Los consumidores estadounidenses tienen muchas marcas de automóviles para elegir; tantas, que puede ser abrumador en el momento de elegir un vehículo nuevo. Tal infinidad de opciones es una razón por la que los fabricantes de automóviles necesitan mantenerse ágiles y adaptarse a los cambiantes deseos y necesidades de los consumidores.
Por desgracia, no todas las automotrices han sido afortunadas y algunas o bien no cambian rápidamente lo suficiente o simplemente no tienen la fórmula correcta para tener éxito en el largo plazo.
Con esto en mente, varios analistas de automóviles, incluyéndome, y en un evento que nos ha reunido, tuvimos una conversación sobre cuáles marcas desaparecerán pronto, y todos coincidimos en una: la Chrysler, que podría desaparecer en la próxima década, y que ya está agonizando.
Así como sucedió con Plymouth, Oldsmobile, Pontiac, Saturn, Mercury, entre otras marcas que décadas atrás han quedado en el olvido, Chrysler va por ese camino.
El CEO de FCA (Fiat Chrysler), Sergio Marchionne, no se quiere retirar sin haber consolidado y buscado un socio para la automotriz, que mantiene a marcas rentables como Jeep y Ram, pero que tiene problemas con Dodge y Chrysler.
A Fiat y Alfa Romeo, no se las puede tomar en cuenta porque nunca hicieron pie en Estados Unidos, y son marcas para otros mercados. Solo hacen acto de presencia en el país.
Fiat es un productor de autos pequeños de bajo costo que tiene una importante presencia en Latinoamérica y Europa, pero sus beneficios no son tan grandes hoy en día.
Alfa Romeo y Maserati son marcas que tienen mucho trabajo de fiabilidad en curso, y FCA está gastando billones para tratar de penetrar con estas marcas el segmento de lujo global, algo que es viable.
Jeep es posiblemente la marca más fuerte a nivel nacional y mundial y Ram tiene una presencia significativa en el mercado de las pick ups de tamaño completo, un mercado que es súper lucrativo en Estados Unidos y Canadá.
Y su cenicienta, Ferrari, que es parte del grupo y cotiza sola en bolsa de valores, es una joya rentable, pero de bajo volumen.
Dodge, que pudiera desaparecer en algún futuro, se ha concentrado en modelos de rendimiento, y no le va mal, con seguidores y entusiastas que son demográficamente deseables por las automotrices, por lo que vale la pena mantener esos modelos de músculo, como el Charger y el Challenger.
Pero no se sabe cuál es el propósito de Chrysler, que ha tenido que dar de baja a varios modelos y a pesar de seguir renovando en segmentos que se están muriendo como los Van, con el Pacifica, no está siendo renovado como una marca para el mercado masivo, que ya controlan Toyota, Nissan, Honda, Ford y Chevrolet. Sí ha creado conceptos y los ha llevado a varios shows, pero ahí quedaron, en conceptos.
Esos nichos que en algún momento fueron fuertes con Chrysler, ya no lo son, y si cualquier marca estaría interesada en alguna fusión con la FCA, como por ejemplo Volkswagen, es probable que la hagan desaparecer o quizás vender a la GM, algo que hoy se ve improbable, pero no imposible si el precio es de ganga, ya que a GM pudiera interesarle el pequeño segmento de los vans.
En mi opinión, una fusión o adquisición con la participación de la FCA es probable que ocurra en los próximos años, y creo que es muy probable que la marca Chrysler, sea una víctima cuando esto suceda.
@purosautosus
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