El mundo hoy día gira alrededor de una bruma que enceguece los valores reales y desleales del ser, puesto que expone ante un mundo de apariencias una perfección de la vida diaria como única opción de estar y vivir, aun cuando todos saben, que eso no es real.
A su vez, lleva comportamientos inadecuados en las relaciones sociales, familiares y de pareja, por la exigencia abrumadora de demostrar ante el mudo una perfección absolutamente inapropiada para todos.
Etimológicamente, la palabra lealtad proviene del latín“legalis”que significa “respeto a la ley”, y de hecho, es un concepto definido por la Real Academia de la Legua Española como; Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien.
Es decir, no hay medias tintas ni gama de grises que permitan hacer uso de esta virtud cuando sea conveniente, pues entonces estaríamos hablando del concepto contrario: la traición.
Las personas valoramos profundamente la lealtad al ser una característica que demuestra coherencia entre nuestros valores y nuestra forma de actuar. Es un concepto que está profundamente ligado a la confianza, ya que se establece un compromiso en el que no hay dobles intenciones o intereses ocultos. Sin embargo, el hecho de mostrar lealtad a alguien no quiere decir tener que estar de acuerdo y darle la razón en cada cosa que haga o diga. Por el contrario, significa ser capaces de transmitir lo que opinamos desde el respeto y el cuidado, buscando su bienestar y transmitiendo nuestro apoyo en todo momento.
El mejor ejemplo de la lealtad está en las familias que trabajan en ellas: los matrimonios fieles se esfuerzan por seguir juntos, aunque a veces tengan problemas y diferencias; los padres fieles se comprometen a hacer lo mejor por sus hijos y en su conjunto; todos los integrantes de la familia se esfuerza para mantenerse unidos.
De ser lo contrario en las familias, es la traición, que consiste en la falta que comete una o varias personas de su palabra, promesa o gratitud. La falta de lealtad describe a una persona que engaña a los demás y expone su propia honorabilidad, muchas veces sin siquiera importarles, por lo tanto, es una persona en la que no se puede confiar.
Es importante recordar que la lealtad no es solo una cualidad que está presente en los seres humanos, sino también entre animales, especialmente los perros, gatos y caballos, quienes son leales con sus amos en gratitud hacia el afecto y protección que se les brindan.
¿Por qué llegamos a ser desleales?
Es valioso sembrar la semilla de la lealtad en los niños y jóvenes de hoy, cultivar el valor de la lealtad desde los primeros años en la familia, así como rodearse solo de aquellas personas que demuestren su lealtad con nosotros mismos y con los demás, logrando así un beneficio mutuo.
Todos tenemos áreas en las que nos hace falta mejorar, pero mientras sigamos esforzándonos, levantándonos cada día para dar lo mejor de nosotros mismos,podemos estar seguros de que todo nos guiara a un camino de buenos resultados pese a las turbulencias que podamos transitar por toparnos con seres desleales.
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La envidia: ¿Cuál es su lado oscuro?
Directora Ejecutiva y conductora del programa radial Mujeres Positivas en el mundo a través de Positivo Extremo Radio.com desde Los Ángeles, California. Publicista, locutora internacional, asesora de imagen, coach ontológico y fundadora de Starfish Conference empresa dedicada al crecimiento personal y profesional. Actualmente colabora para la revista La Nota Latina
Su lema: De corazón a corazón.
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