La procuradora general Loreta Lynch presentó los resultados de una investigación realizada durante 13 meses por el Departamento de Justicia, la cual detectó las irregularidades en la policía.
El Departamento de Policía de Chicago ha incurrido en sistemáticas violaciones de los derechos civiles en contra de la población de la ciudad, recurriendo al uso de fuerza letal en casos en los que no hubo justificación.
La procuradora general Loreta Lynch presentó en la ciudad de Chicago, Illinois, los resultados de una investigación realizada durante 13 meses por el Departamento de Justicia, la cual detectó las irregularidades en la policía.
Lynch ordenó la pesquisa después del asesinato en 2014 de Laquan McDonald, un joven de raza negra, de 17 años de edad, quien recibió 16 disparos de arma de fuego a manos de un policía.
«Sobre la base de esta exhaustiva revisión, el Departamento de Justicia ha concluido que hay motivos razonables para creer que el Departamento de Policía de Chicago se involucra en un patrón o práctica de uso de fuerza excesiva en violación de la Cuarta Enmienda a la Constitución», dijo Lynch.
La investigación determinó que este patrón o práctica ha sido en gran parte el resultado de las deficiencias en los procedimientos de capacitación y sistemas de rendición de cuentas, indicó la funcionaria.
Vanita Gupta, subprocuradora general adjunta para Derechos Civiles, precisó que ese patrón incluye disparar con armas de fuego contra personas que no presentan amenaza inmediata y utilizar pistolas de descarga eléctrica por no seguir órdenes verbales.
Gupta señaló que estas conductas no sólo dañan a los residentes de la ciudad, sino que ponen en peligro a los oficiales, quienes pueden sufrir lesiones e incluso la muerte.
Destacó que este patrón «erosiona la confianza de la policía y la comunidad, la piedra angular de la seguridad pública».
«Encontramos que este patrón de fuerza inconstitucional es en gran parte atribuible a deficiencias sistémicas dentro del Departamento de Policía y el gobierno de la ciudad», añadió.
La investigación mostró que el Departamento de Policía no capacita adecuadamente a sus oficiales sobre el uso apropiado de la fuerza, y estos no informan completamente sobre incidentes que involucraron el uso de fuerza y los supervisores no los revisan de manera adecuada.
Se descubrió también que los sistemas de rendición de cuentas son ineficientes, en la recolección de datos sobre estos incidentes se omite detectar tendencias peligrosas y los oficiales no reciben el apoyo necesario para lidiar con el estrés y el trauma del trabajo diario.
Fuente: notimex
Foto de portada: Twitter CNN
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