El uso del pantalón en las mujeres viene cuando ellas comenzaron a usar la ropa de su marido mientras estos estaban ausentes. El nombre del pantalón se le atribuye a San Pantaleón, médico Mártir del Siglo IV y Patrón de Venecia. El empleo de esta prenda en la mujer ha sido a través de la historia objeto de controversia y ha sufrido muchas transformaciones desde la moda, los estilos, la tela. El pantalón se ha convertido en un objeto indispensable en el guarda ropa femenino .Para las Occidentales esta prenda se ha popularizado en todas las clases sociales .Pero su eclosión llegó cuando fue adaptado por la Alta Costura. Al principio su uso era para actividades casuales, luego como uniformes en la escuela y su función ha modificado el código de vestimenta, la etiqueta y el protocolo.
El Pantalón, sinónimo de poder
El pantalón es visto como sinónimo de poder en los hombres es por esto que cuando la mujer comenzó a usarlo también se vio como una competencia, algo irrespetuoso y a la vez intento de usurpo de poder, de fuerza. Se creía que la mujer buscaba colocarse por encima del hombre. La feminista Amelia Bloomer fué la primera en querer introducir esta prenda como uso femenino. Cuando las mujeres lograron la igualdad civil y laboral frente a los hombres hubo muchos sectores de la sociedad que no aceptaban que las mujeres vistieran pantalones como ellos y en muchas ocasiones a muchas mujeres se les negaba la entrada a algunos sitios por el simple hecho de estar vestidas con pantalones. La expresión “aquí el que lleva los pantalones soy yo” es muy conocida por todo el mundo, por él mandar y ser muy hombre. O también la expresión “Yo me abrocho el pantalón todos los días en la mañana” , queriendo significar que el que manda es el hombre. Pero la verdad es que al igual que los hombres miles de mujeres se abrochan el pantalón cada día sin darle mayor trascendencia porque con el puesto ellas exhiben un aire femenino y masculino al mismo tiempo. El uso del pantalón en la mujer no ha sido un asunto fortuito, una casualidad o un golpe del destino, ha sido, aunque muchos no lo sepan, una lucha grande lograr poder vestirlo sin mayores inconvenientes hasta la actualidad. Hay culturas tan radicales en este sentido que las mujeres son azotadas brutalmente si usan pantalones. Y todavía es estos tiempos actuales existen mujeres que nunca se han puesto un pantalón, esa moda no ha llegado para ellas. El pantalón no es usado a nivel mundial tampoco ni muchos menos en ciertas culturas por considerar una abominación que la mujer se vista como hombre y el protocolo conservador de muchas religiones no permite su uso justificando como base la modestia. Es decir que el pantalón femenino tiene mucho terreno que conquistar.
La transformación del pantalón femenino
Rebuscando en la historia encontré que en 1880 en Los Estados Unidos las mujeres usaban falda pantalón para montar a caballo y eran bombachos ceñidos a las rodillas. Muchos años más tarde, en 1930 las primeras mujeres que comenzaron a usar pantalones eran las muchachas mineras, las que trabajaban en granjas, las aviadoras y las de equitación. En esa misma década aparecieron en el aire fotografiadas vistiendo pantalones largos las actrices de cine Marlene Dietrich y Katherine Hepburn, lo que contribuyó a que los pantalones fueran más aceptados por las mujeres. En 1935 la mujer comenzó a usar el jean, que tiene un tipo de tela especial. Durante la 2da. Guerra mundial (1939-1945) las mujeres llevaban los pantalones de su marido para trabajar y a partir de ahí su uso se hizo más común en ellas. Para el año de 1944 la venta de pantalones para mujeres era mayor cinco veces más que el año anterior. En el año de 1960 André Courréges introdujo el pantalón largo y se llegó a la era del traje pantalón y fué desapareciendo entonces la prohibición del uso de esta prenda en las escuelas para las niñas, el lugar del trabajo y en buenos restaurantes. Para este tiempo de 1960 en Estados Unidos se fabrican pantalones de moda especiales para mujeres. Con la idea de que en la escuela se tratara de la misma manera a los estudiantes tanto hembras como varones se cambió en la educación pública el código de vestimenta en Los Estados Unidos y se introdujo el uso del pantalón en las hembras por el año 1972.
La autora francesa Christine Bard en su libro “Historia Política del Pantalón” describe las etapas más significativas de la apropiación de esta prenda por las mujeres. Habla de su uso en el mundo del deporte en los años de 1920 y habla también de todas las dificultades que las mujeres profesionales tuvieron que confrontar para poder vestir pantalones en sus puestos de trabajo.
El pantalón de mujer en la alta costura.
La eclosión del uso del pantalón en la mujer llegó al ser adaptado por la alta costura en 1960. Grabrielle Bonheur “Coco”Chanel, la diseñadora Francesa fué quien le dió el toque femenino al pantalón y popularizó su uso en todas las clases sociales. Al diseñador Yves Saint Laurent se debe el haber lanzado al mercado el primer esmoquin femenino en el año 1966 . Hoy día existe el pantalón para discapacitadas, para las mujeres embarazadas, para ir a dormir, el deportivo, el vaquero, el pantalón para bailar y el pantalón mezclilla, que lleva una correa y ha sido diseñado para prevenir el abuso sexual.
A la vez que el pantalón se ha ido modificando para destacar el encanto del cuerpo femenino con su sinuosa figura y resaltar sus atributos y dar elegancia, esta prenda sirve para proteger el cuerpo más de lo que lo hace un vestido a la hora por ejemplo de una caída, para la mujer no dejar al descubierto sus partes íntimas; protege de rasguños, de picadura de insectos y para calentarse en el frío. En la vida diaria, usar pantalón es más conveniente y práctico. Tiene muchas ventajas porque permite mayor mobilidad y seguridad al accionar. Puede usarse a cualquier hora del día o de la noche. En todas las estaciones del año independientemente del clima. Los hay para todo tipo de ocasión desde formales e informales y no importa el status social de la mujer ni la edad. Los hay para usar como uniforme en infinidad de trabajos. También hay discretos e indiscretos y ni hablar de diseños y textura de tela. Existen cortos, a media pierna y largos. Vienen con diseños específicos, pretinas anchas, bolsillos por todas partes, sin bolsillos, decoraciones y de acuerdo a la tendencia de la moda del momento. ¿Recuerdan los pantalones acampanados? ¿O los pantalones tubito? ¿Y qué me dicen de los pantalones chiclets o licras tan provocativos? La moda no se detiene y cada vez sale al mercado un diseño más espectacular que el anterior para mantener a las féminas entusiasmadas. Hay mujeres que definitivamente solo usan pantalones, se olvidaron de los vestidos y las faldas. Le doy un sí al uso del pantalón.
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