El jueves pasado, 31 de enero, tuve el privilegio de entregar los premios del Segundo Concurso de Escritura Creativa Plumas de Águila (Eaqgle Quills Creative Writing Contest) en la escuela primaria del condado Saint Johns, Timberlin Creek.
El concurso fue impulsado por esta humilde escritora el año pasado y ha contado con la participación de los estudiantes de tercero, cuarto y quinto de primaria. Los temas de los escritos–ficción y no ficción–incluyeron aventuras de agentes secretos, naufragios y la importancia de la amistad y la reconciliación.
El objetivo de mi iniciativa ha sido brindarles un espacio de enriquecimiento a aquellos niños que tal vez no sobresalen en deportes, arte o académicamente, pero que saben escribir.
Considero de vital importancia rescatar el valor de la prosa creativa especialmente desde la temprana edad, ya que en este tiempo, los trinos y los videos están reemplazando los cuentos, cartas y notas de amor.
Ahora, la buena escritura no nace por arte de magia. Por el contrario, es un talento que va de la mano de la lectura.
Uno de mis recuerdos de infancia es una enciclopedia de clásicos infantiles que mi mamá me leía todas las noches. Desde los tres años y medio, la lectura independiente se convirtió en un hábito que me permitió imaginar Las Aventuras de Tom Sawyer, Ali Babá y Pulgarcita, entre muchos otros.
Según mi mamá, tuvo que cambiarme de jardín prescolar y adelantarme a transición porque yo quería tener cuadernos para aprender a escibir en lugar de jugar.
Leer en voz alta con los hijos reemplaza la ausencia que la carrera contrareloj de la vida cotidiana a veces causa. Los niños valoran este tiempo como un tesoro e influye poderosamente en otras esferas de su desarrollo.
Estudios pediátricos demuestran que los niños que comparten un tiempo de lectura con sus padres no solo adquieren facilidad para el aprendizaje, sino que también mejoran condiciones de comportamiento como agresividad, hiperactividad y déficit de atención.
Además, en la era digital que vivimos las excusas ya no existen. Aunque personalmente no cambio el placer de leer un libro impreso, las aplicaciones para tabletas y celulares permiten acceder cientos de títulos en segundos.
Uno de los escritores infantiles más importantes de la lengua inglesa es Theodore Seuss Geisel conocido como Dr. Seuss. Una de las frases más hermosas de su prolífica obra traduce: “Cuanto más leas, más sabrás. Cuanto más sepas, más lejos llegarás“.
Todos los niños nacen con un cerebro lleno de páginas en blanco y la fascinación de éstos por la lectura es innata. Para enamorar a un niño con las letras sola basta abrir un libro.
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