Detenido cuando el sol se ocultaba sobre el Memorial de Veteranos Americanos con Discapacidades sobre la Avenida Independencia en Washington DC, fue el momento propicio para una reflexión tranquila.
Observaba con detenimiento, la estrella en el monumento y como la delgada película de agua contenida, vertía tenuemente la superficie, a la vez que era rodeada magistralmente por las paredes de granito y vidrio, que mostraban pensamientos tan profundos de dos presidentes y generales a su vez, George Washington sobre la obligación de la nación para con sus héroes , y de Dwight Eisenhower acerca de las cicatrices que deja la guerra, en detrimento de que la gran nación continúe, tal como los expresan los ciudadanos que en ella conviven.
Estaba representado, el significado de esa delgada línea que separa la fuerza de la vulnerabilidad, e imbuido en la idea hice la comparación como en días pasados, a la cual tuve la oportunidad de asistir, la convención demócrata en Filadelfia, vi como con la constitución en la mano los padres de un soldado fallecido en acción, Humayu Khan con solo 27 años, se dirigieron con tesón a la nación en función de la importancia que tienen los héroes anónimos, que representan el alma de la patria, y como de manera soez fueron maltratados, vociferando de su ignorancia por el aspirante a la Casa Blanca del partido conservador republicano, Donald Trump.
Ofendió a la nación, pues ese acto tan sencillo de representación de los deudos, tiene el protocolo del eterno tributo.
Humayu arriesgo su vida y la perdió, en un ataque suicida de un coche bomba cercano a la base Baqubah en el norte de Irak, evito que irrumpiera contra cientos de soldados acantonados, ¡que mayor valentía durante esa acción!
Un sacrificio definitivo, donde no existen palabras de condolencia suficiente para devolverle la vida a ese joven. Vilipendiar los sobrevivientes no tiene tamaño la ofensa, los padres no tienen más recompensa que vivir del recuerdo, y del espíritu de sacrificio que con coraje y tenacidad hizo su hijo y que la nación con honores se lo reconoce.
Trump traiciona la nación cuando lanza de manera cobarde a la basura, los valores originarios, honor y lealtad al suelo Americano, la fortaleza de la patria, es lo que precisamente la mantiene unida. No el dólar como él lo ha querido hacer ver.
Ya había llegado la noche y pensé en los artistas que habían logrado dentro de un concepto minimalista el lenguaje que comunicara estos, hechos, los pensamientos con la estrella ígnea. Larry Kirkland, y Michael Vergason, creadores fundamentales del monumento, donde la actriz principal es la estrella quien le imprime la fuerza y como a su manera interpreta, el fuego encendido que lleva inserto, arquetipo de la llama eterna del soldado desconocido, solo su nombre lo conoce Dios. Calor y luz, tributo: El fuego emergiendo que arde indefinidamente rodeado de agua.
No se puede vapulear el honor de una nación de esa manera se pone en juego todo, quién sabe si a Donald Trump, conociendo de su temperamento por los hechos acecidos frecuentemente se le ocurre un buen día por capricho, quemar la bandera de USA o quitarle una estrella . Las estrellas con sus cinco puntas, son testigos en la bóveda celeste de nuestra comunicación con el Universo.
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