Vaya usted a saber si al “fino” de Sanlúcar de Barrameda se le llama manzanilla porque los vinos de la localidad onubense de Manzanilla se almacenaban en el Puerto gaditano de Sanlúcar o porque alguien encontró similitudes entre el olor que desprende la flor de manzanilla y este popular vino que se beneficia del microclima del municipio andaluz, que ha hecho del enoturismo uno de los reclamos más importantes para el visitante.
Uno de los reclamos, pero no el único. Las carreras de caballos que cada agosto se celebran, y ya van más de 170 ediciones, aprovechando la bajamar en las playas sanluqueñas de Bajo de Guía y Las Piletas constituyen una bella estampa que se atribuye a las competiciones informales que realizaban los dueños de ganado equino para llegar los primeros a los mercados con el pescado que había entrado en el puerto. Un espectáculo reconocido de interés turístico internacional al que acuden más de 30.000 personas que no dudan en lucir sus mejores galas, como bien lo merece la ciudad de la que partió el tercer viaje a América de Cristóbal Colón.
Doñana, con medio siglo recién cumplido el pasado mes y declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera, es uno de esos lugares inmensos –casi 100.000 hectáreas-que resulta imposible ubicar en un solo término municipal pero, sin lugar a dudas desde Sanlúcar se llega a este espacio natural donde el tiempo parece haberse detenido para dedicarse a cuidar de la flora y fauna.
En cuanto al patrimonio, el cruce de culturas ha dejado huellas en las edificaciones como construcciones defensivas, palacios, casonas y bodegas que han sido las impulsoras del renacimiento económico e impregnan a la localidad de ese aroma a manzanilla que acompañan con sabrosas tapas de pescaito frito, tortilla de camarones, langostinos, almejas o chacina. Aunque este “fino” combina perfectamente con dulce y salado, con tapas o comidas más consistentes, como un buen arroz o guiso marinero que se sirven en los cientos de bares diseminados en una población que en verano duplica sus 70.000 habitantes censados.
En Ayuntamiento se ubica en el Palacio de los Infantes de Orleans y Borbón, desde cuya azotea se ve parte del Coto de Doñana. Es imprescindible visitar la Parroquia de Nuestra Señora de la O por su vínculo con la casa de Medina Sidonia, cuyo fundador fue Guzmán el Bueno. El templo en origen de estilo mudéjar ha terminado siendo una mezcla arquitectónica en la que sobresale el torreón renacentista.
Sanlúcar de Barrameda se integra en las Denominaciones de Origen Jerez, Vinagre, Brandy de Jerez y Manzanilla.
La bodega de Delgado Zulueta, creada en 1744 pese a que algunos registros muestran que funcionaba ya en 1719, fue proveedora de la casa Real durante el reinado de Alfonso XIII y Victoria Eugenia. Trescientos años de historia sin que la bodega más antigua del marco de Jerez haya dejado de pertenecer a la familia que ha pasado por sobresaltos varios como la plaga de la filoxera o la última crisis que les ha obligado a una ampliación de capital. La bodega bautizó en 1918 su mejor obra, la manzanilla emblema de la casa, con el nombre de La Goya, en honor a una famosa cupletista bailaora de la época. Fue precisamente la que, tras superar una cata a ciegas, fue seleccionada para el enlace de los actuales reyes de España, Felipe VI y Letizia.
Desde hace una década la bodega ha completado su evolución con un salto internacional llevando su vino seco a los 5 continentes, por lo que sus licores pueden encontrarse en EEUU, Canadá, Australia, Japón o Finlandia, superando los dos millones de facturación ayudados por ese 15-20% que supone la exportación.
Lógicamente, con los años se han modernizado algunos procesos pero en la fase de elaboración y envejecimiento, que se puede ser de hasta 10 años en algunas de las manzanillas, se respetan las técnicas bodegueras más ancestrales que dan lugar a ese caldo sanluqueño, dorado, aromático y sabroso, perfecto en el aperitivo, complemento con los ibéricos, quesos suaves, el pescaíto frito o guisos marineros. Un vino para disfrutar, definitivamente.
La bodega tiene, además el único Centro de Interpretación del Vino de todo el Marco de Jerez y su visita es una inmersión en el mundo de los vinos, su historia, su misterioso método de elaboración, sus particulares costumbres y tradiciones y hasta su léxico.
Sus vinos son diferentes y la visita puede calificarse de imprescindible, no solo para los aficionados al vino sino para aquellos que quieran entender la cultura andaluza. Son varias las modalidades de visita y varios los precios. Por ejemplo, la visita tradicional que incluye el contacto con la bodega y viñedos incluye una degustación de 3 vinos por 5 euros. Por 9 euros, se incluye un recorrido por Sanlúcar de Barrameda acompañado de un intérprete experto en patrimonio; por 26 se añade un almuerzo y por 20, se incluye un aperitivo y un espectáculo ecuestre.
Otras opciones combinan vino y música e incluso una iniciación al arte de venenciar, En realidad hay opciones para todo tipo de visitantes: adultos, jóvenes, y hasta visitas para escolares… tanto en español como inglés o alemán.
Horarios
Visitas guiadas de lunes a sábado a las 12:30h en español. Visitas guiadas de lunes a sábado a las 11:00h en alemán e inglés.
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