Las creencias, sean religiosas, paganas o relacionadas con la astrología, son inherentes a la especie humana desde los comienzos de la civilización. A diferencia de la ciencia, las creencias no tienen una fundamentación empírica que las justifique, y de hecho hay una gran diversidad de versiones respecto a los mismos conceptos, por lo que basar nuestras decisiones en creencias puede ser tomado por otros como un disparate. Por ejemplo, aquellos que creen en los números de la suerte y realizan elecciones en función de ellos, realmente se acogen a un acto de fe, sin que se pueda garantizar que funcionarán.
Sin embargo, aquello que tiene que ver con el mapa celeste parece cobrar una relevancia más acusada. No hay duda de que los astros afectan a nuestra existencia: una privación de los rayos del sol puede tener consecuencias devastadoras para nuestra salud, así como las diferentes fases lunares afectan a las mareas e incluso al comportamiento animal. Es por eso, que para muchas personas creer en el horóscopo es inevitable, y piensan que dependiendo de su fecha de nacimiento tendrán unos rasgos de personalidad u otros. El sistema zodiacal basado en las constelaciones, no obstante, va a definir unos rasgos diferentes que el horóscopo chino, por tanto, ¿deberíamos tomar en cuenta lo que reza en las predicciones diarias en base a ellos? Hay quienes dicen que hay signos astrales con suerte para las loterías, por ejemplo, o que son más compatibles entre sí para una relación sentimental. Pero también existen creencias más holísticas que se basan en la repercusión de los movimientos de los planetas en todos los seres humanos, independientemente de su signo zodiacal.Las creencias, sean religiosas, paganas o relacionadas con la astrología, son inherentes a la especie humana desde los comienzos de la civilización. A diferencia de la ciencia, las creencias no tienen una fundamentación empírica que las justifique, y de hecho hay una gran diversidad de versiones respecto a los mismos conceptos, por lo que basar nuestras decisiones en creencias puede ser tomado por otros como un disparate. Por ejemplo, aquellos que creen en los números de la suerte y realizan elecciones en función de ellos, realmente se acogen a un acto de fe, sin que se pueda garantizar que funcionarán.
Precisamente en estos momentos, son muchas las personas por todo el mundo que están sugestionadas por el llamado Mercurio Retrógrado. Se trata de un fenómeno por el que este planeta realiza un movimiento que parece retroceder en su órbita, y que suele durar unos días. El fenómeno se produce tres veces al año, y en 2021, el primero de ellos comprende desde el 30 de enero hasta el 20 de febrero. Este movimiento, más concretamente, consiste en una disminución de la velocidad, una parada y una inversión temporal de su dirección. En realidad, no es un movimiento real es una ilusión óptica relacionada con variaciones de la velocidad de la Tierra, pero los significados que se le otorgan se convierten en una creencia muy firme.
Aquellos que están familiarizados con el fenómeno, tienen claro que no es recomendable iniciar proyectos en estos días. Sí es recomendable concluirlos si ese era el plan que se tenía en mente. Pero se entiende que este fenómeno de Mercurio Retrógrado dificulta las relaciones interpersonales, la comunicación en general e incluso afecta de manera negativa al funcionamiento de los sistemas de comunicación tecnológicos, generando catástrofes. A esto se le añade la dificultad de comprender mensajes escritos y las malas interpretaciones, por lo que se recomienda no firmar contratos. Pero ¿hay algo de verdad en todo esto?
Según palabras de Alexander Ruperti, astrólogo humanista, «Cuando Mercurio está retrógrado la tendencia general será a la introversión mental. Eso significa que las personas se preocuparán de asuntos personales y dispondrán de menos energías para la actividad objetiva y las relaciones personales». Para alguien creyente, estas afirmaciones pueden tener un efecto determinante a la hora de tomar ciertas decisiones. En realidad, el simple hecho de creer en ello será lo que realmente afecte a nuestra manera de socializar, de comunicarnos y de estar receptivos a cambios. Por tanto, sí que puede condicionar, y mucho, lo que pueda suceder en estas semanas.
Al tratarse de un fenómeno que no está restringido a un solo signo zodiacal, tiene más posibilidades de ser tomado en serio por diferentes personas, sean estas de gran peso político o ejecutivo, o incluso en el ámbito médico. Al igual que las fechas de martes o viernes 13 son evitadas constantemente, este prolongado periodo de 22 días puede provocar cambios o retrasos en ciertos planes que afecten a nivel general.
En 2021, Mercurio volverá a entrar en fase retrógrada del 29 de mayo al 22 de junio y del 27 de septiembre al 18 de octubre.
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Importante entender que todos estos métodos, tanto la astrología como el tarot y otros, son un espejo. Como dice María Cruz en este artículo, son «el reflejo del subconsciente»: https://www.7tarot.es/ensenanzas-del-tarot/