Monte de olivo imaginario, un poema de Eduardo Escalante | La Nota Latina

Monte de olivo imaginario, un poema de Eduardo Escalante

Cada uno elige el lugar en el que trabaja sus esperanzas y sus temas, si simplemente ora o medita. Siempre se requiere un refugio para el mundo interior, en especial en un entorno tan agitado y ambiguo.

 

 

Monte de Olivo imaginario

 

En mi Monte de Olivo imaginario,

manchas de nubes tiñen

el paisaje marino

desde una ventanilla los ojos

coquetean con el cielo anaranjado.

 

Tienes que recoger cada pala

y seguir girando el suelo. Tienes

que moverlo hasta que se congregue

la luz sin cesar.

 

Manchas de árboles verdes

modulan el perfil del horizonte

desde el borde de mi casa.

Manchas de colores cálidos

cubren la paleta del lugar.

 

Jesús comiendo el pan de

su última cena. Dime si es

todavía posible devolver

la esperanza a la vida.

Haz una ley que ame al que la rompe.

 

Décadas he estado soñando con encontrar

una vida tan concisa como un telegrama de un siglo.

He acabado compilando

un archivo de recibos coloridos de

tribulaciones secundarias.

Dime si es todavía posible anunciar

la derrota de Satanás.

 

El cielo ha tejido

un velo de rosa, se expande

como una manta de hielo fundido

sobre las sombras secretas

de los misterios que no descifro.

Eduardo Escalante
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