Papá: el primer héroe | La Nota Latina

Papá: el primer héroe

Presente o ausente, con acciones concretas o como la expresión del más profundo deseo de un hijo/a, el padre simboliza en la vida familiar, la valentía, la protección y el poder. Se presenta de esa manera ante los ojos de sus hijos pequeños, quienes ven en ellos a sus primeros superhéroes y que, ni su ausencia física o la natural declinación de sus facultades físicas, hace que estas características desaparezcan en el recuerdo del hijo, aunque ya sea un adulto.

Por supuesto, las modalidades de expresión son muchas. Utilizando nuevamente las demostraciones que el cine ha provisto sobre tipos de padre, tenemos: desde el padre que, efectivamente, es casi invencible y capaz de destruir a cualquiera por salvar a una hija, como lo evidenció Liam Neeson cuando personificó a Bryan Mills  en “Búsqueda implacable 1”; o quien usó su intelecto e imaginación para llevar a cabo un manejo extraordinario de una situación adversa, y hacerla pasar desapercibida a su hijo, convirtiéndola en un “juego”, como fue el caso de Roberto Benigni quien dio vida al personaje de Guido Orefice en “La vida es bella”; o como un padre “miedoso” quien es capaz de enfrentar todos los riesgos que el mundo marino puede presentar, sólo por encontrar a su hijo, como lo hizo Marlin en “Buscando a Nemo”.

El cine ha reproducido de diversas maneras esta cualidad del masculino en la vida familiar. Expresión de una asignación que histórica y culturalmente ha acompañado a esta figura y que, siéndolo genuinamente o no, debe así demostrar. El poseer características superiores para sus hijos y el realizar actos de heroísmo por estos, pone en evidencia otra de las funciones importantes que desarrolla la figura paterna: proveer protección a su familia del mundo exterior. Mientras la madre otorga la seguridad afectiva en las relaciones con cercanos; el padre se convierte en ese escudo protector de las amenazas que ese ambiente puede presentarnos. De allí, las manifestaciones típicas en la dinámica familiar como el tener duda o recelo ante extraños,  fungir de guardián o portero de quien visita o no la casa, o ser quien primero sale a enfrentar los peligros que amenazan a la familia.

Pudieran algunas personas alegar el matricentrismo de la familia latinoamericana, debido a la ausencia del hombre en ésta. Al respecto, habría mucho sobre qué hablar, pero dicha usanza no contradice la función que la figura del padre representa. Así lo ratifica la queja o problema expresado en los motivos de consulta y más aún, siendo una de las principales cualidades que las mujeres buscan en los hombres para hacerlos su pareja.

El padre representa ese ser en el cual nos escudamos de los peligros, con quien experimentamos seguridad, de quien aprendemos valentía, arrojo y responsabilidad, cuando está presente. La falla en cumplir ese rol por deficiencia o ausencia siempre es resentida, dejando huellas en las personalidades de los hijos procreados, debido a que todos, sin excepción, queremos tener la experiencia de vivir con esos “superhéroes de carne y hueso que nos libran del mal”.

Twitter-Instagram: @crispaz05

 

 

Cristina Paz
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