Así como la energía fluye en los planetas, levanta y baja las mareas, algo provoca vida dentro de uno, permite respirar y da la oportunidad de pasar al otro lado de los desafíos. Cada uno siente y se prepara para recibir la “gracia” de manera diferente (creyente o no creyente) en un esfuerzo por alcanzar la vida buena, la vida plena en el sentido aristotélico, y también la vida justa.
La visita de la Gracia
Tu casa cableada … abajo … a la izquierda … a la derecha … en espiral.
Una mezcla de madera, cemento, silicio y artefactos de deshecho.
En alguna pieza, tú proyectando mariposas, gatos iluminados,
y revisando los nombres de amigos tatuados
con trazos coloreados como leche y miel,
Afuera la marea alta no coincidirá con la lluvia fuerte
Puedes abrazar con seguridad las horas
Sentado jugueteas con tus pies en el aire
Se silencian las malas novedades
Caminas descalzo de un lugar a otro
sabiendo que nadie se molestará
Miras desde la ventana y ves en cada árbol colgada una palabra
las recoges, lentamente, las lanzas al espacio digital
Así, puedes descansar cuando se trata
del momento de no mañana
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