Cargando con décadas de carrera artística, Luis Bofill ha puesto a bailar hasta a los alemanes. Así de sincera es su entrega, su son y su tumbao. Con una versátil voz que te puede regalar lo mismo un bolero a media luz, que un «traquetiao» casino, Bofill sí que sabe a lo que el público ha venido.
— ¿Qué artista (o artistas) ha sido fuente de inspiración para ti?
-La verdad que muchos han sido los artistas que me han inspirado, en cada etapa de mi vida siempre ha habido alguien que me ha inspirado, desde Nino Bravo, Al Jerrau, Rubén Blades, Juan Luis Guerra y otros.
-¿Qué has perdido para ganar lo que tienes ahora?
Siempre para ganar algo, pierdes algo, y en mi caso fue mi vida de familia y estar más tiempo con mis hijos.
-Qué espacios prefieres para cantar?
-Me gustan todos los espacios para cantar. Los espacios pequeños son los ricos por la cercanía con la audiencia, y también los más difíciles.
-¿Alguna vez de niño cantaste solo frente al espejo del baño? ¿Y frente a ese mismo espejo recibiste algún premio?
-Creo que todos los niños hemos cantado delante de un espejo y hemos soñado que tenemos una gran audiencia en frente, eso me permitía soñar sin saber que algún día lo llegaría a concretar.
-¿Qué ritmos fusionas?
-Me encanta el son, el bolero, la guaracha y casi siempre me salen mezclados sobre todo con jazz y funky, eso ya viene en nuestro ADN.
– ¿Cuántos discos has lanzado?
-Tengo 5 discos en los que soy el cantante principal, pero he hecho muchas colaboraciones con otros artistas. Por ejemplo, con Julio Iglesias, Raúl del Sol, Grupo Cubiche, David Torrens, entre otros.
-¿Qué diferencia a “Arsenio Essential» de tus anteriores trabajos?
-Este último trabajo es la culminación de un largo tramo de mi vida y el descubrimiento de mis posibilidades como cantante. Es un trabajo más maduro y sentí que estaba en mi verdadero camino.
-Cuando estás en casa relajado, ¿qué música prefieres escuchar?
-Cuando estoy en casa o en el auto me encanta escuchar jazz, rock y buena música cubana, al menos la que me gusta y me alimenta. Me reconforta y mi ánimo lo agradece. Por eso, cuando estoy en el escenario emerge esa frase lapidaria: «¿Guarachamos o no guarachamos?»
– ¿Cuál ha sido uno de los más grandes aprendizajes en tu carrera?
-Uno aprende que si no hay pasión en lo que haces, nunca llegarás a hacer algo importante.
-¿Te habría gustado hacer las cosas de una manera diferente?
No sé si lo haría distinto, pues todo lo que hice fue lo que me tocaba hacer en ese momento. Quizás sí me hubiera gustado haber estudiado música con más profundidad.
-¿Tu mayor ambición en la música?
-Mi gran ambición es que lo que hago, llegue a todo el mundo, que el público lo disfrute como lo disfruté yo haciéndolo.
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