¿Por qué el rol de madre es una condición social aprendida? | La Nota Latina

¿Por qué el rol de madre es una condición social aprendida?

 

Se aproxima una fecha muy importante, comercialmente hablando. Y digo comercialmente porque tanto la labor de madre como el reconocimiento a esta, es una tarea de todos los días. Trascendiendo la celebración, que considero merecida en un muy importante porcentaje de los casos, así como la exaltación de la labor de la madre en la familia, creo importante apuntar a una de las acciones que este día debe llevarnos a realizar. Más importante que el arreglo personal, los festejos o pensar en los regalos a recibir, es el reflexionar en cómo hemos hecho tan importante papel que decidimos asumir: ser madres.

Ser madre, ejercer el rol de madre, es una condición social y como tal aprendida. Por ser aprendida, es evaluable y susceptible de ser mejorada. Y es que como casi todo el mundo civilizado lo reconoce, no es suficiente tener la madurez reproductiva que nos permite concebir un hijo, para denominarnos “madres”, sino las condiciones psíquicas, sociales y espirituales para enfrentar tan importante función. Tal condición comienza por tener conciencia previa de lo que esta responsabilidad implica, antes de la gestación, para que el proceso de embarazo y crianza se lleve con mejores resultados.

Lamentablemente, las cifras mundiales como el embarazo adolescente y el maltrato infantil nos prueban que la afirmación anterior, está bastante lejos de aplicarse. Sin embargo, la labor está en no desfallecer y procurar la educación y formación familiar que se necesite para minimizar estos flagelos. Sin duda, en la preparación para tal tarea dependerá el resultado de la labor materna, resultado que redunda en algo tan trascendente como el desarrollo de otro ser humano y con él, de la sociedad misma.

Bajo la concepción que ser familia tanto como el hecho de ser humano, es un acto de construcción en gran medida determinado por nosotros mismos, y que en esa construcción juega un papel trascendental la conciencia de rol y la formación para el mismo, es por lo que he decidido, lo que queda de mes de mayo, adentrarme a través de mis escritos semanales a profundizar en el impacto psicológico que posee la madre en la vida del hijo.

Es importante hacer la aclaratoria que cuando hablo de madre, no me refiero únicamente a aquella que engendra y recibe a su hijo en una sala de alguna institución de salud. Estoy hablando de aquella persona que asume el rol materno aún cuando pueda no tener ningún nexo biológico con el bebé. Denominada función materna, busca hacer notar que dicha tarea puede hacerla otra persona diferente a la madre biológica, aspecto con el cual estoy de acuerdo.

Celebremos y disfrutemos de nuestra fecha social, alegrémonos con los agasajos y regalos recibidos, sin embargo, tengamos presente que el proceso de formarnos como madres nunca termina, que siempre podemos aprender mejores maneras de ejercer nuestro rol y que nunca es tarde para modificar prácticas desfavorables. Regalémonos conciencia de rol, ese será un obsequio que nos agradecerán y nos agradeceremos, sin lugar a duda.

Twitter-Instagram: @crispaz05

 

 

Cristina Paz
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