El ser madre es un comportamiento que tiene muchas facetas adquiridas que se desarrollan con el tiempo. Es decir, no por ser mujer se desea ser madre aunque exista un instinto maternal innato.
El rol más importante en la vida de la mujer desde el origen de la existencia debe ser la maternidad, ser madre. Por medio de la reproducción concebir, parir y criar los hijos. Esto es lo que se le enseña desde temprana edad y para eso se va educando desde niña. Sin embargo, este papel no funciona igual para todas las hembras. El ser madre es un comportamiento que tiene muchas facetas adquiridas, que se desarrollan con el tiempo. Es decir, no por ser mujer se desea ser madre aunque exista un instinto maternal innato por haber nacido del sexo femenino y como tal se tengan todas las condiciones físicas. Para muchas el cometido más valorado es el ser profesional o simplemente tener hijos no está dentro de sus intereses frente a la vida.
La posibilidad de ser madre no obliga a serlo
En una conversación muy interesante que sostuve con un respetable médico ginecólogo en mi ciudad natal Santiago, en República Dominicana, me informó que las niñas nacen con la cantidad de óvulos fértiles que van a desarrollar durante el transcurso de su vida. Se concluye de esta información que no es necesario que las niñas alcancen la madurez sexual para concebir los hijos. De ahí que hemos escuchado con mucho asombro y disgusto algunos casos aislados y extremos de niñas embarazas con tan solo ocho, nueve, diez y once años de edad. Entonces, que eso ocurra así que nacen con una disposición a la maternidad, no implica que sea mandatorio ser madre. Cuando la joven siente el deseo de sentirse realizada en la más alta y sublime expresión de la palabra madre toma la decisión de hacerlo, de cumplir el propósito de ser mediadora de vida y asumir la responsabilidad de criar, proteger, amar y cuidar los hijos. Como dueña de su cuerpo la mujer es quien decide si quiere o no ser madre, Contrario a lo que muchas personas creen y piensan , que es algo mandatorio, el ser madre es una decisión personal, es una elección.
¿Por qué la maternidad es una conducta adquirida?
El concepto de maternidad tiene una dimensión espiritual. Entra en juego la realización individual. La mujer se siente aceptada porque hace algo correcto, está cumpliendo con una parte importante del ciclo de la vida. Se siente útil en ser el medio para generar la vida de un semejante que le va a permitir aprender a desarrollar nuevas oportunidades. Envuelve compromiso, responsabilidad, el aprender normas filosóficas, morales, sociales y religiosas para hacer de su hijo un adulto responsable. Por otro lado está el aspecto físico que implica cambios en la apariencia y en los estados de ánimo de la mujer.
Desde temprana edad se comienza a educar a la niñas para iniciarlas a asumir el tan importante y privilegiado rol de madre cuando alcance cierta edad, la madurez física al desarrollar su cuerpo, madurez sicológica y cuando esté preparada para la vida, es decir que haya estudiado, tenga una profesión o cuando menos que sepa desempeñar algún oficio. Es algo que se hace por tradición que se transmite de madre a hija. Los juguetes específicos para ellas tienen un porcentaje considerable de importancia en ese proceso. Se les compra muñecas y nenucos, para que vayan aprendiendo como se cargan los bebés, cómo se cuidan y de qué manera se protegen los hijos. La cuna, coches y otros juguetes imitando los muebles y ajuares de la casa de modo que la niña se vaya involucrando de forma normal en el comportamiento típico que envuelve ser madre de familia y en muchos casos saber ser cabeza de familia. Se las enseña a desempeñar las labores del hogar observando cómo lo hace la madre y se les facilita un espacio de vez en cuando para que las niñas practiquen esas funciones. Muchas niñas aprenden bien la lección, en cambio hay otras que se apartan, que nunca se interesan y no tienen intención en realizarse como tal cuando sean adultas. Para ser madre hay que tener la actitud de serlo aunque. Por otro lado, hay jóvenes que se convierten en madres por inexpertas, por irresponsabilidad y las hay también madres por la fuerza. En algunas culturas cuando la mujer no tiene hijos y ya está avanzada en la edad se las llama por un sobrenombre en tono despectivo, No-Mo (No mother); Machorras (que no paren) y egoístas pues solo piensan y ellas. Son miradas con malos ojos.
Cuando la mujer pierde interés en la maternidad.
– Hoy día la sociedad encuentra saludable rechazar la idea de tener hijos. Criar un niño requiere de tiempo, esfuerzo y dinero. Con la llegada de un hijo se pierde sueño, se complica el desenvolvimiento de la vida diaria, los viajes frecuente. La agenda de cambia por completo. En Estados Unidos un 48% de las mujeres entre 18 y 44 año de edad no son madres
-Tener hijos puede ser un problema para el planeta con la sobrepoblación. La autora Lisa Hymas en la revista Time escribe: “Escoger no tener hijos es una de los mayores pasos que los Estadounidenses pueden dar para limitar el tamaño de su huella ambiental”.
-Renunciar a ciertos estilos de vida. Para algunas mentalidades la clave de la felicidad radica en tener nuevas experiencias cada día. Evitan tener obstáculos que impidan realizar esas experiencias que están por encima de sus otros intereses. El amor hacia los niños, hacia tener hijos no existe.
-La independencia económica hace que muchas mujeres digan No a la maternidad. Desean mantenerse felices renunciando a la crianza en solitario, a las cargas laborales y al stress.
-La carrera profesional es lo más importante y no desean interponer nada a su vida personal.
-Como la maternidad es un estado compartido, un estado que transforma física y mentalmente, la idea de engordar durante el embarazo y la lactancia, horas de perder sueño, de entregarse al otro, a muchas les disgusta y prefieren nunca ser madres.
Decimos que una mujer es madre cuando ha tenido un hijo o hija. La maternidad no es solo un llamado a la reproducción. Tiene un condicionante socio-cultural entendido de modos diversos en todo el mundo atendiendo a ideales, modelos de sociedad y educación. Existen asociaciones a nivel mundial que agrupan a mujeres que tomaron la decisión de dejar de lado el papel de ser madres. Las que han tenido la satisfacción de ver abultado su vientre y sentir latir bajo su corazón los latidos de otro corazón, esas mujeres merecen respeto y admiración.
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