Venezuela tiene cifradas sus esperanzas de salir de la dictadura chavista-madurista, en el líder opositor Leopoldo López, negado a levantar una huelga de hambre de casi un mes. Muerto no hará nada, al contrario le limpia el camino a esta dictadura en un país que carece de líderes.
El líder de la India, Mahatma Gandhi, utilizó la huelga de hambre como un arma de protesta contra el colonialismo británico y refiriéndose a las huelgas de hambre dijo: “Solo son efectivas si logran ablandar el corazón de tu enemigo”.
El logró ablandar el corazón de sus enemigos, pero la historia política reciente y no tanto de América Latina, ha demostrado que con esta forma de protesta no se ha logrado nada o casi nada. No han servido para ablandar el corazón de Fidel Castro, ni de su hermano Raul, quizás porque no lo tienen.
La disidencia cubana ha utilizado contra el autoritarismo y las violaciones jurídicas del régimen castrista las huelgas de hambre. En la conciencia de estos dictadores están los nombres de Luis Álvarez Ríos, Francisco Aguirre Vidarrueta, Carmelo Cuadra Hernández, Pedro Luis Boitel, Olegario Charlot Spileta, Enrique García Cuevas, Reinaldo Cordero Izquierdo, José Berrios Pedre, Santiago Roche valle, Nicolás González Reguiero y más recientemente Orlando Zapata Tamayo y Wilman Villar Mendoza, presos politicos muertos en cárceles cubanas torturados y sin asistencia médica. Estas muertes no sirvieron para forzar a los hermanos Castro a detener los abusos en materia de derechos humanos.
Solo las muertes de Zapata Tamayo y Wilman Villar, o las sucesivas huelgas de hambres de Guillermo Fariñas han tenido cierta repercusión en el ámbito internacional, casi siempre filtradas por las ilegales antenas de cable y emisoras extranjeras como Radio Martí, el resto silenciadas.
Gerardo Ducos, investigador de Amnistía Internacional sobre el Caribe, dijo en su momento sobre la muerte de Orlando Zapata. “La trágica muerte de Orlando Zapata Tamayo es un terrible ejemplo de la desesperación a la que se enfrentan los presos de conciencia que no albergan esperanzas de ser liberados de su injusto y prolongado encarcelamiento”.
Venezuela
En el gobierno de Hugo Chávez y el de Nicolás Maduro, que siguen los guiones políticos trazados desde La Habana, las huelgas de hambre tampoco han servido de nada.
No ablandaron el corazón de Hugo Chávez, cuando el empresario Franklin Brito inicio una huelga de hambre que le costó la vida luego de cuatro meses de ayuna.
Brito reclamaba la titularidad de su propiedad, 290 hectáreas de su finca en Iguaraya, situada en el estado Bolívar, la cual le fue despojado por el Instituto Nacional de Tierras, INTI, un derecho que le fue negado por las autoridades.
En su momento opositora diputada María Corina Machado dijo: “Mi solidaridad con su familia. Esto no puede volver a suceder en Venezuela”.
Lo cierto es que está sucediendo ahora con su amigo y compañero de partido de Voluntad Popular, Leopoldo López, quien inició una huelga de hambre hace casi un mes, como medida de protesta contra el Gobierno venezolano al que exige que se cumplan una serie de peticiones.
El líder, según ha referido su esposa Lilian Tintori, en las redes sociales ya no puedo pararse y se le han afectado algunos de sus órganos. Políticos, incluyendo a Henrique Capriles y Antonio Ledezma, su propio papá Leopoldo López Gil y el pueblo que cree en él, le exigen que levante la protesta antes de que sea tarde, de no hacerlo le estaría haciendo un favor a la dictadura Chavista-Madurista.
Los obstinados hermanos Castro tienen como principio no negociar con la oposición y esa cartilla se la pasaron a Chávez y a Maduro. Será lo suficientemente poco inteligente Leopoldo López, para no escuchar la voz del pueblo que a gritos le pide que levante la huelga de hambre o preferirá inmolarse sin haber logrado absolutamente nada.
Marybel Torres
@marislatorres
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Al ritmo que van las cosas en Venezuela, la nota será que les den casa por cárcel. Tristeza y más dolor! Y América Latina MUDA, CIEGA, SORDA… o comprada…