La ciudad de Québec nos recibió con su invierno adelantado, pintando sus casas, sus calles y su naturaleza con la escarcha blanca de la nieve navideña. Decidimos experimentar la celebración del Día de Acción de Gracias en un lugar distinto y, la verdad, Québec nos abrazó con su gente amable, sonriente y generosa.
Fue una celebración de mucho agradecimiento, de visitas que serán inolvidables, no solo por la arquitectura de la ciudad, sus calles peatonales y fortificaciones que son consideradas como únicas en toda América del Norte, sino por todos sus atractivos como por ejemplo el Monasterio de las Ursulinas en la calle Donnacona que fue fundado en 1639. Los invito a visitarlo y recorrer sus pasillos, empapándose de la historia de mujeres devotas a sus creencias, a Dios, a la comunidad, pero en especial a transmitir sus conocimientos a otras mujeres, para hacer de ellas personas de provecho en una sociedad en crecimiento. Pueden sentarse a practicar el bordado o, quienes no saben, hagan el intento y compartan sus experiencias con aguja en mano a través de fotografías o videos con el convento, en sus páginas sociales.
Es muy recomendable hospedarse en las pensiones u hoteles familiares en el Viejo Québec que es el centro histórico y recinto amurallado que en francés lleva el nombre de Vieux Québec, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985. Los atractivos de la Ville de Québec que es como se diferencia a la capital de la provincia de Québec, están muy cerca el uno del otro. El edificio de información turística frente a Chateau Frontenac tiene recorridos dentro y fuera de la ciudad, ya sea en carroza halada por caballos o buses modernos con guías turísticos en inglés, español y francés. Si desea cambiar dólares americanos por canadienses sugiero lo haga en la casa de cambios dentro del recinto.
Nuestro recorrido
Nuestra agenda empezó al día siguiente de nuestra llegada. En esta temporada el frío estuvo bastante recio, pero valió la pena el viaje. A las 10 de la mañana abren todos los negocios hasta las 17 horas en este sector. Los desayunos no están incluidos, tome en cuenta que el valor por persona es de $ 12 CAN estilo buffet si usted se hospeda en uno de los hoteles dentro de la ciudad vieja, ya que por pertenecer a la Sociedad Hotelera Quebequense tienen acuerdos con los restaurantes alrededor. Si usted se hospeda en estos hoteles cercanos a la calle Ursuline y no está dentro de su presupuesto el gasto diario por alimentación, puede hacer sus compras en Marche Richelieu donde puede escoger frutas, leche, sanduches, café, yogurt y productos de limpieza y aseo personal. (Calle Ruel 56).
Dicho esto, empezaremos con la visita al famoso Chateau Frontenac cuya historia y esplendor datan desde 1893. Es una de las atracciones más populares de Québec y es el hotel más fotografiado del mundo. En esta ocasión ya se había vestido de fiesta, primero por el despliegue de árboles navideños con diversos motivos de pascua incluyendo los tradicionales y por la magnífica exhibición de obras de arte de famosos escultores como Rose Aimee Belanger con una de sus conocidas “rondes” como la escultora le gusta llamar a sus piezas. Sugiero deleitarse con una copa de champagne en el restaurant Champlain al caer la tarde acompañada de una tabla de quesos, o si consideras que el café te va mejor, puedes acudir a su tienda de café Starbucks y luego hacer el tour guiado del hotel.
Saliendo de Chateau Frontenac a tu derecha, puedes dirigirte al funicular que te llevará en menos de un minuto a le Quartier Petit Champlain, un pequeño distrito comercial, donde encontrarás a Cochone Dingue, Lapin Saute y Le Repaire, restaurantes que se especializan en gastronomía regional, como poutines, foi gras, pato, conejo y caracoles.
Petit Champlain nos conecta a Place Royale donde puedes acceder a la iglesia de Notre Dame des Victoires construida en 1687, un monumento histórico que además en 2002 fue el escenario para la filmación de la película Catch me if you Can. Por último, a escasos minutos caminando podrás tener la oportunidad de visitar el despliegue de interesantes exhibiciones virtuales del Museo de la Civilización.
En esta ocasión conocimos la historia de Québec denominada Le Temps des Quebecois, donde un sinnúmero de artículos y videos nos regalaban una historia rica y diversa. Nous, les premieres nations, ahonda en la historia de los nativos, de sus tribus y de las costumbres y en el esfuerzo que hacen por preservar su cultura y que trascienda más allá de los tiempos de la mejor manera posible. La exposición que más nos llamó la atención, fue Celebre et Inconnu.
Espero que a través de esta crónica puedan disfrutar de una ciudad que merece estar en sus planes de viaje. La próxima columna traeremos la segunda parte de nuestro viaje encantado.
El residir en varios países de Europa y América me ha dado la oportunidad de enriquecerme de su cultura, lo que me permite tener una visualización diversa y distinta para comunicar sentimientos y emociones a través de mis escritos. He sido colaboradora en algunos editoriales de Mundo Latino Newspaper en Charlotte, Carolina del Norte, con trabajos de opinión, gastronomía y salud en el periódico La Noticia de esta ciudad.
- Isabel Allende: “Jamás dejo una historia sin publicar” - enero 28, 2020
- Charlotte: Fiestas decembrinas con sabor latino - enero 2, 2020
- Nueva York: diversa y delirante - noviembre 2, 2019
Se ve precioso! Nunca he estado en Canadá… lo estoy incluyendo a mi lista de destinos 🙂