Se dice que el hogar está donde están tus memorias favoritas. Es así que San Petersburgo en el estado de la Florida es uno de los lugares más cercanos a mí por sus playas de arena fina y sus cálidas aguas. Es una ciudad pequeña pero muy acogedora y vibrante. Me recuerda mucho de donde vengo, es por eso que cuando existe la oportunidad de volar hasta allá, no me lo pienso dos veces.
La ciudad está ubicada en la Bahía de Tampa y el Golfo de México y es un destino turístico de mucho atractivo para los europeos y los estadounidenses. Su nombre se lo dio uno de sus fundadores, Pete Demens quien pasó la mitad de su juventud en San Petersburgo, Rusia y fue el responsable, después de su exilio a estas tierras, de traer el ferrocarril en 1888 hasta la Bahía de Tampa.
Voy a empezar diciendo que San Pete cuenta con un extraordinario Museo Dalí, sin miedo a equivocarme, es el segundo más importante en materia de arte surrealista después del Teatro-Museo Dalí en España, donde se exhiben óleos, acuarelas, fotografías, dibujos y varias obras de arte, las cuales son cobijadas por una inmensa claraboya de vidrio que ofrece la moderna arquitectura de sus instalaciones. Es siempre el primer lugar que visito cuando estoy en la ciudad. Con el transcurrir del tiempo nuevas piezas de arte se han agregado a la colección, pero hay exhibiciones paralelas de muy buen gusto y las visitas guiadas tanto en español como en inglés las catalogo como excelentes. El ingreso al museo es accesible, es sin más, una visita imperdible. Hay varios museos para visitar como el Museo de Bellas Artes, el Museo de Béisbol que es un atractivo para adultos y niños, seas o no fanático de este deporte. Otro lugar recomendable es el Museo Chihuly, un sitio que recoge obras hechas de vidrio. No necesitas ser un conocedor de arte para apreciar una muestra llena de color y formas originales.
El teatro es una opción para divertirnos, se puede disfrutar de una producción excelente y una noche maravillosa al aire libre y si no estás abierto a esta opción, puedes asistir a uno de los conciertos que se llevan a cabo en el Mahaffey Theater. El lugar es fantástico, con muy buena acústica. Las bebidas tienen un precio razonable y una selección bastante decente.
El centro de San Pete es bastante pequeño en comparación con otras ciudades, pero es muy limpio; en él se asientan una variedad de restaurantes y cafés para disfrutar de desayunos, almuerzos o cenas. La gente en la ciudad es amable y encantadora y todo su entorno es bastante pintoresco. Recomiendo hacer el Food Tour, no se arrepentirán. Tienen la opción de visitar alrededor de 5 restaurantes en la zona y degustar su cultura culinaria, además de enriquecernos con su historia, se pasa un momento agradable en compañía de otros visitantes. Como se habrán dado cuenta, también soy apasionada de la comida.
Si viajas con familia, en especial si hay niños pequeños, existe el tour de delfines en Sand Dollar Island: pueden caminar por el muelle, planificar un día en la playa de Clearwater o ir al Jardín Botánico Sunken Garden que es un verdadero oasis en la ciudad.
San Pete está a dos horas de viaje en auto de Orlando, de modo que si tienen tiempo y desean visitar el maravilloso mundo de Disney, no pierdan la oportunidad de volver a ser niños y recargar las pilas antes de volver a la realidad.
¡Hasta el próximo viaje!
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