México: Bajo el mismo ritual de poder y hartazgo en las elecciones

Sólo Oaxaca, Guerrero y Chiapas prevaleció la tensión por la quema de urnas y papelería electoral

Este domingo vivió México, en 32 estados, la elección para la renovación de los 500 diputados que conforman el Congreso Federal. Son éstos los representantes del país quienes deciden las políticas y las leyes que rigen en el país, percibiendo salarios escandalosos y un fuero que les permite inmunidad por el periodo de tres años que dura su encargo.

Aunado a esto el Instituto Nacional Electoral, árbitro y organizador de estos comicios, vigiló en 9 estados del país (Baja California, Campeche, Colima, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora), las elecciones para gobernador, donde la efervescencia política estuvo al 100 por ciento, en estas demarcaciones.

Pese a los violentos preludios, en los estados del sureste del país, como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, golpeados por la violencia, la inseguridad y el abuso de poder político, transcurrió la jornada electoral sin situaciones lamentables, salvo el robo de urnas y la quema de papelería electoral en algunas casillas.

Lo cierto es que el Instituto Nacional Electoral, (INE) calificó este lunes 8 de junio, como “Positivo, el proceso electoral” y los consejeros electorales aseguran que “la violencia no pasó”.

Votacion Mexico — Fotografia: Luis Barrón

Hasta hoy lunes el Partido Revolucionario Institucional, (PRI), el partido en el poder, lleva la delantera en el cómputo de votos ganados, tanto en la elección de gobernadores, como en la de diputados y de igual manera los partidos que se aliaron con éste, en diversos estados.

Poder y hartazgo electoral

Sin duda ha sido esta jornada electoral más polémica en el país mexicano, luego de un escenario donde durante más de 70 años el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se mantuvo en el poder, pero tras el hartazgo de las nuevas generaciones, el Partido Acción Nacional (PAN) se lo arrebató sin mayor problema con Vicente Fox (2001-2006) y Felipe Calderón (2007-20012), quienes llegaron en medio de fuertes problemas económicos y la guerra contra grupos del narcotráfico, en una corta transición política para el PAN que sólo duró 12 años.

Finalmente tomó revancha el PRI y recuperó la silla presidencial en 2013 con Enrique Peña Nieto, así como la mayoría en el Senado y la Cámara de Diputados, lo que ha llevado al pueblo mexicano a transitar hoy por las duras y espinosas reformas hacendaria, energética, educativa y electoral, las que sólo pudo lograr, precisamente con esa mayoría de diputados priístas que hoy tienen en sus manos el rumbo del país, de por sí ya mermado con la cruenta batalla que se lucha contra la inseguridad y la violencia.

Cultura política “chapulinesca”

Por eso en México cobra la mayor importancia la elección de los 500 diputados que conforman la Cámara Baja: 300 por el principio de Mayoría Relativa, que son los candidatos ganadores que hicieron campaña y viajaron durante 3 meses por intrincados rincones de los municipios de su distrito para convencer a los habitantes a que les dieran su voto, respaldados por un fuerte gasto de recursos

Y 200 diputados por el principio de Representación Proporcional: aquellos candidatos que fueron postulados por su Partido en premio a su “trabajo político” y por supuesto no hicieron campaña. Generalmente estos últimos, son los dirigentes de esos Partidos, o “guías morales“, o fundadores de éstos, o líderes de sindicatos con numerosos agremiados que se eternizan en los escaños políticos, al brincar de una diputación federal a una estatal l o a una alcaldía, incluso sin terminar su periodo, todo sea para “amarrar” la posición.

Por eso les dicen “chapulines” y un ejemplo de estas figuras son: Emilio Gamboa Patrón, líder del grupo parlamentario del PRI en el Senado; Manlio Fabio Beltrones, líder de la Cámara de Diputados Federal y Carlos Romero Deschamps, dirigente del fuerte sindicato de trabajadores de Petróleos Méxicanos (PEMEX), quienes además de la influencia y poder político que poseen, han amasado jugosas fortunas que escandalizan a los mexicanos.

De ahí que para ganar estas posiciones políticas en México, se den alianzas entre los partidos políticos y esta vez lo hicieron el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Verde Ecologista Mexicano (PRI-PVEM) de ideología neoliberal, así como el Partido de la Revolución Democrática y el Partido del Trabajo (PRD-PT) ambos de la izquierda.

De acuerdo a la numeralia del INE, en esta jornada electoral de 2015, 12 partidos políticos se registraron para participar postulando 4 mil 496 candidatos propietarios (hay el mismo número de suplentes) por los principios Mayoría Relativa y Mayoría Proporcional) para renovar las 500 diputaciones federales.

Todo esto explica el porqué en México son tan ambicionadas estas posiciones federales y porque el gobierno destina al INE un fuerte presupuesto para estas jornadas electorales, donde cada candidato dispone de recursos públicos para realizar su campaña, en las que desde luego hay un tope de gastos marcados por el órgano electoral, pero que a juzgar por la propaganda que se ve en las calles o en los obsequios que se dan a la gente en los recorridos de candidatos, es claro que no se respeta.

Y también este panorama explica porque prevalece el hartazgo ante las figuras políticas que despilfarran estos recursos públicos que salen de la recaudación de impuestos pagados por los miles de mexicanos con su trabajo y esfuerzo.

Este desgaste ha generado que mucha gente no acuda a las urnas o que la violencia estallará en estados del sureste del país como Guerrero, Oaxaca y Chiapas.

En el resto de los estados al parecer prevaleció la civilidad, pese a la tensión generada días antes por algunos incidentes y manifestaciones Finalmente quienes acudieron a la urnas y quienes no, también, decidieron el rumbo de este gobierno.

By Ylia Ortiz Lizardi

Fotos: Luis Barrón y Cristian García