Tuve la oportunidad de charlar un rato con Pedro Juan Vázquez antes de salir en tarima en su espectáculo de Miami. Mejor conocido como PJ Sin Suela, el artista puertorriqueño se encuentra en medio de su primera gira solo por Estados Unidos, indudablemente, un momento clave en su ascendente carrera.
Cuando me estaba preparando para salir de mi casa, mi hijo me preguntó a quien iba a ver. Le cuento y me pregunta “Mamá, ¿y a ti te gustan los raperos?”. Le digo que a mi me gustan los artistas con esencia. Y eso le sobra a PJ…
Desde que lo vi por primera vez rapeando un clásico tema del inmortal Rafael Hernández en uno de los afamados especiales navideños del Banco Popular de Puerto Rico, que siempre han contado con artistas locales e internacionales, pensé que ese muchacho que le daba su toque personal al conocido ‘Lamento Borincano’, tenía ‘ángel’, como dicen.
Un artista incidental
PJ es un artista un tanto incidental. Curiosamente, es médico de formación, pero una vez empezó de lleno en la música, no hubo vuelta atrás. En su época de estudiante, cantaba en su tiempo libre. Le pusieron el apodo de “PJ Sin Suela” (me cuentan que por un incidente en el que se le rompieron las suelas de sus tenis). Ya había conquistado público a través de las redes sociales, pero es cuando Residente, otro rapero puertorriqueño, ex vocalista del grupo Calle 13, le hace el acercamiento para acompañarlo en su pasada gira, que realmente se le abren muchas más puertas.
La propuesta de PJ Sin Suela es una que he visto poco en el ámbito urbano, que se sigue apoderando del favor del público no solo latino, sino del mundo: la destreza lirical con letras inteligentes. Bien nombrado un CD tipo “mix tape” que el mismo Pedro Juan me regaló en uno de los espectáculos en que fuera telonero, Residente, Letra pa’ tu coco, es distinto a lo que yo había escuchado antes. Y es que, si bien las canciones de PJ son pegajosas y te hacen bailar y brincar, no todas se quedan en la mera canción de fiesta. En “Mis caras sufriendo” cuestiona muchas cosas de la sociedad puertorriqueña: “No se si me estoy poniendo viejo, o es que la gente se está muriendo, sigo viendo mis caras sufriendo y me pregunto por qué…”. Sus letras hablan de religión, de vida y muerte.
Momento histórico
Recientemente, PJ fue parte del grupo de artistas puertorriqueños que lideraron las protestas que se dieron en la isla exigiendo la renuncia del saliente gobernador, Ricardo Rosselló. Le pregunté al respecto y me cuenta que fue un momento histórico como ninguno, prácticamente no hay palabras para describirlo. Fuimos muchos los que nunca imaginamos ver a un Puerto Rico tan unido en una sola voz, y es imposible negar el rol que tuvo la clase artística en llevar ese mensaje unificado. Inmediatamente después del devastador paso del huracán María por la isla, PJ hizo parte también del proyecto del dramaturgo de ascendencia boricua, Lin-Manuel Miranda, en su canción “Almost like praying”, que se grabó con el propósito de recaudar fondos para la recuperación de la isla. Casualmente, le enseño ese CD y me cuenta que después del huracán, cuando no había electricidad ni señal de celular en la isla, se encontraba personas en la calle que le decían que en estos tiempos en que la mayoría escuchamos música en servicios de ‘streaming’, al menos podían escuchar su música en CD, como se hacía antes.
Aprovecho para preguntarle con quién sería su colaboración soñada. Su respuesta me sorprende: en español, con el uruguayo Jorge Drexler. Pensaría uno que son estilos completamente diferentes, pero ¿lo son en realidad? En inglés, me habla del rapero estadounidense J. Cole.
Y así, conversamos de manera muy casual y amena, hasta que llegó la hora de salir al escenario. Un público joven, latino, lo esperaba coreando sus canciones de principio a fin. Los espectáculos de reggaetón hoy día son usualmente el artista, un DJ y un MC, por lo que me sorprendió (¡muy positivamente!) ver el escenario listo con guitarra, batería y bajo. Contó el mismo PJ a su público, que fue su papá quien lo instó a que retomara la guitarra, y efectivamente, con guitarra española en mano, le rapeó a su público. Sus éxitos más conocidos, San Dunga, el remix de Acho Puñeta, La Pelúa, Oda a las tetas, Cuál es tu plan, no podían faltar. Yo por mi parte, esperaba la más romanticona: Live this one (“¿Qué vamos a hacer pa’ mejorar el mundo?”).
La gira de PJ Sin Suela sigue por cuatro ciudades de Texas: Houston, Dallas, San Antonio y Austin; continúa en Denver, sigue en Anaheim y tendrá su cierre en San Francisco. Para nuestros lectores que no lo conocían, les recomiendo que lo busquen. Esto es rap inteligente.
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