A lo largo del embarazo las modificaciones corporales pueden ocasionar molestias de muy distintos tipos, tanto asociadas al aumento de la carga hormonal como al aumento de peso. La aparición de varices, la alteración de los ciclos de sueño, los mareos, náuseas y la ciática son algunos de los problemas comunes durante el embarazo.
Para combatir los trastornos físicos más incómodos de la gestación, siempre se recomienda el ejercicio físico moderado. Pero no todos los ejercicios son apropiados. La supervisión médica es imprescindible para escoger y adaptar el ejercicio adecuado a las necesidades de cada mujer.
Entre los ejercicios que con más frecuencia se recomiendan a las embarazadas está la natación, por una serie de ventajas inherentes a esta actividad:
*Aumenta la elasticidad de la piel y la flexibilidad muscular: Ambas características son muy beneficiosas de cara al parto, postparto y puerperio. Mediante la natación podemos realizar ejercicios concretos para fortalecer la musculatura y aumentar su elasticidad. Así lograremos un cuerpo mucho más flexible, reduciendo el riesgo de dolores, lesiones e incomodidades en general.
*Es beneficiosa para el sistema circulatorio: La natación ejercita nuestro aparato cardiovascular de manera gradual y adaptándose a las distintas fases del embarazo. Así, combatiremos problemas como la hipertensión y la retención de líquidos.
*Relaja la tensión sobre las articulaciones: Durante la gestación, el cuerpo de la mujer segrega hormonas que facilitan el ensanchamiento de las articulaciones de cara a facilitar el parto. Junto con el aumento de peso, esto causa que las articulaciones estén cansadas. La natación es un ejercicio ideal para relajarlas.
*Combate el calor: Si tu embarazo transcurre durante los meses más calurosos del año, ¡agradecerás el frescor del agua!
*Contribuye a controlar la ganancia de peso: Una embarazada sana y bien alimentada ganará el peso que necesite de manera gradual. Combatir la ganancia excesiva de peso es mucho más sencillo con un ejercicio suave que podamos adaptar al progreso del embarazo, y la natación es especialmente útil para ello.
*Es positiva para el sistema digestivo: Una rutina de actividades físicas resulta de gran ayuda contra el estreñimiento, que es uno de los trastornos asociados al embarazo.
*Es un ejercicio de carácter integral: En los movimientos asociados a la natación, bracear, mover las piernas, coordinar las extremidades e incluso en el mero acto de flotar, ejercitamos de manera completa toda nuestra musculatura. Es el ejercicio en el que de manera más rápida y fácil ponemos a trabajar todos los grupos musculares sin tener que ir uno a uno.
En definitiva, la natación no solo es un ejercicio general sino que permite su adaptación sencilla según:
*Las características físicas de cada embarazada.
*Las especificidades de cada embarazo.
*El momento del embarazo.
Dentro de esta actividad hay muchos ejercicios distintos, porque, como hemos indicado, la natación para embarazadas no es un ejercicio único sino todo un ramillete de ellos que están a disposición de la mujer según sus necesidades y también sus preferencias. Es importante que se convierta en un ejercicio divertido. La diversión es clave en el relax de la mujer.
Además de todas las ventajas físicas que hemos comentado, las psicológicas también son relevantes y no deben ser desdeñadas. El bienestar que provoca la flotación tiene efectos muy positivos en la percepción que la mujer tiene de sí misma en esta fase de su vida.
La natación suele suponer un momento de relajación y placidez dentro de la rutina diaria de la mujer. Incluso aunque este fuera su único efecto ya sería suficiente motivo para dedicarle un tiempo varios días a la semana.
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- La natación, uno de los mejores ejercicios para embarazadas - julio 23, 2016