La primera referencia que tuvo la diseñadora Maritza Guevara Sánchez con el arte fue a muy temprana edad, cuando maravillada veía a su mamá, María, producir hermosas creaciones frente a un telar en la casa de su natal Cajamarca una pequeño pueblo ubicado en la provincia de Celendín de la sierra peruana. Luego su padre José le trajo una muñeca elaborado por él en madera, a la que a hurtadillas y cuando su madre no estaba cerca, le confeccionaba su ropa en uno de los tesoros más valiosos de la casa, una antigua máquina de coser que su progenitora cuidaba con celo y a la que le terminó, destrozando en su intento, innumerables ajugas.
Su espíritu creador y artístico, no conformista, propio de su signo libra, la llevó a querer salir de su pueblo y e ir tras su sueño a la ciudad de Lima cuando apenas tenía quince años de edad. Sus tíos Armando y Felicita la acogieron en su casa y ella pudo comenzar a estudiar en el colegio Bartolomé Herrera secundaria y en las mañanas acudía al instituto Pedagógico para aprender Corte y Confección donde se ganó una beca que le permitió seguir estudiando Diseño de Modas. Sus días en la capital del Perú se vieron afectados cuando le llegó la noticia de la separación de sus padres, la cual la sumieron en una profunda depresión y que la llevaron a trabajar para poder ayudar a sus nueve hermanos y a su papá, quien se quedó al cuidado de la prole. Maritza recuerda esa experiencia como una de las más tristes y difíciles de su vida, sin embargo dice que “fue un honor y un orgullo poder ayudar en la crianza de mis hermanos y a mi papá, quien para mí fue y es mi ángel”.
El asumir la responsabilidad de ayudar a sus hermanos y traerse a vivir a Lima a tres de ellos Carmela, Luz y Carlitos, no le impidió que continuara con sus estudios de diseño y también de preescolar, carrera en la que se graduó en el año 2001 en la Universidad Garcilaso de La Vega. Para ese tiempo se dedicaba a vender diseños de su propia creación y pensaba construir una escuela para niños, sin embargo, su esposo Ramón Alonso Quiroz, quien ha sido su amor y la luz que guía sus caminos desde que se conocieron cuando aún eran adolescentes, le planteó la posibilidad de que buscara otros sueños en el llamado país de las oportunidades, Estados Unidos.
Diseño de Joyas: La Plataforma
Una vez establecida en Estados Unidos, Maritza cuenta que se aventuró, en el año 2005, en otra área que le gusta, el diseño de joyas. Para sus diseños usa piedras semipreciosas, cristales, plata y oro, las cuales son lucidas por locutoras y actrices de renombre de la televisión de la Florida.
Sin embargo, hace tres años decidió de nuevo retomar su pasión, el diseño de modas y desde ese entonces no ha parado. Ha realizado dos colecciones con éxito como Sumacc Warmi, que se traduce en quechua como «mujer bonita» e “Imperio” con la cual tuvo la oportunidad de asistir a un desfile en la Casa Blanca, invitada por su amigo Kilbert Fuentes que tienen una fundación que ayuda a los inmigrantes. En esa oportunidad fue premiada por ser una de las diseñadoras que más promueve la cultura Inca y ella lo traduce como “uno de sus grandes sueños cumplidos”. Actualmente Prepara su tercera propuesta denominada esta vez “Sipan” en homenaje al Señor de “Sipan”, un Inca que recientemente fue encontrado enterrado con toda su corte y bañado en oro en la población de Chiclayo cercana a donde ella nació. “Cada colección tienen un nombre que representa mi identidad. Con mis diseños busco vender el nombre del Perú, que tiene una rica cultura. Las telas que uso en la mayoría de mis creaciones son hechas a manos por nuestras mujeres. Cada uno de mis desfiles abren con un traje típico diferente de mi país y esto hace diferente a mis colecciones”.
Desde que retomó su carrera, los desfiles de Maritza Guevara Sánchez comienzan en la Universidad Internacional de Florida (FIU) y luego sale a recorrer diferentes lugares de Estados Unidos. Normalmente comienzan en primavera. “Me gusta realizar una colección por año porque cuido cada uno de los detalles. Siempre van acompañadas de un libro que las ilustra”.
Solidaria
Las colecciones de Maritza Guevara Sánchez también tienen un propósito filantrópico y es ayudar a instituciones benéficas. Ella cuenta con una institución llamada “Lazos de amor y sonrisas” que soporta a más de 250 niños de escasos recursos del Perú y que atiende su muy querida hermana luz. En los Estados Unidos su organizacion está asociada con otras como la casita Ronald McDonald, que atiende a niños con cáncer. También apoya la noble causa del Cónsul del Perú en Miami Enrique Bustamente, denominada el “Plan Esperanza”, que permite traer a niños con enfermedades complejas a Miami y son operados sin costo alguno. Hasta el momento más de 15 pequeños han sido favorecidos. “Ver la pobreza en que se crían muchos niños en el Perú y la que me tocó también vivir a mí, me ha llevado a querer ayudarlos e involucrarme con estas justas causas que alimentan mi espíritu”.
Sensible, solidaria y transparente, considera al diseñador Oscar de la Renta una de sus grandes inspiraciones “porque además de excelente creador tiene una historia que compartir conmigo, no tuvo hijos y le gustaba ayudar a otros”. Para ella el éxito es una combinación de varios factores, de lucha y de perseverancia, pero que definitivamente para alcanzarlo se debe tener a Dios en el corazón. Maritza Guevara Sánchez transita sus creadores caminos con la presencia divina y con su Ángel representado en la figura de su amado papá José.
@maritzaguevar10
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