¿Por qué la época decembrina revela el funcionamiento familiar? | La Nota Latina

¿Por qué la época decembrina revela el funcionamiento familiar?

 

Llegó diciembre y con él un remolino de emociones, preparativos, compras, fiestas, viajes y reencuentros. Pareciese que gran parte de los ciudadanos del globo terráqueo hacen un alto en su rutina de vida física y psíquica, para apropiarse y adornarse de las mejores intenciones. Existe una disposición al disfrute, a la alegría y al compartir; lo cual puede ser cierto para una buena cantidad de familias. Sin embargo, para otras, comienza un mes donde se desnudan sus realidades sociales y personales, en las cuales se evidencian más notoriamente sus conflictos, sus rupturas y sus pérdidas.

Y es que, a pesar de considerarse un mes promotor de la felicidad, tanto por la celebración de tradiciones religiosas que apuntan al renacimiento de lo mejor de cada persona, como por todo un entorno comercial que casi nos “inyecta” la emoción por las celebraciones y compras, aunado a un ingreso adicional en materia monetaria, que facilita el acceso a adquisiciones materiales; existen personas y familias quienes no viven ese brillo, repicar de campanas y cascabeles. Es cierto que es un mes en el cual se engalanan las más refulgentes emociones, pero como ya he dicho antes, en el plano emocional esto significa que pueden hacer presencia los opuestos emocionales: alegría-tristeza, entusiasmo-nostalgia, amor-rencor.

Esta dicotomía se presenta igualmente con el gusto y aprecio por la temporada que poseen muchos, contrastando con el rechazo y molestias de otros. Tales posturas pueden presentarse en miembros de una misma familia, con los cuales debe plantearse un manejo conciliador y de respeto, sobre todo con los que discrepan del gusto general por esta época. La significación de estas fechas es muy personal pero ineludiblemente asociada a la experiencia a edad temprana, de la vivencia de esta época en la familia, aunque igualmente, puede deberse a asociaciones traumáticas que tuvieron lugar en un período similar, relacionadas con circunstancias inesperadas y dolorosas como la muerte de familiares cercanos, rupturas y ausencias que no han logrado superarse.

Pero aún en las familias que disfrutan de esta temporada, todas las expectativas y cambios en la rutina familiar que plantea este mes festivo ponen a prueba a la organización familiar, que verá en estas fechas espacios de mayor intercambio, momentos comunes, distribución de tareas adicionales y presencia de aspectos extras que se incorporan al presupuesto familiar.

La experiencia con mayor intensidad del nexo afectivo permite la valoración y mayor conciencia de todos los beneficios que tener familia posee. Sin embargo, no significa que no se presenten malentendidos y discrepancias, ya que el incremento del tiempo juntos da lugar a la visualización de diferencias y dada la mayor emotividad reinante y el contraste con el “ideal” que se impone de “familia feliz y unida”, se generan condiciones para que afloren “viejas dolencias”, sobre todo en los adultos, que pueden originar discusiones, muchas veces iniciadas por simples aspectos operativos, relacionados con la época.

En ocasiones, la queja puede asomarse por la repetitividad de eventos: que sea la misma decoración, las mismas comidas, las mismas personas, visitas y reuniones, sobre todo por parte de los adolescentes, para quienes la magia de los regalos y admiración de personajes mágicos ha desaparecido. Es importante resaltarles que dichas repeticiones son tradiciones y que ellas hablan de nexos que son fuertes y permanentes en la vida, así como costumbres que resaltan valores familiares. Estos aspectos fortalecen la identidad familiar y forjan el mantenimiento de valores y tradiciones que permiten trascender de una generación a otra, rasgos distintivos de la familia y la cultura que le rodea.

Dentro de los aspectos a observar con los miembros de la familia y que pueden ser objeto de disputas, está la distribución de actividades del hogar: decoración, elaboración de comidas, realización de diligencias, asistencia a reuniones. Puede que el espíritu navideño se apodere más de unos que de otros y en algunas familias existen miembros que monopolizan tales actividades, sin embargo, es conveniente distribuir y participar en las mismas, incorporando a los niños quienes siempre estarán más dispuestos a colaborar, dada la tendencia a la cooperación de la cual les he hablado anteriormente, fomentando en ellos tal disposición, acercándolos a la modalidad de disfrute de estas épocas y ofreciéndoles paulatinamente la herencia de costumbres y tradiciones, además de resaltar el compartir afectivo.

Dentro del espíritu expansivo que reina, una de sus principales manifestaciones es la expresión de afecto a través de regalos. En estas fechas queremos hacer sentir apreciados y queridos a muchas personas significativas y particularmente a los miembros de nuestra familia. La planificación es la mejor aliada para encontrar el regalo adecuado al gusto de nuestro familiar y de nuestro presupuesto. La pareja debe consultarse los montos y las personas a quienes se va a obsequiar, siendo un escenario clave para aplicar todas las destrezas comunicativas ya que pueden darse lugar confrontaciones debido a preferencias por personas particulares o por el manejo del dinero. A este aspecto dedicaré mi artículo de la próxima semana.

¿Con tu familia o con la mía? Diatriba de aquellos afortunados que tienen a sus familias consigo. Pudiera ser que por circunstancias sociales como la que vivimos los venezolanos y todo latinoamericano que se haya visto en la necesidad de emigrar, no tenga que considerar. Es cuando nos damos cuenta de la insignificancia de dicha diatriba, que pudo haber sido objeto de fricciones. Si algo debe acentuarse de esta época decembrina, es el disfrute de la familia, los amigos y compañeros; el sentirnos complacidos por encontrarnos y compartir existencias. Si en ese aspecto se sustenta la experiencia decembrina, será mucho el disfrute en este mes particularmente, pero extensible al resto del año, alimentando en el caso de la familia, los lazos de afecto y unión necesarios para enfrentar los retos que ser familia nos presenta.

Twitter: @crispaz05

 

Cristina Paz
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