Para entender mejor el concepto de felicidad hay que interpretar este sentimiento individual desde dos perspectivas sin oponer una a la otra porque ambas son válidas a la vez por ser parte de una misma definición. Cuando se trata personas de distintas culturas, edades y estratos sociales , se llega a conocer expresiones de sentimientos algunos tan encontrados, que uno se retrae un poco y se sienta a reflexionar sobre si es que una parte de los seres humanos nace felices y otra nace siendo infelices. Es decir, nacen así y no cambian. Si la felicidad es natural, innata o si la felicidad por el contrario es algo que se adquiere del entorno como el que recoge flores. Si es ésta igual o diferente para cada uno que se nos viene dado desde el nacimiento. Ser feliz o infeliz es innato o es una conducta relacionada con el comportamiento humano
La felicidad es un sentimiento imprescindible de la vida afectiva de los seres humanos y sin ella sería difícil lograr una existencia grata. Es un sentimiento, espiritual, sublime, noble y positivo porque con solo una pequeña dosis de ella nos sentimos bien. Ella también puede aumentar y multiplicarse. No se hereda de los padres, ni viene del ambiente, el mayor porcentaje está, habita, dentro de cada uno y estamos en libertad de ser feliz o infeliz. Ser feliz o infeliz es una elección. La mayoría de las veces creemos encontrarla fuera de nosotros, en el medio que nos rodea, en el otro. No todos somos felices en la misma medida. Unos más que otros. Y no todos mostramos la felicidad de la misma manera. Nadie es completamente feliz al igual que nadie es completamente infeliz. Lo que sí está demostrado anecdóticamente es que todo el mundo en el transcurso de su existencia ha tenido momentos de felicidad, ya sea de adentro o natural o la que viene del exterior o adquirida. Hemos oído decir en muchas ocasiones que no existe o que es pasajera; que no hay felicidad perfecta, pero aun así deseamos ser siempre felices.
La felicidad natural:
Has escuchado cantidad de veces la expresión “la felicidad está dentro de uno, no hay que buscarla afuera”. La felicidad es individual e intrínseca al ser humano. Es como el volumen de un radio, está ahí pero hay que subirlo para que se escuche. Nacemos con ella. Que la desarrollemos mucha o poca, más o menos, en mayor o menor medida ya eso dependerá de nuestros puntos de vista, inquietudes, aspiraciones, necesidades, circunstancias o simple y llanamente de decisiones que tomamos como seres libres que somos. Tomemos el ejemplo de una familia de cinco hermanos y hermanas. Todos son iguales y diferentes a la vez. Unos se muestran más felices que otros y todos fueron criados con las mismas condiciones afectivas y económicas dentro del hogar y la misma oportunidad, sin embargo ocurre que uno u otros de ellos no muestran ni demuestran felicidad con relación a los demás hermanos que lucen siempre complacidos. Es decir, nacemos con la felicidad y depende de cada uno que ésta no se cambie por infelicidad. Y si nos falta ser más felices, adquirirla desde el exterior para completar la dosis que necesitamos. La felicidad no se vende ni se hace, con ella se nace.
La felicidad adquirida:
Tomás de Kempis en su obra «La Imitación de Cristo» dice: «Hay que empezar por uno mismo. Esforzarse uno mismo por volverse mejor». Sirve esto para quienes dejan su felicidad en las manos de su entorno, del ambiente en el que se desenvuelven. Esto significa que si el ser humano no está feliz con lo que siente y de olvida de que la felicidad está dentro de él, de que no hay que buscarla fuera, para justificarse, entonces recurre al ambiente, a su entorno para encontrar la felicidad porque claro, algo externo también puede aumentar nuestros sentimientos de alegría pero recordando que antes de hacer feliz al otro primero debo de ser feliz yo. Es algo concreto, algo expresivo, que se demuestra. La felicidad adquirida es momentánea, pasajera. Es como el amor por el baile, se acabó la pieza que se bailaba, se acabó la emoción. Sin embargo cuando se es un bailarín innato no importa que se acabe la pieza el amor por el baile sigue dentro de él. Para poder expresar una sonrisa lo único que hay que hacer es sonreír, hay que sonreír. Para volver feliz al otro primero debo yo de sentir la felicidad, es de esa manera que surge el efecto. Hay personas que lo tienen todo y llevan un enemigo dentro, no sienten felicidad. Lo que uno siente es lo que se transmite. Eso es como sentirse solo estando rodeado de elegante compañía y en un pintoresco espacio. Existen seres humanos que se afanan por ser infelices a sabiendas de que llevan el sentimiento de felicidad dentro, en su interior.
La felicidad es parte de cada individuo, parte de la vida misma, esto no es algo que podemos decir que vamos a dejar o a encontrar cuando seamos adolescentes, o cuando cambiemos de status social, no, la felicidad muere con el ser humano. Es una forma de riqueza también. Ella nace y muere con la persona. La acompaña durante el transcurso de su existencia. No conoce tiempo ni conoce espacio ni condiciones. Nos atañe a todos, es imprescindible para el bienestar emocional. Cada quien requiere de una dosis de felicidad y todos estamos en la obligación de ser felices y ayudar a otros a que también lo sean. Es algo que se da cuando se tiene. Está relacionada con sentimientos como la paz, la espiritualidad, la esperanza, el amor y relacionada también con los intereses frente a la vida. Encaminemos nuestros pasos en descubrir lo que es parte de nosotros. Permitamos que la mente persuada al corazón o viceversa para sentirnos seres humanos felices todos, todos los días.
@Glcooperuser003
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