La alimentación es uno de nuestros componentes más importantes para mantener nuestra salud. Y es que ésta representa nuestro motor de energía no sólo para afrontar las funciones corporales diarias, sino también para combatir los desafíos mentales a los que nos enfrentamos a diario. Sin embargo, cuando nos planteamos mejorar la salud, nos conviene saber cuál es la mejor dieta que adoptar. En este sentido, investigadores nos garantizan que optar por una dieta mediterránea será sin duda tu mejor opción para brillar de salud. Hogar del sol, del mar y de deliciosos platos, la dieta mediterránea se presenta como clave para gozar de una vida mejor y más larga. ¿Aún no conoces esta maravillosa cocina?
Los increíbles beneficios de la Dieta Mediterránea
Numerosos estudios han detectado que la Dieta Mediterránea puede reducir los factores de riesgo de enfermedades cardíacas y prevenir enfermedades como la diabetes, el Alzheimer, la depresión, la osteoporosis, así como reducir la presión arterial y el colesterol.
De hecho, numerosos análisis han descubierto que aquellos que se acercan a la Dieta Mediterránea aumentarán las posibilidades de vivir más tiempo y con un peso saludable. En concreto, un estudio de la Universidad de Navarra determinó que la Dieta Mediterránea puede reducir hasta un 83% el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, mientras que otro estudio determinó cómo las mujeres pueden reducir en un 30% el riesgo de padecer cáncer de mama al conducir su alimentación hacia la Dieta Mediterránea.
Qué define a la Dieta Mediterránea
No existe una definición universal de Dieta Mediterránea, sin embargo, si que existen una serie de alimentos que la componen. Entre ellos se identifican una gran cantidad de frutas y verduras, legumbres, cereales, carnes blancas, productos lácteos, pescado, frutos secos, pan, una dosis moderada de vino además de pasta y arroz integral.
En este sentido, la Dieta Mediterránea no se presenta como un plan o programa dietético específico sino una serie de hábitos que hacen característico a las personas de regiones mediterráneas como algunas partes de Italia, el sureste de España, el sur de Francia, Grecia, Malta, Turquía o Líbano, entre otros.
Algunos ejemplos de platos presentes en la Dieta Mediterránea son: la fresca ensalada griega, el tradicional hummus o el rico tabbouleh de la comida libanesa, la paella española, la bruschetta italiana y por supuesto, los famosos vinos del sur de Francia.
El aceite de oliva y los frutos secos, claves en la dieta mediterránea
La Dieta Mediterránea sabe muy bien cómo distinguir las grasas “buenas” pues se centra en la inclusión de grasas saludables gracias a alimentos como los frutos secos y el aceite de oliva, por ejemplo. En este sentido, un estudio publicado en la revista “The New England Journal of Medicine” reveló como consumir productos como el aceite de oliva y los frutos secos (ambos presentes en la Dieta Mediterránea) reducen la posibilidad de ictus o infartos en un 30%.
Así que ya sabes, si estás buscando un cambio en tu estilo de vida, la Dieta Mediterránea puede ser la forma de conseguirlo. Además, tiene tantas versiones que no te aburrirás de ella: española, italiana, griega, libanesa… Todos ellos países que te invitan a iniciar un estilo de vida saludable. ¿Estás preparado para el reto mediterráneo?
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