Esta semana fue dado a conocer el caso del primer trasplante doble de pulmón realizado a un adolescente de 17 años, como consecuencia del daño irreversible causado por el uso de cigarrillos electrónicos.
El procedimiento se llevó a cabo en el hospital Henry Ford Health System de Detroit, Michigan. Aunque la identidad del paciente se mantiene anónima, el hospital compartió una declaración escrita por su familia.
En ésta, enfatizaron que los efectos nocivos del vapeo son reales. Describieron a su hijo como un joven deportista, quien iba a la escuela, socializaba con amigos y jugaba videojuegos. Pero un día se despertó en cuidados intensivos entubado y estrenando un par de pulmones donados. (Ver comunicado de prensa del hospital).
El director quirúrgico de la unidad de trasplantes toráxicos, Dr. Hassan Nemeh, aseguró que jamás había visto un daño de tejido pulmonar tan severo, y que de no haber realizado la operación a tiempo, el menor con seguridad habría muerto.
Según el recuento de la historia médica, el paciente ingresó a la sala de emergencia el pasado 5 de septiembre con síntomas de neumonía. Debido al rápido deterioro de su condición, fue trasladado a otro hospital el 17 de septiembre para ser conectado a un dispositivo llamado ECMO para mantenerlo con vida. ECMO (Extracorporeal membrane oxygenation por sus siglas en inglés) es un aparato utilizado durante las cirujías de corazón abierto. El 8 de octubre ingresó a la lista de espera de trasplantes y el 15 de octubre recibió los órganos. Aunque el resultado de la operación fue exitoso, los médicos se reservan el pronóstico debido al largo proceso de recuperación que puede tardar varios meses.
La primera columna que escribí sobre este tema fue el 8 de septiembre, hace un poco más de dos meses. En ese momento, en EE.UU. se habían reportado cinco muertes y 450 casos de lesiones pulmonares causadas por el uso de cigarrillos electrónicos.
La cifra confirmada por el Centro de Control de Enfermedades el 13 de noviembre, asciende a 43 muertes y 2.172 casos en todo el país.
Del mismo modo, el CDC confirmó las sospechas iniciales que identifican el acetato de vitamina E–presente en las muestras de los cartuchos de THC o tetrahidrocannabinol, el principal agente sicoactivo de la planta cannabis–como la principal causa reportada en más del 80% de los casos.
Ahora, mientras en EE.UU. los esfuerzos para vetar estos dispositivos se intensifican–ayer Apple retiró todas las aplicaciones de vapeo del Apple store (leer artículo)–en Colombia están a punto de meter un elefante por el ojo de una aguja con el proyecto de ley 057 que circula en el Congreso.
Si bien el proyecto busca igualar la legislación de los cigarrillos electrónicos a la del tabaco tradicional–prohibición de venta a menores de edad, publicidad y patrocinio de eventos–también busca dejar por fuera a las sustancias que no son nicotina.
En otras palabras, fumen y vapeen todo lo que quieran mientras no sea nicotina. En mi opinión, la “pipa de la paz” o mejor, la “pipa de la asfixia”, continúa extendiendo sus tentáculos dentro de la población adolescente y vulnerable bajo el amparo de los adultos.
Como lo dije anteriormente, la moda del vapeo de marihuana es una moda que no incomoda. Es prácticamente indetectable al olfato. Sin embargo, el daño puede ser definitivo.
Para que lo piensen y hablen con sus hijos–yo ya empecé con mi hijo de ocho años–imagínense un globo y llénenlo de pegante. Ahora, traten de inflarlo y desinflarlo. Eso es lo que le ocurre a los pulmones con la inhalación de cartuchos de cannabis.
Foto: Itay Kabalo – Unsplash
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