Moscú fue Elegida en 2019 como Mejor Ciudad de Destino en los World Travel Awards -conocidos como los “Oscars del turismo”-, y parte de su éxito reside en los cambios acometidos en los últimos tiempos. Quienes visitaran Moscú hace años y vuelvan a hacerlo en 2020 encontrarán una ciudad que ha evolucionado de una forma más que positiva. Lugares emblemáticos, una amplia oferta cultural y una gastronomía única se abrazan en la capital rusa.
En 2010 solo había una zona peatonal (Arbat). En la actualidad, hay un total de 350, de las cuales 253 están en el centro histórico. La red de transporte de la ciudad es una de las mejores conectadas del mundo y, según el ranking Numbeo, Moscú está por delante de ciudades europeas como Londres, Atenas o Roma en términos de seguridad. “Moscú es más segura, más deliciosa, más barata y está más cerca de lo que la gente cree”.
Un destino por descubrir
Una vez el viajero llega al centro de Moscú desde cualquiera de sus cuatro aeropuertos internacionales, le espera un destino sorprendente y desconocido para muchos. A pesar de que para el imaginario colectivo Moscú es una ciudad fría, nevada y de grandes avenidas y monumentos, lo cierto es que el 50% de la ciudad está formada por zonas verdes, y cuenta con muchas joyas por descubrir más allá del imponente Kremlin. El número de áreas ajardinadas ha aumentado significativamente. Mientras que en 2010 la ciudad contaba con alrededor de 130, en 2019 las áreas modernizadas y acondicionadas alcanzaron las 651. Entre ellas, el parque Zaryadye -el mayor del centro de Moscú-, Panorama 360 -el mirador más alto de Europa- o la VDNJ, la mayor exposición, museo y complejo recreativo del mundo.
Una interesante oferta gastronómica
La gastronomía es otro de los puntos fuertes de Moscú, con 13 mil cafés y restaurantes, tres de los cuales se sitúan dentro del ranking World’s 50 Best Restaurants. Asimismo, cabe destacar el auge de modernos mercados gastronómicos, como el de Danilovski, Usachevsky o el Central o DEPO. Este último, inaugurado el año pasado, es el mayor centro comercial de alimentos de Europa. Situado en la antigua estación de tranvías, cuenta con más de 11 mil metros cuadrados, 75 restaurantes y 140 puestos de mercado, en los que comprar productos típicos rusos o degustar algunos de los platos más sabrosos de la gastronomía del país.
Pero Moscú también destaca por los numerosos festivales que tienen lugar a lo largo de todo el año. Entre los que se celebrarán en 2020 destacan la Maslenitsa de Moscú (febrero), Easter gift (abril), Moscow Spring a Capella (mayo), Times and epochs (junio), Rostec, festival de Fuegos Artificiales Internacionales (agosto), Día de la Ciudad de Moscú (septiembre), Circle of light (septiembre) o Viaje a la Navidad (diciembre).
Todo ello han convertido a la capital rusa en uno de los destinos más populares durante los últimos años en redes sociales como Instagram. Sus lugares de ensueño, con una arquitectura y oferta turística que mezcla tradición y modernismo a partes iguales, lo hacen el destino perfecto para los Millenials. Sin embargo, también es una ciudad perfecta para familias, parejas o gente que viaje sola.
Con más de 1800 hoteles, la oferta en alojamiento satisfará a todo tipo de viajeros que decidan animarse a descubrir las maravillas que esconde Moscú.
Con esa imagen fui creciendo y, en la medida de mis posibilidades, descubriendo esos otros mundos relativamente cercanos. Así confirmé que estaba en lo cierto, que somos iguales y somos distintos. Que nos unen costumbres y nos separan hábitos. Que usamos los mismos condimentos y dan lugar a diferentes comidas.
Y seguí creciendo, al menos en edad. Las posibilidades para disfrutar de viajes y gastronomíahan sido desiguales en función de cada etapa vital, pero he aprovechado cada una de ellas. Y lo sigo haciendo sin dejar de ser periodista en la radio, profesión con la que también soñaba y que se ha convertido en mi sustento económico.
Lamento que por largos que sean mis pasos y larga mi vida, nunca habrá tiempo suficiente para conocer todas las maravillas que esconde nuestro mundo. Pero lo realmente terrorífico es que no sepamos conservarlas. Aprieto mi paso, planifico nuevos destinos y sigo en ello. Me queda mucho por conocer dentro y fuera de España, donde vivo. Me queda mucho por viajar, mucho por leer, mucho por vivir. Y ójala pueda hacerlo junto a mi familia, a la que quiero por encima de todo.
- Pink Lady: la historia detrás de la manzana más famosa de España - mayo 15, 2023
- Valencia, el faro del Mediterraneo - mayo 10, 2023
- Elvira Roca Barea da el salto a la novela con la publicación de Las brujas y el inquisidor - marzo 23, 2023
