Viajar es mucho más que ver cosas. Viajar te cambia la vida, va más allá de tener posesiones materiales. Ahora, viajar a México es volver a revivir memorias rodeada de azules turquesas, de albercas infinitas de aguas sin fondo, de corales escondidos con colores vívidos. México me alegra con sus colores fuertes y me despierta la inspiracion con su vitalidad y su inigualable belleza.
La Riviera Maya en esta ocasión me atrajo al mundo sagrado de los mayas que se asentaban alrededor de los cenotes, considerados hermosos fenómenos naturales y a una cultura moderna enfocada en recibir al turista extranjero para sumergirlo en su día a día, su exquisita gastronomía, sus bailes y sus infinitas tradiciones.
La mayor parte de mis viajes los hago en familia, así que los cuatro llegamos al caer la tarde de un viernes donde el sol se tendía sobre el mar Caribe, pintándolo de colores lavandas. El hotel donde nos hospedamos es el famoso Hard Rock Café en Puerto Aventuras, donde su concepto de todo incluido va más allá de solo ofrecer comidas y bebidas. Su servicio al cliente es gratificante, tanto, que le dimos una calificacion de excepcional. Todos los que conforman el hotel, incluyendo el botones y las amas de llaves se desenvuelven en un inglés fluido y cualquier pregunta sobre las instalaciones, servicios que ofrecen y recorridos fuera de esta gran muralla rodeada de piscinas y centros de diversion son contestadas con cortesía y amplio conocimiento. Recorrimos los restaurantes familiares y nuestro favorito fue “Frida”, un restaurante ecléctico y colorido donde se refleja en sus platillos la herencia culinaria mexicana, asi como Zen y Petite Cochon, éste último de corte francés es muy romántico para disfrutar en pareja y les recomiendo el brazo de cerdo, realmente una celebración de sabores.
Las actividades como el kayaking y snorkling están incluidas. No pierdan la oportunidad de un masaje personalizado, con aceites a base de vino, ¡yo lo amé! Las tiendas de recuerdos y de artículos son diversas, puedes adquirir de todo, para todos los gustos y todos los bolsillos. Mi recomendación es comprar en las tiendas de las comunidades indígenas alrededor de los pueblos donde haces tus excursiones, primero ayudas a la economía y la segunda razón es que te ahorrarás algún dinerito, ya que como saben, en las tiendas de los hoteles hay artículos sobrevalorados.
A nosotros nos agrada mucho visitar las tiendas típicas de artesanías, las recomiendo, ahí encontrarás desde artículos hechos en barro, madera, cerámica, tejidos y ciertas debilidades que podemos tener en común: el chocolate y el café.
Después de disfrutar de las instalaciones de Hard Rock Café, decidimos hacer nuestra primera visita y fue al Parque Nacional de Tulum, uno de los vestigios mayas de gran valor histórico, rodeada de playa y ruinas. A su alrededor encontramos un pueblito pintoresco que se sostiene del turismo ecológico con su mismo nombre “Tulum” que significa recinto o muralla.
La otra excursión aunque un poco más extensa fue a Chichen Itza donde el templo de Kukulcan se yergue orgulloso como único testigo de vida de una cultura desaparecida cuyo espíritu perdura hasta nuestros días. Dentro de la misma excursión disfrutamos de un chapuzón en las refrescantes aguas del cenote ecoturístico X-cajum, un lugar hermoso en donde pudimos descansar y recrearnos con un delicioso buffet con sabor yucateco.
El viaje desde el hotel es de dos horas en bus pero la distancia no es problema. Los recorridos se hacen en un omnibus con aire acondicionado y baño. Si dispones de mucho más tiempo, puedes recorrer Playa del Carmen, Isla Cozumel y disfrutar de sus aguas cristalinas, Isla Mujeres y Coba donde puedes subir hasta la pirámide de Nohoch Mul en Coba que es un importante centro ceremonial maya. Este complejo se encuentra entre la vía a Tulum y Chichen Itza.
No te pierdas la experiencia de un viaje. Cualquier lugar que escojas tiene sus tesoros por descubir. La gente, la comida, las costumbres enriquecen a otros y a nosotros mismos. Atrévete a descubrir la belleza de un país amigable y culto.
El residir en varios países de Europa y América me ha dado la oportunidad de enriquecerme de su cultura, lo que me permite tener una visualización diversa y distinta para comunicar sentimientos y emociones a través de mis escritos. He sido colaboradora en algunos editoriales de Mundo Latino Newspaper en Charlotte, Carolina del Norte, con trabajos de opinión, gastronomía y salud en el periódico La Noticia de esta ciudad.
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