Actualmente es una de las especies en peligro de extinción. Su rostro singular se ha convertido en «gancho publicitario» para las causas de preservación en el mundo animal. Su imagen cautiva y endulza al público, y ¿quién no sucumbe con su ternura? Sepa que sólo quedan 1600 ejemplares en libertad y cerca de 360 en cautiverio.
Considerado uno de los animales más bellos del mundo, con su pelaje blanco y negro, el oso panda forma parte de nuestra cultura popular. Es una especie tan atractiva para la gente, que los conservacionistas como la World Wildlife Fundation (WWF) lo adoptó como su símbolo en 1961. Hoy nos es común verle en dibujos animados, comics, películas y en toda clase de merchandising, que incluye hasta galletas y cereales, coches y los más diversos productos.
Sin embargo, es como tantas otras, una especie en peligro de extinguirse. Es el animal nacional de China y es tal la severidad del castigo, que nadie se atreve a meterse con él. Tohuí Panda y Chu-Lin son símbolos nacionales.
Su nombre en chino significa «gran oso gato» u oso fajado. Y eso es por sus ojos con sus pupilas verticales, como la de los gatos. Panda es más una palabra occidental, posiblemente de origen nepalí. Sin embargo su nombre científico es Ailuropoda melanoleuca que significa ‘pies de gato negro y blanco’.
Se le conoce como oso panda o panda gigante, pariente cercano –según estudios de ADN- de los osos de anteojos. Hay un panda rojo, pero no está emparentado con el panda gigante. Vive en la China central, en regiones montañosas como como Sichuan y el Tíbet, hasta una altura de 3500 metros.
Las estadísticas hablan de 1600 ejemplares viviendo en las selvas y 360 en cautiverio. Comen bambú, frutos, pequeños mamíferos (es un carnívoro), peces e insectos. Suele trepar bien, pero prefiere no estar en los árboles. Su bello pelaje le ayuda a soportar los fríos inviernos.
Amor total por un panda desde Occidente
Desde 1869 los osos panda conquistaron Occidente gracias al gracias al naturalista y misionero lazarista francés Armand David. Fue descrito científicamente en 1870 por el director del Museo de Ciencias Naturales de París, Henri Milne-Edwards. Desde que Ruth Harkness en 1936 trajo un cachorro de panda a Estados Unidos, se dio inicio a la afición occidental por este animal. Las prácticas del tráfico de pandas por extranjeros motivaron a que en 1990 el gobierno impusiera leyes según las cuales todo animal, incluyendo células reproductivas, era propiedad de China. Además los zoológicos interesados en obtener individuos en calidad de préstamo están sujetos a la firma de contratos sin garantías para ellos, por diez años.
Hoy por hoy, tener un panda en un zoológico es quizás prohibitivo, pues es el animal más caro de mantener. Según el New York Times es la especie más costosa, 5 a 1 en relación a un elefante. Zoológicos de Estados Unidos pagan al gobierno chino 2 millones de dólares anuales por concepto de derechos y honorarios.
Hay pandas en San Diego Zoo, San Diego, California; National Zoo, en Washington D.C; Zoo Atlanta, Atlanta, Georgia; Memphis Zoo, en Memphis, Tennessee, Zoológico de Chapultepec, en Ciudad de México; Zoo de Toronto y Zoo de Calgary, en Canadá.
México fue el primer país donde por primera vez se reprodujo naturalmente un panda. La primera cría llevó por nombre Tohuí, hija de Pe Pe y Ying Ying, dos pandas regalados a México por la República Popular China en 1975. Fue amor a primera vista para los mexicanos. Niños, jóvenes y adultos abarrotaban el zoológico de Chapultepec para conocerla y, en una conexión inexplicable con el humano, Tohuí siempre se divirtió y disfrutó que tantos la admiraran.
Otros pandas están en Adelaide Zoo en Australia y en China en Bejing Zoo, Shangai Zoo, Bifengxia Panda Base, Chengdu Research Base of Giant Panda Breeding, Chengdu y Sichian; en China Conservation and Research Center en el Wolong National Nature Reserve en Sichuan; en el Parque de Atracciones Chime-Long Paradise en Guangzhou; Ocean Park de Hong Kong y el Macau Giant Panda Pavillion.
Japón cuenta con pandas que llevan doble nombre, tanto en chino como japonés. Tuvo al único panda con ciudadanía japonesa, Ling Ling que vivió y murió en Ueno Zoo, en Tokio. Luego están el Oji Zoo, Kobe, Hyogo, y Mundo Aventura, Shirihama, Wakayama.
Luego zoológicos de Tailanda, Taiwán, Singapur, Malasia, y hasta en Europa, con presencia en Alemania, Austria, España, Reino Unido, Francia y Bélgica.
Evelyn Navas, Redacción La Nota Latina
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