En Venezuela, las gaitas marabinas marcaban, el primero de noviembre, el inicio de las fiestas decembrinas. Era como si el país se sumergiera en una celebración única, anticipando la llegada de la Navidad y el Año Nuevo. Entre esas canciones, hay una que resuena en la memoria colectiva, una que pregunta: «¿Qué te pasa, viejo año, que ya tienes las maletas preparadas?», de la famosa agrupación Maracaibo 15.
Y algunos de ustedes que no son venezolanos se preguntaran que se trae Marybel con esto. Es que de todo aprendemos y esta gaita no solo es una canción, sino una reflexión que se teje con hilos de recuerdos y emociones. Representa el cierre de un capítulo, la despedida de un año lleno de experiencias, desafíos y alegrías. Las maletas simbolizan el equipaje de vivencias que llevamos con nosotros, listos para despedir lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo.
En este compás entre melodías y memorias, reflexionemos juntos sobre lo que el viejo año nos dejó. Las enseñanzas, los momentos compartidos, las lecciones aprendidas. A pesar de los retos, siempre hay destellos de luz que nos guían hacia delante. Así como la gaita nos invita a despedir al viejo año, también nos recuerda que la vida es un constante renacer. Que cada nota resuene como un eco de esperanza y que, al igual que la tradición de las gaitas marabinas, celebremos la llegada de un nuevo ciclo con alegría y optimismo.
En este tiempo de reflexión, quiero invitarte a brindar por el viejo año, no solo por su alborozo, sino también por sus desafíos. Cada obstáculo fue una oportunidad para aprender y fortalecernos. Así que, alzaremos nuestras copas para honrar esas lecciones valiosas y los momentos que nos moldearon.
Pero el brindis no solo será por el pasado, sino también por el futuro. A medida que nos despedimos del viejo año, prometemos llevar con nosotros las enseñanzas y los buenos recuerdos. Este nuevo año, nos comprometemos a ser fieles a nuestras metas y a vivir con pasión, compasión y determinación, en congruencia con lo que pensamos, decimos y hacemos.
Que este brindis no solo sea un acto simbólico, sino un recordatorio constante de que cada día es una oportunidad para cumplir las promesas y hacer realidad nuestros sueños. Que el nuevo año nos encuentre dedicados a construir un futuro lleno de esperanza y éxito.
En la Biblia, ese libro al que siempre hacemos referencia, encontramos este versículo, destaca la importancia de no aferrarnos al pasado, sino de mirar hacia adelante con esperanza y determinación, centrándonos en el llamado divino que nos impulsa hacia el futuro. «Olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.» – Filipenses 3:13-14 (RVR1960)
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Les deseo a ustedes y a sus seres queridos unas felices fiestas y un venturoso año nuevo, colmado de bendiciones. Estaremos en contacto de nuevo el viernes 16 de enero del 2024, porque Dios lo quiere así. ¡Que estos días estén llenos de amor, paz y momentos inolvidables!
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