Santiago Villalba y sus padres emigraron a Perú. Nuestra colaboradora, Andreína López, nos cuenta en su sección “la voz de los venezolanos”, la impactante historia de este joven y su familia cuando llegaron a la nación Inca.
En enero del año 2017, la familia Villalba no soportaba más la situación económica de Venezuela. Hicieron investigaciones de muchos países para ver a donde podían emigrar y poder ofrecer un mejor futuro a sus hijos. Luego de investigar por medio de amigos y familiares; decidieron que el mejor lugar era Perú. Sus conocidos afirmaban que allí podían tener una vida más tranquila, aseguraban que estaba lleno de oportunidades,
Entonces, la familia decidió partir en enero del año 2018. Llenos de ilusión y con ganas de salir adelante llegaron a esa nación suramericana, para darse de bruces con qué; nada era como ellos imaginaron. ¨Teníamos expectativas muy altas, pero nada de lo que nos decían era cierto, a menos no fue bueno para nosotros, Mis padres trabajaban sin descanso más de doce horas y no obtenían buen sueldo, los explotaban”.
Santiago el joven que hoy nos cuenta su historia y el proceso por el cual tuvo que pasar para salir de su amado país también nos dice: ¨Fueron los tres años más fuerte que hemos pasado y ya mis padres no lo aguantaban¨. Esta familia lucho por su bienestar y luego de tres años de sudor y lágrimas se unieron a un grupo de personas para salir de la ciudad de Lima en Perú, con un nuevo destino mente: Brasil. La travesía no fue nada fácil para ellos pero, se cuidaban entre todos, compartían alimentos, y lograron ingresar al país en calidad de refugiados ¨Estuvimos en un refugio durante un tiempo con personas de distintas nacionalidades, como haitianos, cubanos y más; permanecimos allí mientras nos daban papeles de ingreso legales, una vez nos hicieron entrega de los papeles nos fuimos a vivir al sur de ese país, no fue nada fácil pero ahora estamos bien, tenemos nuestras cosas que no pensábamos tener y que en Perú nunca tuvimos, mucho menos en Venezuela pero, vivimos bien, estamos juntos, esforzándonos por estar cada día mejor¨.
En la actualidad Santiago y su familia lograron conseguir lo que en un principio buscaban: Estabilidad y paz. Juntos descubrieron que: nada es lo que parece. Pero el amor, la constancia y sobre todo, su esfuerzo, valió la pena.
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