dedicado a la mujer que defendió los Everglades, anticipando el daño que se causaría a la humanidad y a la ecología si no se protegía esta riqueza natural, y si no se educaba al mundo sobre su valor. Marjory defendió esta causa hasta sus últimos días. Hoy, las escritoras y los escritores hispanos honramos su memoria y retomamos su bandera para llevar un mensaje de paz en pro de la conservación del medio ambiente como legado a las generaciones futuras. La literarura es una herramienta de educación y acción, y hace parte del proceso de transformación que debe gestarse a nivel social y económico, para que contribuya educando y motivando a la comunidad mundial en torno a la protección de nuestro planeta.
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